Sevilla FC
Monchi y el deber de revalidar la fe sevillista
La peor temporada del Sevilla coincide con el mercado de fichajes con más errores de su director deportivo, cuyas actitudes en estos meses lo han colocado en el punto de mira
El frustrado fichaje de Reine-Adélaïde, que vuela de vuelta a Francia, y el recuerdo de Amavi
Los amores de verano despiertan los sentimientos más ardientes, pero con una mecha muy corta. El enamoramiento es fruto del ideal que propicia el buen tiempo pero que, a la larga, pierde interés por no parecerse a lo esperado. La vuelta a la rutina, y ... a los vicios, provocan roces que, en muchas ocasiones, son irreconciliables. Cuando Monchi cerró este verano la plantilla , hecha a medida del entrenador, seguro que se encontraba en esa etapa ilusoria. Una nueva planificación, una nueva temporada y posibilidades para sacarle el máximo rendimiento a jugadores de nivel. Él mismo admitió a comienzos de temporada que era uno de los años que afrontaba con más ilusión. La plantilla más cara de la historia del Sevilla.
Esta ilusión se ha ido convirtiendo en ansiedad cuando, partido tras partido, el Sevilla empezaba a gotear como un techo viejo con malos remiendos. De los seis jugadores que Monchi trajo este verano , solo uno ha conseguido aportar algo al equipo. El brasileño Marcao que, cuando no ha estado lesionado, ha conseguido elevar el nivel de la zaga sevillista. El problema es que solo ha jugado siete partidos en lo que llevamos de curso , una mala estadística para una parcela muy maltratada tras la marcha de Diego Carlos y Koundé . Bien es cierto que a Nianzou la presencia de Marcao le aportó un referente del que aprender, pero cuando ha caminado solo ha pecado demasiado en errores de juventud, y al Sevilla le han costado muy caro. En el plano defensivo, también está el nombre nuevo de Álex Telles , su actuación le ha valido para ir al Mundial de Qatar, aunque tampoco ha brillado dentro de un once muy gris. Habrá que ver cómo vuelve de la lesión que sufrió en Qatar.
Entrando en la parte más escabrosa de esta planificación deportiva, es el turno de Januzaj, Isco y Dolberg . El resto de nombres que definen al Sevilla de la 2022-23, al menos, hasta el parón mundialista, puesto que dos de ellos ya no pertenecen al club. Isco y Dolberg abandonaron durante este tramo de descanso la doctrina sevillista. El malagueño fue acogido con los brazos abiertos y una presentación con más de 12.000 aficionados. Sin embargo, con Lopetegui fuera, decidió marchar por la puerta de atrás y tras una disputa pública con Monchi delante de sus compañeros. Dolberg no consiguió marcar ni en una sola ocasión en los ocho encuentros que disputó con la camiseta del Sevilla. Su inadaptación al equipo derivó en su precipitada marcha a la Bundesliga. Y ahora, la haba. Januzaj llegó libre para sustituir a Ocampos, puesto que el argentino no convencía a Lopetegui. Seis meses después, Ocampos está de vuelta y Januzaj solo está como figurante , por lo que el Sevilla busca incansablemente un club al que cederlo y liberar su ficha.
Volver a empezar
Un panorama desolador que ha derivado en la lucha del Sevilla por alejarse de los puestos más bajos de la tabla clasificatoria. De Champions a Segunda División. Para sortear la tragedia e intentar encauzar el año, Monchi ha decidido desbaratarlo todo y empezar casi de cero . Nuevo entrenador, nuevos perfiles pero poco dinero. La ecuación no es nada sencilla. Y la imagen que ha ofrecido el club dista mucho de ser profesional, al igual que la del propio director general deportivo. Ya sea por orgullo o por impotencia, Monchi ha protagonizado varios episodios de esta temporada, y no precisamente para bien. En Almería se dirigió a la grada para pedir perdón tras un arranque de temporada paupérrimo, en la despedida de Lopetegui compartió plano constante con el entrenador. En el derbi sevillano estuvo involucrado en una rencilla en el palco y, más recientemente, ante el Cádiz reclamó de forma airada el gol anulado a Hernández Hernández.
En España, el director deportivo es una figura que no suele tener ningún protagonismo, ni siquiera se sienta en el banquillo, como si lo hace en la Bundesliga. No obstante, Monchi parece haber adoptado el papel principal de la función a través de gestos más apropiados de un aficionado que de un profesional. Este mercado de invierno es vital tanto para el equipo que tanto quiere como para él mismo. Y es que el sevillismo empieza a señalarle y eso es algo que no había pasado jamás en estas dos décadas. Monchi no siempre ha sido infalible, se le han perdonado grandes pifias como Martial, Nasri, Chicharito o Rony Lopes , entre otros. A pesar de todo, el de San Fernando ha sido el faro que ha guiado al sevillismo e incluso motivo de orgullo. La fe en su trabajo ha sido una de las bases más sólidas que ha tenido el club y que fue refrendada tras su vuelta de Roma, ya que volvió a impulsar al equipo a la Champions League durante tres años consecutivos. Pero la nefasta planificación de este año ha sido, sin duda, el gran pecado que ha debilitado la fe sevillista, y recuperar la confianza es más difícil que poner a tono a Reiné-Adelaide, que ya es decir.
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