Fallece en Moscú Mstislav Rostropovich, el mejor violonchelista de la historia

El corazón de Rostropovich dejó de latir ayer por la mañana en la habitación que tenía asignada en el Centro Oncológico de Moscú, inmenso hospital especializado en la cura de tumores cancerígenos. Desde el pasado mes de febrero, el insigne músico había sido sometido a dos intervenciones quirúrgicas en el hígado. Se recuperaba ya de la segunda operación, cuando, repentinamente tuvo que ser ingresado de nuevo el pasado lunes. Había cumplido los 80 años hacía justo un mes, el pasado 27 de marzo.

Según Dolezhal, Rostropovich venía arrastrando la grave enfermedad desde hacía tiempo, pero sin conseguir que su incansable vida profesional se detuviera. Los problemas de salud del colosal artista se agravaron en diciembre del año pasado, durante un viaje a la ciudad de Voronezh, en el sur de Rusia. A partir de aquel momento tuvo que cancelar todos los conciertos que tenía programados. En febrero recibió en el hospital la visita del presidente Vladimir Putin, quien le condecoró con la «Orden al Mérito».

La última aparición

Fue dado de alta el 7 de marzo, lo que le permitió asistir al homenaje organizado en el Kremlin con motivo de su cumpleaños. Entre los invitados de aquella velada estaban la Infanta Doña Cristina y su esposo, Iñaki Urdangarín. Slava, diminutivo de Mstislav y palabra que en ruso significa «gloria», acudió muy desmejorado. Pese a ello, bromeó con los asistentes al encuentro y les agradeció su presencia. Aquella fue la última aparición pública de Rostropovich. La primera fue un concierto que dio teniendo sólo 12 años.

A comienzos de abril volvía a ser hospitalizado y, el pasado día 17, sometido a una nueva operación. Un diario ruso, citando declaraciones de los médicos, aseguró que al maestro le habían «surgido serios problemas en el hígado y los intestinos». Pasar otra vez por el quirófano le debilitó hasta el punto de que los cirujanos evitaron hacer pronósticos sobre lo que pudiera venir después.

Completamente derrumbada, la viuda de Rostropovich, la soprano Galina Vishnievskaya, recibió ayer por teléfono el pésame de Putin. Galia y Slava llevaban 52 años juntos. Su gran amigo, el escritor Alexander Solzhenitsin, manifestó ayer que la muerte del violonchelista «es un amargo golpe para toda nuestra cultura». Natalia Dmitrievna, la esposa de Solzhenitsin, estaba también muy afectada.

«Lo mejor que he hecho en toda mi vida no ha sido la música sino aquella carta a «Pravda». Desde entonces mi conciencia está limpia», repetía a menudo Rostropovich. Se refería al texto que publicó el diario «Pravda, una carta abierta al dirigente soviético Leónidas Breznev, en defensa de Solzhenitsin, acosado entonces por el régimen comunista. Aquel acto de solidaridad con su amigo lo pagó con el exilio forzado y la pérdida de la nacionalidad soviética.

La capilla ardiente, que podrá visitarse durante todo el día de hoy, ha sido instalada en el Conservatorio de Música de Moscú. Los funerales tendrán lugar mañana en la Catedral de Cristo Salvador. A continuación, el cuerpo de Rostropovich recibirá sepultura en el cementerio de personajes ilustres de Novodevichie.