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ABC Cultural

La impronta de Gistau en las nuevas generaciones, a debate

Rosa Belmonte, Jorge Bustos y Rebeca Argudo, en un coloquio moderado por Jesús García Calero, recuerdan la figura del columnista

De izquierda a derecha, Jesús García Calero, Rebeca Argudo, Jorge Bustos y Rosa Belmonte ÁNGEL DE ANTONIO

B. Pardo

Madrid

La gala tuvo este año una novedad: un coloquio para recordar a David Gistau, y para describir su impronta. Lo moderó Jesús García Calero, director de ABC Cultural, y participaron Rosa Belmonte, columnista de esta casa, Jorge Bustos, subdirector de 'El Mundo', y Rebeca Argudo, columnista de 'La Razón'.

«Gistau sigue presente en las nuevas generaciones, sigue en la boca de los periodistas jóvenes… Él, por cierto, probablemente estaría mirándonos con una media sonrisa sardónica, no se si viendo el fútbol o en París, escribiendo la epopeya de los jugadores marroquíes apoyados por sus madres». Recogió la palabra Bustos. «Para mí David fue el descubrimiento de una forma de hacer periodismo que se suponía que no se podía hacer. Hacía cosas que no eran académicamente correctas... Y para mí él tiene esa dimensión de maestro del oficio que no casa bien con la imagen indómita que él cultivaba», afirmó. Luego lo perfiló en cuatro palabras: independencia, irreverencia, impureza («en el mejor sentido: mezclaba la alta cultura con la cultura popular»), y estilo. «Tenía un fraseo muy característico, una sintaxis muy elaborada, yo creo que era una herencia de su cultura francesa... Yo he estudiado la sintaxis de David, el uso de la frase de relativo. Era una forma de construir las oraciones que no tiene nada que ver con otros».

«Yo no he estudiado la sintaxis de David Gistau», rio Rosa Belmonte. «Bueno, ni la de ningún otro. Gistau escribía muy bien y pensaba muy bien, y eso es lo que hace que Gistau fuera Gistau. Coincidí con David en Belgrado. No en una guerra, ni en un partido. No. En el Festival de Eurovisión al que fue Chikilicuatre», contó entre las carcajadas del público. Y ensalzó su ayuda, su amistad. «Para que una mujer triunfe en un mundo de hombres necesita la ayuda de los hombres. Yo tengo que agradecer mucho a David».

Rebeca Argudo destacó su imagen, su figura, su estilo fuera de página: «Era un personaje que ha creado marca. El negroni lo asocias con Gistau, y el boxeo, y ese desaliño como vikingo». También destacó que él abrió una puerta a una generación de columnistas, que revalorizó el género, que lo ensalzó. «Pero lo que más nos interesaba era su voz».

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