Los mejores libros nacionales de 2013
Cubierta de «En la orilla», de Rafael Chirbes - ABC

Los mejores libros nacionales de 2013

Las novelas de Jesús Carrasco, José Carlos Llop, Jesús Cañadas, Rafael Chirbes, Marc Pastor o Santiago Lorenzo, entre lo más destacado de la cosecha española este año

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Las novelas de Jesús Carrasco, José Carlos Llop, Jesús Cañadas, Rafael Chirbes, Marc Pastor o Santiago Lorenzo, entre lo más destacado de la cosecha española este año

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  1. «En la orilla», Rafael Chirbes

    Cubierta de «En la orilla», de Rafael Chirbes
    Cubierta de «En la orilla», de Rafael Chirbes - ABC

    Si con «Crematorio» Rafael Chirbes firmó la gran novela sobre la corrupción urbanística, en su última libro se adentra de nuevo en la corrosiva crisis que parece no tener fin. «En la orilla» comienza con el hallazgo de un cadáver en un pantano y narra la historia de Esteban, un carpintero que ha tenido que cerrar su negocio para cuidar a su padre, enfermo en fase terminal. A lo largo de la novela, escrita con un lenguaje directo y efectivo, Esteban se ve sumergido en su doble papel de víctima y verdugo (ha dejado en el paro a sus trabajadores) y analiza, no sin recelo, los valores que han conducido a la actual sociedad hasta la situación extrema que atraviesa. El protagonista se queda en la orilla, en una tierra de nadie, arrastrado por el fango de su propia ideología y la ajena.

  2. «Intemperie», Jesús Carrasco

    Cubierta de «Intemperie», de Jesús Carrasco
    Cubierta de «Intemperie», de Jesús Carrasco - ABC

    Jesús Carrasco ha logrado con «Intemperie» algo casi inaudito en el actual panorama editorial: su debut ha sido el más sonado de la temporada literaria. Pero es que, antes siquiera de su publicación en España, «Intemperie» fue un éxito en la Feria de Fráncfort, donde sus derechos fueron vendidos a Alemania, Estados Unidos, Holanda, Reino Unido, Francia, Italia, Noruega, Israel y Brasil. Se trata, sin duda, de una nueva voz clásica y moderna al tiempo. El lenguaje de Carrasco se enmarca en la mejor tradición narrativa en castellano para narrar, con dureza, un mundo rural y violento. Un niño escapa de casa y debe atravesar una llanura infinita para alejarse de lo que le ha hecho huir. Una noche se cruza con un viejo cabrero y, desde ese momento, ya nada será igual para ninguno. Mediante arquetipos como el niño, el cabrero o el alguacil, el autor construye un relato lleno de épica y dureza.

  3. «Divorcio en el aire», Gonzalo Torné

    Cubierta de «Divorcio en el aire», de Gonzalo Torné
    Cubierta de «Divorcio en el aire», de Gonzalo Torné - ABC

    «Divorcio en el aire», la tercera novela de Gonzalo Torné, confirma la senda que su autor inició en «Hilos de sangre» hacia un mundo que indaga en las profundidades de la condición humana mediante la literatura. El libro comienza cuando una pareja se traslada unos días a un balneario para intentar salvar su matrimonio y termina reflexionando, en definitiva, sobre la dificultad que conlleva el paso del tiempo y la irreversibilidad del mismo. «Divorcio en el aire» narra la universal negación del pasado y pone al lector ante el precipicio de su propia vida, sin remedio y con una intensa vocación provocativa.

  4. «Técnicas de iluminación», Eloy Tizón

    Cubierta de «Técnicas de iluminación», de Eloy Tizón
    Cubierta de «Técnicas de iluminación», de Eloy Tizón - ABC

    Eloy Tizón ha sorprendido este año con una colección de cuentos titulada «Técnicas de iluminación» (Páginas de Espuma), donde la claridad aportada por el título contrasta con el sombrío ambiente de muchos de los relatos. Tizón entiende la escritura de narraciones cortas como «algo casi respiratorio». Y el resultado a veces oprime hasta el aliento. Personajes al límite que se abren o se diluyen en la nada, fiestas que se deslizan a la pesadilla, sorpresas que quitan el sueño. caminos casi sin fin y vías muertas al infierno... «Técnicas de iluminación» tiene, para el autor una lectura literal, «tiene que ver con la luz como elemento físico; pero luego alberga un sentido metafórico, en el sentido de iluminación del personaje que recibe una revelación que le ayuda a entender quién es, dónde está, o como es el mundo que tiene alrededor».

  5. «La misma ciudad», Luisgé Martín

    Cubierta de «La misma ciudad», de Luisgé Martín
    Cubierta de «La misma ciudad», de Luisgé Martín - ABC

    Fue una oportunidad casi única la del protagonista de esta historia, Brandon Moy. La noche del 10 de septiembre de 2001, en Nueva York se encuentra con un antiguo compañero de juventud y se queda pensando en todos los sueños incumplidos de su vida. A la mañana siguiente, llegaba tarde a una reunión en las Torres Gemelas el fatídico 11 de Septiembre. En medio del desastre y la tragedia de tantos, él encontró algo así como un camino de retorno, de salvación personal y encontró también el valor para tomarlo. Dio por muerto al hombre que era, con su trabajo, familia y amigos, y decidió borrarse en un paisaje sin huellas. La prosa esencial de Luisgé Martín abría aquí un camino poco transitado. Es una novela y es una delicia.

  6. «El luthier de Delft», Ramón Andrés

    Portada de «El luthier de Delft»
    Portada de «El luthier de Delft» - abc

    El ensayo de alta cultura con vocación europea es una “rara avis” en la edición española. Autor de títulos imprescindibles como “El mundo en el oído. El nacimiento de la cultura” o el “Diccionario de música, mitología, magia y religión”, Ramón Andrés (Pamplona, 1955) fusiona en “El luthier de Delft” (Acantilado) música, arte y ciencia a partir de las obras del pintor Jan Vermeer, el filósofo Baruch Spinoza y el compositor Jan Pietrszoon Sweelinck. La cultura neerlandesa del siglo XVII permite al autor establecer relaciones entre los simbolismos estéticos, los materiales y sonidos de los instrumentos musicales, el protagonismo de la mujer en el arte y los avances científicos que modificarán la perspectiva pictórica como la óptica o el telescopio. Un lujo de erudición.

  7. «Los millones», Santiago Lorenzo

    Cubierta de «Los millones»
    Cubierta de «Los millones» - abc

    Esto, en realidad, tiene trampa: “Los millones” se publicó originalmente en 2011, pero ha sido este año, coincidiendo con el eco de los “Los huerfanitos” y la reedición de Blackie Books, cuando la primera novela de Santiago Lorenzo se ha convertido en un auténtico salvavidas en estos tiempos de gravedad. Y es que, más allá de lo lo hilarante de su presentación argumental –a uno del Grapo le toca 200 millones de pesetas en la Primitiva y, vaya por Dios, no puede cobrarlos porque no tiene DNI-, “Los millones” reengancha con una manera lúdica, divertida, nostálgica y quijotesca de entender la literatura. A caballo entre Poncela y Chesterton, entre Azcona y el “Lazarillo de Tormes”, “Los millones” hurga en el absurdo para retratar con pulso maestro el Madrid de 1986 y, por extensión, el pálpito de una sociedad a la que aún no había noqueado el mazo de la modernidad.

  8. «Solsticio», José Carlos Llop

    Cubierta de «Solsticio»
    Cubierta de «Solsticio» - abc

    Si los veranos enmarcan la única patria del ser humano que es la infancia, José Carlos Llop consigue revivir ese mágico microclima de cuando tenía cinco años: el Simca mil color cereza familiar aparcando en La Batería, enclave virgen de la costa mallorquina. En “Solsticio” (RBA), el escritor, memorialista y poeta aúna el sentimiento de insularidad con referencias literarias y materia mítica mediterránea. En un centenar de páginas Llop recupera una mirada sobre el mundo previa al oficio de escritor. Destilación proustiana, imágenes perdurables. Una Arcadia feliz sólo posible desde la literatura: cabras cuasi prehistóricas, la figura del padre militar, primeras lecturas de Karl May... Como advierte el autor: “No es tan importante lo que se vive como la forma de mirar aquello que se vive”.

  9. «Los nombres muertos», Jesús Cañadas

    Cubierta de «Los nombres muertos»
    Cubierta de «Los nombres muertos» - abc

    Adelantándose al revival Lovecraft que se prevé con la publicación, el próximo mes de febrero, de “En las montañas de la locura” y “El caso de Charles Dexter Ward”, ambas en Acantilado, el gaditano Jesús Cañadas le ha dado un tremendo revolcón a la literatura de género –y ahí cabe desde el thriller, el terror, la ciencia-ficción y, en fin, el pulp en su máxima expresión- con “Los nombres muertos” (Fantascy; Mondadori), novela impecablemente escrita que embarca al padre del terror literario en la búsqueda del “Necronomicón”. Un viaje frenético y alucinado con el que Cañadas recupera uno de los más célebres mitos lovecraftianos para situarse a la cabeza de la fantasía made in Spain y bordar una novela en la que caben desde las cuitas interiores del escritor estadounidense a aterradoras conexiones con el nazismo.

  10. «Bioko», Marc Pastor

    Cubierta de «Bioko»
    Cubierta de «Bioko» - abc

    Cambiando una vez más de pellejo y saltando de la novela negra de “La mala dóna” a la ciencia-ficción de “L’any de la plaga”, Marc Pastor centrifuga en “Bioko” (Planeta) la novela de aventuras y reivindica sin complejos la pasión por Salgari, Verne y Stevenson, sí, pero también por H. G. Wells, el misterio científico y la ficción histórica. Ambientada a finales del siglo XIX en la colonia penitenciaria de Fernando Poo, isla misteriosa en la que el Moisés Corvo de “La mala dóna” se ve obligado a convivir con atroces crímenes, extraños viajeros y restos de antiquísimos mitos, “Bioko” propone una refrescante y adictiva alternativa a la novela histórica saturada de datos y de inspiración más bien exigua.

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