tribuna abierta
Primeras impresiones
Los socialistas no merecemos aún la confianza de quienes comparten nuestro mensaje crítico con respecto a las políticas de austeridad y al rumbo de la construcción europea en los últimos años
Los resultados del PSC en las elecciones del pasado domingo han sido un desastre sin paliativos. Son los peores resultados electorales de nuestra historia, a pesar de la vibrante campaña protagonizada por nuestros candidatos y activistas, especialmente por Javi López y Esther Niubó. Al obtener 358.539 votos, hemos perdido un 49,4% de los que obtuvimos en 2009, proporción bastante cercana al 41,6% de votos perdidos por el PSOE, que ha conocido también el peor resultado de su historia. En 2009 los votos catalanes suponían un 11,5% de los votos del PSOE y en 2014 han sido casi un 10%.
Los socialistas no merecemos aún la confianza de quienes comparten -y son muchos a tenor de los resultados- nuestro mensaje crítico con respecto a las políticas de austeridad y al rumbo de la construcción europea en los últimos años. Los ciudadanos recuerdan con amargura que la crisis llegó cuando gobernábamos y que las políticas que hoy criticamos fueron iniciadas por gobiernos socialistas que no tuvieron más remedio que aceptar las imposiciones de Bruselas y la troika. Por ello los socialistas no somos aún creíbles para abordar una crisis sistémica que abarca no sólo cuestiones socioeconómicas, sino también democráticas, europeas y nacionales (es decir, las referidas a las relaciones entre Cataluña y el resto de España). Un resultado tan contundente requiere de un análisis profundo y de una reacción proporcionada que excede un artículo de estas características y que los socialistas nos aprestamos a realizar tanto en Cataluña como en el conjunto de España. Sin perder de vista que también en el conjunto de Europa retroceden los grandes partidos e irrumpen fuerzas de carácter populista y euroescéptico..
No quisiera dejar de comentar alguna cuestión específicamente referida a los resultados de estas elecciones en Cataluña. Hay quien ha querido señalar una participación superior a la media española (45,84%). Sí, casi dos puntos más (47,63%), aun siendo inferior a la registrada en Castilla y León, Comunidad Valenciana, Madrid y La Rioja. E inferior también a la registrada en el referéndum sobre el Estatuto de 2006 (49,41%), que fue considerada un fiasco. También se subraya el importante apoyo obtenido por CiU y ERC, un destacable 45,53% por el que les felicito, similar por cierto al obtenido en las últimas elecciones al Parlament de Catalunya que fue del 44,4%. Del mismo modo que el PSC, tercera fuerza política catalana, ha obtenido un 14,28% de los votos, muy similar al 14,43% que obtuvo en noviembre de 2012. Nadie, tampoco quienes planteaban estas elecciones como un test sobre la consulta, debería sacar conclusiones apresuradas.
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