Captan ondas de radio procedentes de un extraño púlsar que no debería emitirlas
Los astrónomos creen que se trata de un nuevo tipo de estrella de neutrones nunca observada hasta ahora

Se llama PSR J0901 y es algo que hasta ahora ningún astrónomo había visto antes. Se trata de un púlsar , un tipo de estrella de neutrones, el cadáver compacto, giratorio y altamente magnético de una antigua estrella, pero de un tipo desconocido hasta ... ahora. Una 'especie' de púlsar totalmente nueva para la ciencia y que un equipo internacional de investigadores describe en 'Nature Astronomy' .
La característica más extraña de este objeto es su sorprendentemente lenta rotación, una vez cada 76 segundos, algo que desafía lo que sabemos, o creíamos saber, sobre estos poderosos objetos. Como si se tratara de faros en el espacio, los púlsares emiten potentes haces de radio mientras giran. Y cada vez que, en su barrido, ese haz apunta hacia la Tierra, puede ser detectado por los radiotelescopios. Lo que ven entonces los instrumentos es un 'pulso' (de ahí su nombre) que brilla intensamente en las longitudes de onda de radio cada vez que el 'faro' apunta en nuestra dirección, una vez por cada giro del púlsar. Normalmente, esos pulsos se suceden muy rápido, cada pocos segundos e incluso con apenas unos milisegundos de diferencia entre uno y otro, lo que denota la rapidísima rotación que suelen tener estos cadáveres estelares.
Pero con su periodo de 76 segundos entre pulso y pulso, PSR J0901-4046 es algo totalmente diferente, tres veces más lento que el poseedor del récord anterior, un pulsar publicado en 2018 que rotaba sobre sí mismo una vez cada 23,5 segundos.
Un 'bicho raro' entre los púlsares
Se trata de un auténtico 'bicho raro', pero aún así tiene más de una característica en común con sus parientes más veloces. Lo cual hace pensar a los astrónomos que queda aún mucho por aprender sobre las 'especies' y la evolución de los diferentes tipos conocidos de estrellas de neutrones. Todas ellas, por ejemplo, son objetos muy compactos, lo que queda después de la explosión de una estrella muy masiva, pero sus características pueden variar. Y una de esas variedades son, precisamente, los púlsares.
PSR J0901 está 'aquí mismo', dentro de nuestra galaxia y a solo 1.300 años luz de distancia de la Tierra. Y los autores del hallazgo, bajo la dirección de Manisha Caleb, astrofísica de la Universidad de Sidney, lo encontraron revisando datos del radiotelescopio MeerKAT, en Sudáfrica.
Tras el descubrimiento, los investigadores decidieron llevar a cabo nuevas observaciones con MeerKAT, y aparte de la rotación extraordinariamente lenta, se dieron cuenta de que la velocidad de giro se va reduciendo con el tiempo. Lo cual indica que algo muy raro le está sucediendo a este púlsar. En teoría, y debido a su lentitud, PSR J0901 no debería de estar emitiendo ondas de radio. Pero lo hace.
Según explica Caleb, todas las estrellas de neutrones van perdiendo energía a medida que envejecen, lo que hace que giren más y más lentamente. Y según los cálculos, "en algún momento agotan toda su energía y dejan de emitir por completo", desapareciendo de los detectores.
Un poderoso campo magnético
El período de rotación de un púlsar y la desaceleración de su giro se relacionan con la fuerza de su campo magnético, que acelera las partículas que emanan de la estrella y, a su vez, genera ondas de radio. Cualquier estrella de neutrones que gire tan lentamente como PSR J0901-4046 está en este 'cementerio' estelar y no debería producir señal de radio alguna.
El hecho de que no sea así indica que se trata sin duda de un nuevo tipo de púlsar, una especie única y nunca vista de estrella de neutrones. Caleb y su equipo calcularon el campo magnético del púlsar a partir de la velocidad con la que su giro se está desacelerando, y resulta que es increíblemente fuerte, similar al de los magnetares , otra de las familias conocidas de estrellas de neutrones. Esto sugiere que PSR J0901-4046 podría ser lo que se conoce como un 'magnetar inactivo', es decir, un púlsar con campos magnéticos muy fuertes que ocasionalmente emite ráfagas brillantes y energéticas de rayos X u otra radiación. Pero es pronto para decirlo. "Vamos a necesitar -dice Caleb- medir la emisión de rayos X y observarlo en el ultravioleta para confirmar si se trata realmente de un púlsar o de un magnetar".
Mientras, el equipo de astrónomos sigue tratando de exprimir los datos disponibles en busca de más información. Y ya planean modificar sus programas de análisis para buscar otros púlsares similares o incluso tipos de estrellas de neutrones aún más extraños y misteriosos. "Para mí, lo más dulce de la astronomía -dice Ian Heywood, de la Universidad de Oxford y coautor de la investigación- es lo que aún está esperando a que lo encontremos".
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