Los ambiciosos propósitos de Año Nuevo del Sevilla

Empezará el camino con LaLiga en la que actualmente ocupa la segunda plaza una mejora considerable respecto a la posición que alcanzó a final de la pasada temporada en la que fue cuarto. Ahora mismo suma 38 puntos, ocho menos que el Real Madrid que es primero y cinco más que el Betis que es tercero. Respecto a las misma altura del campeonato el año pasado ha mejorado tanto la posición en la clasificación, era cuarto, como la puntuación, cinco puntos menos que este año. Cabe recordar que la pasada temporada el equipo de Nervión batió el récord de puntos logrados en una temporada y si mantiene la dinámica que lleva hasta ahora, no sería extraño que volviese a batirlo. Su objetivo en el torneo de la regularidad no es otro que el de conseguir un año más la clasificación para la Liga de Campeones, tal y como aseguraba su presidente en una intervención a principio de temporada al ser cuestionado al respecto «queremos que el equipo se afiance en Champions, ese el objetivo». Desde que el equipo tuviese opciones de luchar por el campeonato liguero hasta cuatro jornadas antes del final hizo que desde el inicio de esta campaña, y viendo cómo Monchi había reforzado la plantilla, todo el mundo apostase a que el objetivo debía ser la lucha por LaLiga, algo que no se han cansado de negar desde el club en repetidas ocasiones aunque nadie niega la ilusión de si se llegase al final con opciones lucharía por ello, pero la máxima dentro del club es ir partido a partido. Si el equipo acaba entre los cuatro primeros el objetivo estaría cumplido, si consigue quedar por encima de la cuarta plaza ya habría mejorado respecto a lo conseguido en la 2020-21 y si el premio fuese mayor nadie negaría que el sevillismo llegaría al éxtasis. Pero antes aún quedan veinte partidos por disputar.

Una vez supere el primero de estos 20 partidos, el del lunes en Cádiz, el Sevilla afrontará la segunda de las competiciones en las que se mantiene con vida, la Copa del Rey. El jueves 6 de enero afrontará el partido de dieciseisavos de final del torneo del K.O. contra el Zaragoza, el tercer paso en su camino hacia la final en la Cartuja del 23 de abril. Sí, el objetivo en esta competición siempre es alcanzar la final y más teniendo en cuenta que el año pasado se quedó a las puertas tras caer en la semifinal contra el Barcelona de la manera más cruel, habiendo ganado con comodidad en casa 2-0 y cayendo en la vuelta con una remontada azulgrana 3-0. Esta sería una oportunidad de oro para alzar un trofeo esta temporada, algo que no consiguió el año pasado, que no lo hace con la Copa de España desde hace doce años. Además teniendo en cuenta el discurso del crecimiento constante llegar a la final del torneo también sería una mejora respecto al curso pasado y además es algo que no hace desde la temporada 2017-18.

Pero sin duda donde más ilusiones hay es en la Liga Europa. Después de ser apeados de la Liga de Campeones con el consecuente varapalo que supuso a nivel deportivo, emocional y económico, el Sevilla recaló en el segundo torneo continental, su competición fetiche y que por si fuera poco, esta temporada disputará su final en el estadio Ramón Sánchez-Pizjuán. El objetivo a principio de temporada fue el de superar los octavos de final alcanzados el año pasado en la máxima competición continental. Era algo con lo que se contaba incluso a nivel presupuestario. Pero una fase de grupos bastante cuestionable ha hecho que de nuevo las esperanzas recaigan en la copa que ya ha ganado seis veces. Cinco son las eliminatorias que lo separan de su séptimo trofeo continental. La primera de ellas será la que dispute contra el Dinamo de Zagreb los próximos 17 y 24 de febrero. Después tendrá que afrontar tres eliminatorias más y, por último, la final que tendría un tinte especial al jugarse en casa con su público aupándolo para conseguir ese trofeo que en a principios de temporada no se contaba como objetivo pero que sin duda ahora es el más preciado de la entidad nervionense.

Pero es que además de los objetivos en las competiciones el equipo tiene por delante un año en el que batir numerosos récord, desde el de más puntos conseguidos en una liga, tendría que superar los 77 sumados la pasada campaña. También batió el récord de partidos consecutivos ganados con nueve, además de que atesora el mejor porcentaje de victorias. Hasta el momento en esta temporada ya ha mejorado también el registro de derrotas, sumando sólo cuatro en las tres competiciones cuando en los años anteriores tenía una más. Con todo esto el Sevilla F. C. tiene por delante un año cargado de ilusiones con propósitos ambiciosos por cumplir pero en el que prima el de seguir creciendo.