El derbi a miles de kilómetros

«Me fui de Sevilla por amor. Me case con una panameña y llevo ya diez años viviendo aquí, con dos hijos de cinco y ocho años. Me dedico a la fotografía publicitaria. Siempre he querido volver y vivir en Sevilla, pero las oportunidades laborales aquí han hecho que siga en Panamá», comienza diciendo José María Gutiérrez, sevillista residente en la capital panameña. Desde allí, reconoce que ser sevillista fuera de la capital hispalense «es algo muy duro, un sacrificio. Yo me he criado, desde que tengo uso de razón, con mi padre llevándome al estadio. Toda mi familia es abonada desde siempre, mis dos hermanos mayores y mis padres. Viviendo en Sevilla era de los que no me perdía un partido, daba igual el clima, la hora o el rival... Y estando en Panamá es lo mismo. Aquí saben que la hora del Sevilla es sagrada y, a veces, muevo hasta el trabajo para poder verlo. Suelen ser en horario de mediodía los partidos, aunque para algunos me toca madrugar a las cinco o seis de la mañana. Otra cosa que uno siente cuando está lejos es el sentimiento de llevar el sevillismo a otros. Ya no recuerdo el número de camisetas que he regalado por aquí y, la verdad, es que he hecho sevillista a más de un panameño. A veces, de casualidad, me he encontrado con gente por la calle con ropa del Sevilla (no regalada por mí) y es una alegría enorme».

Llevando ya diez años en Panamá, no será el de este domingo el primer derbi que José María viva en el extranjero, aunque «sí he viajado a Sevilla coincidiendo con algunos derbis en casa. Aún sigo siendo socio, son 28 años ya seguidos, y he tenido la suerte de viajar también desde Panamá directo a las finales de la UEFA de Basilea, Turín y Budapest». Así pues, de cara a este Sevilla - Betis, tiene claro que «lo veré en mi casa, con mis hijos. Podría verlo con un amigo bético que tengo por aquí, o con algún sevillista, pero mi ritual es verlo en casa, sin distracciones y solo. Me pongo bastante nervioso. Luego, cuando termine, tocará darle caña por WhatsApp a algunos amigos y familiares béticos, o recibirla... De toda la vida nos hemos dado caña en ambos lados y que siga así siempre».

Paloma Gil vive actualmente en Dublín, donde trabaja «en una 'crèche', que es como se llama a las guarderías en Irlanda». Esta joven bética, graduada en Educación Primara por la Universidad de Sevilla, reconoce no haberse «encontrado a muchos béticos. Espero encontrarme a alguno. Yo suelo ver los partidos en el ordenador o en el móvil y, si tengo la oportunidad de pasarlo a la tele, lo hago. Suelo gritar los goles, aunque mis compañeros de piso se quedan un poco sorprendidos cuando lo hago».

Por otra parte, pese a que no lleva mucho tiempo en la capital irlandesa, no será este su primer derbi en el extranjero. «El primero fue en República Checa, aunque allí sí tenía más compañía. Estaba de Erasmus con gente que era del Sevilla y fue un poco complicado (se ríe). Quedó empate, gritamos cada uno un gol y se quedó ahí». A pocos días del derbi del domingo, cuando Sevilla y Betis se midan en el Sánchez-Pizjuán, Paloma admite que «no lo puedo vivir como me gustaría. Normalmente lo vivo acompañada, con toda mi familia, pero bueno. Lo veré en mi cuarto, que espero poder pasarlo a la tele. Como he dicho, no he encontrado a muchos béticos por Irlanda, así que no tendré la oportunidad de verlo con gente. Sí lo viviré, por medio del WhatsApp, con mi padre, mi hermano y todos mis primos. Espero gritar muchos goles ese día».

Desde hace 24 años, Juanlu Fajardo luce su sevillismo en París. Más aún desde que hace tres tuviera su propio bar de tapas en la capital francesa, donde se reúnen todos los integrantes de la Peña Sevillista de París. Con lo cual, tal y como afirma nuestro entrevistado, «no es mi primer derbi en el extranjero. Los he visto de Primera, de Segunda, de Copa y europeos. Todos los últimos los he vivido en Francia».

Sobre cómo es ser sevillista en la ciudad parisina, Juanlu reconoce que muchos habitantes conocen al equipo «por la cantidad de jugadores franceses que hemos tenido. También por la cantidad de títulos que hemos ganado. Además, últimamente hemos jugado bastante en Francia; en Lille, en Lyon, en Rennes… Se vive bien el sevillismo. También tenemos el grupito de la peña. Aparte, hay mucho aficionado al fútbol que viene al bar a disfrutar, aunque últimamente sufren más que disfrutan». Como es de esperar, en vista del grupo de aficionados nervionenses que viven en París, Juanlu vivirá este próximo derbi «en mi bar, con los miembros de la Peña Sevillista de París. La tenemos desde hace más de diez años. Antes buscábamos algún bar español o pub para ver los partidos, pero desde que abrí el mío, si no nos desplazamos, los vemos en el bar. Aunque los domingos cierro, este lo abriré para ver el derbi. De hecho, en los últimos hubo algún que otro bético que ha venido a verlo con nosotros».

«Llevo dos años viviendo en Canadá; en Mississauga, una ciudad cercana a Toronto. Hago bastantes cosas. Actualmente, trabajo en la cocina de un restaurante griego, estudio en Sheridan College, lo compagino con los estudios en comunicación y periodismo que estoy haciendo en la Universidad Oberta de Catalunya, estoy escribiendo mi quinto libro y tengo un programa de podcast, 'Cantamañanas del Fútbol', donde comentamos mi compañero Pablo Rodríguez y yo el partido más importante de cada jornada», así se presenta Miguel Ángel Checa, un bético que vive su pasión a más de 6.000 kilómetros de Sevilla. «Es complicado, aunque tiene su parte buena y su parte mala. La parte mala es que no estás dentro del ambiente, no tienes la posibilidad de ir al estadio de forma recurrente, sueles ver los partidos en casa solo… En algunas ocasiones especiales puedo reunirme con grupos de béticos. Los tengo localizados y ya hemos visto la final de la Copa del Rey en un bar, quince o veinte béticos con un montón de canadienses que no sabían lo que pasaba. Y la parte buena es que, cuando pierdes un derbi, no escuchas el claxon de los coches ni vas al trabajo con mala cara aguantando a tu compañero sevillista de turno, que te da caña. También, el tema de los partidos, a veces me resulta complicado por los horarios. Lo que hago es quitar todo el internet durante todo el día, para que no me lleguen WhatsApp de mis amigos ni vea el resultado en algún periódico, y cuando llego a casa es buscarlo y verlo repetido. Intento evadirme; no escuchar el resultado para, luego, ver el Betis como si fuera en directo», comenta.

Con respecto al derbi, el de este domingo no será el primer que Miguel Ángel tenga que ver desde el extranjero. «Los he visto en casa o acompañado del grupo de béticos que digo. También hay veces que me conecto por Discord con algunos amigos de Sevilla. Así te sientes un poco como en casa, aunque estés a distancia y no sea lo mismo. Intento que la atmósfera sea lo más similar posible a cuando estaba en el barrio de mi pueblo», explica este bético afincado en tierras canadiense, quien aún no sabe cómo vivirá este Sevilla - Betis. «Será con la misma pasión de siempre, ya sea en directo o en diferido. A ver cómo puedo evadirme del trabajo. Ya buscaré la forma de verlo, aunque sea en horario laboral. Si no, llegaré a casa y lo veré repetido. Buscaré alguna fórmula, a ver si puedo verlo durante algún rato. Haré eso, intentar vivirlo con la misma pasión de siempre, pero obviamente será diferente a cuando estaba en Sevilla con mi gente», concluye.

Especialmente complicada será la tarea de ver el derbi para Francisco Javier García, quien vive desde el 2017 en la ciudad china de Shenzhen. «Llegué para estudiar un grado en comercio internacional, mientras trabajaba para una empresa de datos, en remoto. Ahora mismo, trabajo para otra empresa de datos y estadísticas de fútbol. Además, este año abrimos la primera academia del Sevilla en China, que forma parte de un acuerdo entre ISS y el club», comenta este aficionado sevillista a modo de presentación. Y es que ver lo partidos de su equipo desde allí suele ser «complicado por los horarios, sobre todo. La mayoría de los partidos son muy tarde. Por ejemplo, con los niños de la academia llevamos queriendo ver juntos un partido desde febrero, pero el más temprano ha sido a las diez de la noche aquí. Es imposible. Al final, acabas viendo la Premier League más que LaLiga, aunque para el Sevilla toca ponerse la alarma».

Con más de un lustro a sus espaldas en China, no será este el primer derbi que Francisco viva desde el extranjero, pues incluso antes «ya había estado en Italia e Inglaterra, así que estoy acostumbrado a verlo solo o con algunos amigos». Así, con respecto al de este domingo, que en España tendrá lugar a partir de las 18.30 horas, «lo veré seguramente en mi casa porque es a la una y media de la madrugada. Intentaré verlo con los entrenadores de la academia».

Cierra este reportaje Juan Estrada, bético afincado en la ciudad sueca de Gotemburgo desde el 2006. «Me fui desde Sevilla a trabajar en un proyecto entre Abengoa y la principal compañía eléctrica de aquí», comenta este miembro de la Peña Bética Sueca, quien también reconoce que «ser bético en Suecia, claramente, es muy diferente a serlo en Sevilla. La ventaja de tener una peña bética en Suecia es que estás en contacto con otras personas con las que compartes la misma pasión y, de vez en cuando, quedas para ver el Betis. Normalmente, yo veo todos los partidos en casa, con mis hijos, que son sevillanos y béticos. Y, como digo, tenemos un grupo de Facebook de la Peña Bética Sueca, porque estamos repartidos por todo el país, donde ponemos información del Betis y estamos en contacto unos con otros».

Con respecto a la vivencia de los derbis desde el extranjero, «al llevar ya 17 años en Suecia no es el primero. He pasado muchos fuera. Se viven con mucha pasión, pero en la distancia y viéndolo por la televisión». Por último, más concretamente, de cara al de este domingo, Juan lo verá «en casa con mi familia. Me había planteado reunir a la peña, bien en Estocolmo o en Gotemburgo, pero al ser el partido un domingo por la tarde es complicado por tema de viajes. Entonces, no nos vamos a reunir. Sí lo hicimos hace dos temporadas, que vino el representante de LaLiga en los países nórdicos, y estuvimos en la Peña Bética Sueca. También invitamos a la Peña Sevillista de Escandinavia y estuvimos viendo ese derbi. El derbi en Nervión de hace dos temporadas lo vimos en un restaurante español de Estocolmo, hicimos entrega de premios, como camisetas del Betis y del Sevilla. Fue una experiencia muy agradable. Habrá que repetirla».