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RUGBY

La deuda con los jugadores, un problema enquistado que el Real Ciencias se afana en solucionar

DIVISIÓN DE HONOR

Los créditos bancarios fueron denegados y Labiana, nuevo patrocinador, echó una mano importante, pero aún se deben cantidades que el club se ha comprometido en abonar sin bajar el listón para la próxima campaña

Ajustada derrota del Labiana Real Ciencias en las semifinales ligueras (14-10)

Los jugadores del Ciencias, placando a un rival en un partido de la presente temporada J. C. OGAZÓN
Sergio A. Ávila

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El Real Ciencias Rugby, uno de los clubes más emblemáticos del deporte sevillano, sigue buscando soluciones a sus problemas económicos, que son graves y no han desaparecido. El pasado domingo, con una derrota muy ajustada ante el VRAC (14-10) condicionada por una serie de decisiones arbitrales que causaron mucho malestar en el equipo hispalense, concluyó una temporada de contrastes para el Labiana Real Ciencias, que ha mantenido pese a todo su estatus como el tercer club español tras los intocables Recoletas Burgos y VRAC Quesos Entrepinares, vigentes campeón y subcampeón de Copa, respectivamente, que también se jugarán el título liguero.

Desde el punto de vista deportivo, la campaña del Ciencias no admite reproche. Pese a los impagos a los jugadores desde principios de 2024, el equipo ha dado un ejemplo de profesionalidad asegurando el tercer puesto de la fase regular que le dio el factor campo en la eliminatoria con la Santboiana, superada en la Cartuja, para acceder así a la semifinal en Valladolid contra el VRAC.

El equipo ha cumplido en el césped y ahora espera que el club lo haga en los despachos, donde la directiva presidida por Rafael Montserrat continúa buscando por cielo y tierra el dinero con el que saldar la deuda contraída con los jugadores. Que por ahora no se ha podido liquidar. El paso al frente de Labiana, patrocinador vinculado al club durante muchos años que a principios de este mes se convirtió en principal apareciendo como naming del club, ha mitigado el problema, pero no lo ha solucionado. Hacen falta más vías de financiación. De la aportación económica de la compañía se ha destinado una parte a la deuda contraída con la Seguridad Social (imprescindible para la operatividad de la entidad) y otra, al pago de jugadores, a quienes se les sigue adeudando una cantidad importante.

El origen del agujero económico del Ciencias está en un presupuesto descuadrado por tres razones, según explican a este periódico fuentes del club: el débito del anterior patrocinador (en torno a los 120.000 euros), la ausencia de ayudas institucionales por parte del Ayuntamiento de Sevilla y esa falta de un patrocinador principal que se ha subsanado en el último tramo de la temporada, a principios de mayo, cuando el club anunció un acuerdo para que Labiana, colaborador histórico del Ciencias, asumiera un papel principal. De las tres patas del banco se cayeron las tres... hasta que Labiana acudió al rescate.

Sin embargo, las deudas con los jugadores no se han liquidado, como varios de ellos han denunciado tras la eliminatoria con el VRAC aprovechando el altavoz de amplia difusión de las redes sociales. Hay jugadores a quienes se les debe más y a otros a quienes se les debe menos. Y también es cierto que hay algunos con problemas de primera necesidad para afrontar el día a día. Es un asunto serio que el club, con su presidente al frente, trata de arreglar llamando a todas las puertas posibles.

La deuda del patrocinador anterior (si se percibiera esa cantidad, el problema del club estaría resuelto) se ha puesto en manos de uno de los mejores bufetes de la ciudad y se confía en que se terminará cobrando. Por otro lado, la solicitud de créditos con hasta dos entidades bancarias ha sido denegada cuando parecía que alguno llegaría a buen puerto. Y no por la falta de avales sino de confianza en la capacidad de un club deportivo que, como muchísimos otros del país a estos niveles, gasta lo que genera. Ni más ni menos. En el Ciencias, todo el dinero se destina a jugadores, la escuela y los gastos operativos y de logística.

Como la vía crediticia está en punto muerto, desde la cúpula directiva se han ido aportando cantidades dinerarias a título personal arriesgando patrimonio para ayudar a los jugadores. Con el Ayuntamiento tampoco se avanza por ahora. El actual Gobierno ya explicó que la quiebra de Contursa privó a muchos clubes de la ciudad de esas ayudas institucionales que necesitan. Entre ellos el Ciencias, un histórico en apuros con tres Copas del Rey y dos Ligas en sus vitrinas, entre otros hitos, amén de una escuela importante, con 500 niños jugando al rugby.

Reconociendo la complejidad de la situación a causa de un problema que está obligado a zanjar cuanto antes con sus jugadores, desde el club llaman a la calma. Se insiste en que la viabilidad del club no corre peligro y se confía en que el trabajo que ya se está realizando para la próxima temporada puede dar sus frutos en forma de patrocinios importantes y algún otro proyecto que repercutiría en beneficio del club. En septiembre podrían aliviarse las arcas. Aunque en sus reclamaciones en las redes remarcan los jugadores que los compromisos se han ido incumpliendo, y es cierto por las razones previamente explicadas, el Ciencias los ha adquirido con ellos, como no puede ser de otro modo, para abonar la deuda. El club científico, pese a todas las dificultades, mantiene de momento su idea de conservar su estatus competitivo actual con vistas a la próxima campaña en División de Honor.

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