Etnia gitana
Está etnia siempre ha estado asociada al tópico despectivo de algún modo. No voy a entrar en los significados que antaño se daban, pero sí en los que hoy en día ciertos individuos se esfuerzan por asociar a las personas que forman parte de ella.
A menudo vemos en los medios de comunicación cómo se continúa resaltando la pertenencia a dicha etnia de la persona que es noticia, sin embargo no ocurre lo contrario cuando la persona de la que se habla es paya.
Los gitanos no lo son, por poseer unos rasgos raciales propios, pues los hay morenos de pelo liso o rizado; los hay también rubios de ojos azules; y de todos los colores, hasta conozco en Córdoba a uno pelirrojo.
Los gitanos, por muchos chistes que se hagan sobre ellos, tampoco tienen un acento o pronunciación particular, ya sabemos del famoso: «malacaton» o «fragoneta». Es una forma más de encasillar o encuadrar al gitano con la incultura.
Pero también existe la mala costumbre de la que algunos suelen echar mano cuando tienen una disputa con un gitano, y es la de señalar que pertenece a dicha etnia.
Aunque nuestras leyes promulgan la igualdad, siempre hay quienes echan mano del tópico como jarrillo de mano para buscar algo de exculpación. Ahora, ante todo lo expuesto cabe preguntarse, cómo es un gitano.
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