Laporta: «Que el Madrid diga que se siente perjudicado es un ejercicio de cinismo sin precedentes»

«El Barcelona no ha realizado nunca ninguna actuación que tuviera como finalidad o como intención el alterar la competición a fin de obtener una ventaja deportiva a favor», quiso dejar claro Laporta, que se apoyó en las actuaciones de la Agencia Tributaria en la que se asegura que no se puede demostrar que se haya incidido en algún partido. «Es una afirmación categórica. El objeto preciso de la polémica es el asesoramiento técnico arbitral hecho por personas con una trayectoria en el mundo del fútbol y en el mundo de los estamentos arbitrales. Eso no constituye en sí mismo nada ilícito. Y mucho menos algo ilícito en lo penal», añadió, antes de explicar que «este asesoramiento lo hemos hecho de manera clara, con transferencias bancarias, que han quedado registradas en los libros y que han pasado las inspecciones fiscales pertinentes». «Eso lo puedo decir por los años 2003 a 2010, en los que yo estuve. No ha habido nunca un ánimo de ocultación», apuntó.

El presidente fue rotundo: «Me parece importante remarcar que personas físicas o una entidad privada externa al club, que no es el Barcelona, se hayan aprovechado de este contexto para tener conductas irregulares en beneficio propio. Eso es diferente. El Barcelona, si ese es el caso, defenderá su honorabilidad. Queremos que se investigue hasta el final. En ese caso, el Barcelona sería víctima de esta situación». Y advirtió: «Una cosa es el asesoramiento técnico y otra que personas se hayan aprovechado. En ese caso, el Barcelona sería víctima, sería persona perjudicada».

«Dejemos trabajar a la justicia. Nosotros colaboraremos en todo para que se esclarezcan estos hechos para que el Barcelona quede eximido de toda responsabilidad penal. Nos han condenado antes de juzgarnos. Las acusaciones se deben probar ante un tribunal de justicia. Vivimos en un estado de derecho que tiene entre los principios más básicos, el de presunción de inocencia. Una presunción que, en este caso, a nivel mediático, el Barça no ha tenido. Ha sido condenado y linchado sin juicio. Nos han condenado antes de juzgarnos. Y yo, como presidente del Barcelona exijo la máxima responsabilidad a los representantes de las instituciones que regulan el fútbol. También a los medios de comunicación», comentó. Y añadió: «Este linchamiento no es de recibo. Nos estamos jugando el buen nombre del club, del colectivo arbitral y la credibilidad del mundo del fútbol. Hay personas que, de manera intolerable, han hecho declaraciones de una gran irresponsabilidad. Estamos asistiendo a un juicio salomónico en el que, por diversas razones, prefieren quedarse al niño muerto si con eso nos perjudican».

Laporta disparó contra Javier Tebas: «Quiero señalar al presidente de la LFP, que ha demostrado una falta de profesionalidad evidente. Ha aportado documentación a la causa con datos que eran erróneos. Pido que aguante esa incontinencia verbal. No ayuda a la competición que representa y valida una hipótesis que es falsa». En cambio, elogió la postura de Rubiales, el CSD o la FIFA: «Por otro lado, hay personas que se han comportado con la prudencia y responsabilidad que pide su cargo. Por ejemplo el presidente de la RFEF, al presidente de la CSD. Al señor Rubiales y al señor Franco. También al presidente Infantino, que han mantenido la actitud propia de su cargo. No se han apuntado al linchamiento sin juicio. Agradezco su posicionamiento».

El presidente no se andó por las ramas al tratar de buscar los motivos por los que se ha acusado al club: «Lo que quieren los instigadores de esta polémica es reconducir un caso inexistente de compra de árbitros, en un caso que perjudique la reputación del FCB y destruir, de paso, uno de los elementos identitarios más fuertes de Catalunya, que es el FCB. Algunas esferas de poder no soportan que el Barça represente un tipo de catalanidad». «Los daños morales son importantes. Estamos ejercitando acciones judiciales en defensa de la honorabilidad del club. Seguiremos haciéndolo. Reclamaremos daños y perjuicios. Pueden ser cuantificados económicamente y pueden ser por unas cantidades astronómicas», advirtió.

Laporta no pudo evitar una referencia hacia el Real Madrid: «Quiero hacer referencia a la presencia de un club, por su cuenta, como acusación particular en el juicio. Un club que dice sentirse perjudicado. Un club que siempre se ha visto favorecido por las decisiones arbitrales. Se ha considerado el equipo del régimen. Por su proximidad al poder político, económico. Creo que merece la pena recordar que durante siete décadas, la mayoría de los presidentes del CTA han sido exsocios, exjugadores o exdirectivos del Real Madrid. Durante 70 años, las personas que designaban a los que tenían que impartir justicia en el terreno de juego, eran exsocios, exjugadores o exdirectivos del Real Madrid. En algunos casos, todo eso a la vez. Que este club se persone y diga que se siente perjudicado por el mejor período deportivo de la historia del Barcelona... Este juicio servirá para desenmascararlos. Es un ejercicio de cinismo sin precedentes».

El mandatario también confirmó que la relación entre ambos clubes no pasa por el mejor momento: «Institucionalmente, las relaciones están tocadas. Siempre hemos mantenido concordia institucional con todos los clubes, incluido el Real Madrid. Los consideramos rivales, pero entendemos que el clásico es el mejor espectáculo que se puede dar en el mundo. Pienso que se han precipitado y que es un ejercicio impropio de un club como el Real Madrid».

«Florentino estaba bajo mucha presión pero el club lo que tendría que haber hecho era aguantar. Sé que estaba bajo presión de la masa social y tenía que actuar así. Puedo entenderlo pero lo que no pudo es aceptarlo o dar mi opinión. Estaba en una situación muy complicada pero no acepto que comparezca como para de la acusación. Y esto se ha hablado», explicó.

Laporta insistió en su teoría de la 'mano negra': «Nada es casual. Esta campaña llega cuando el Barça empieza a salir de un túnel. Hemos salvado económicamente al Barça. Estamos compitiendo bien también. Veo aquí un motivo claro para intentar desestabilizarnos deportivamente. Por eso tenemos que estar más unidos que nunca. Esta campaña también explota, casualmente, cuando el FCB no firma el acuerdo con CVC. No nos doblegamos a sus intereses. Preferimos otras opciones mucho mejores para los intereses económicos del Barça. Es evidente que esto no es casualidad». Y abundó: «Esta campaña también se da cuando el Barça está trabajando para un nuevo formato de competición europea. Intenta que la UEFA se sume a este linchamiento público. No es casualidad. Esta campaña coge fuerza justo cuando el Barcelona adjudica las obras del Camp Nou a una empresa internacional. Todas estas casualidades te explican el porqué. Esto sumado a lo que he ido explicando antes».

«Es el ataque más feroz que sufre la entidad en toda su historia. Pido al barcelonismo que se mantenga unido en la defensa del escudo. En la esencia de su identidad y de su modelo de propiedad. Pido más que nunca a los y las barcelonistas que estemos al lado del club. Que apoyemos a nuestros equipos, a nuestros jugadores y técnicos», concluyó el presidente antes de mandar un mensaje a los socios y aficionados de fuera de Cataluña.

El presidente explicó porque durante su mandato se incrementaron los pagos a Negreira: «Una auditoría de KPMG explica que los servicios de los últimos años se incrementaron porque hubo más servicios de scouting porque hubo más competiciones. Los servicios existían y estaban documentados». Se le preguntó a Laporta el papel del exdirectivo Josep Contreras, que facturó al club por los servicios de Negreira: «Ya no está entre nosotros. Agradecería que hagan el esfuerzo de leer el informe de la Agencia Tributaria. En las páginas 13 y 14, usted puede deducir que estas empresas aparecieron en un momento concreto que está fuera de mi mandato. No tengo ningún motivo personal para dudar de los presidentes que me sucedieron. La hipótesis del Ministerio Fiscal, que se refiere a una administración desleal. En ese caso, si fuera así, el Barça sería la víctima. Hemos encargado a los abogados del club que, en ese proceso, defiendan los intereses del club. Si prospera la hipótesis del ministerio fiscal, el Barça sería víctima».

«Cuando tenemos conocimiento de este servicio, lo recibimos heredado cuando llegamos en 2003. Cuando revisamos todo y vimos que era un asesoramiento técnico arbitral, consideramos que estos informes tenían un interés y una calidad. Mantuvimos este servicio. Vimos que no era incompatible con la ética deportiva. Hoy en día lo sometería a la opinión del departamento de compliance», apuntó el dirigente. Y se refirió a los otros tres presidentes que están involucrados (Gaspart, Rosell y Bartomeu): «Yo no hablo por terceros. Es cierto que esto afecta a varias presidencias. Yo he hecho lo que creía que tenía que hacer, que era encargar una investigación a compliance. Estoy convencido de que, en este caso, los presidentes que me precedieron, no hicieron acciones que tuvieran la finalidad de alterar la competición deportiva ni conseguir una ventaja deportiva a favor del Barça. No tengo ningún motivo para pensar que ha sido así».

«Animaría a todos los que están hablando con mucha frivolidad de este tema, que me digan la jugada, el gol, el partido o la acción sospechosa de favoritismo arbitral que se haya realizado por este asesoramiento. Es todo una hipótesis falsa», ha insistido Laporta, que ha vuelto a lanzar una pulla al Real Madrid: «Es cierto que no me ha gustado que se personen en la causa. Pero no quiero hablar más de este tema porque si no luego dirán que no quiero hablar del caso Negreira y que lo reduzco todo al enfrentamiento Barça-Madrid».

También profundizó el dirigente en los ataques que recibe por su talante catalanista: «Lo he dicho en mi intervención. Me he referido a que, afortunadamente, son solo algunas esferas de poder. No me gustaría que este tema derivase en que algunas esferas de poder no soportan el catalanismo del Barça. Hemos visto a algunos, que sabemos que son de alguna ideología, que van a por uno de los elementos identitarios más fuertes de Cataluña. Alguno pensará que hacemos demagogia, pero lo que pasa es que no tienen nada. No hay ningún delito».