JJ.OO.
Londres 2012: Wu Minxia, la saltadora a la que el oro le supo amargo
La deportista china descubrió, tras ganar una medalla de oro, que su familia le había ocultado la muerte de sus abuelos y la lucha de su madre contra el cáncer para no desconcentrarla

El domingo pasado era un día alegre para la saltadora china Wu Minxia ya que, junto a su compañera He Zi, había obtenido la medalla de oro en la prueba femenina de trampolín de tres metros sincronizado . Pero no sólo eso, sino que además la deportista sabía que se acababa de convertir en la única atleta de los Juegos Olímpicos en lograr el oro en tres de esas citas consecutivas
Munxia no cabía en sí de gozo, todo el trabajo de una vida se acababa de materializar nuevamente en éxito. Sin poder evitarlo, una amplia sonrisa brotó en su cara al conocer la victoria, e, incluso, alguna lágrima de alegría se derramó por su mejilla de tan sólo 26 años.
Sin embargo, con el triunfo llegaron también las malas noticias. Sus padres, satisfechos por haber honrado a su país con la nueva medalla de oro de su hija, consideraron que ya era el momento de explicarle que en su ascensión hasta la cima del salto olímpico se habían sucedido varias dificultades familiares que no le habían comunicado. Y es que, mientras ella se había marchado de su casa a entrenar, sus abuelos habían muerto y su madre llevaba luchando contra un cáncer más de ocho años.
Sus padres creen que haber contado a su hija las desgracias la habría descentrado
Las lágrimas volvieron a brotar, aunque, esta vez, no fueron de regocijo, sino de una mezcla de desesperación y pena. Al parecer, su familia consideró que estos hechos eran lo suficientemente impactantes como para desconcentrar a Minxia de su objetivo en la vida – la victoria –, por lo que decidieron que lo mejor era guardarlos en un cajón bien profundo hasta que llegara el momento de que volvieran a ver la luz. En este caso, se lo dijeron después de una de las victorias más importantes de la joven.
«Nunca hablamos de asuntos familiares con nuestra hija», es lo que el padre de la clavadista, Wu Jueming , declaró al diario «Shanghai Daily» tratando de defender la decisión que habían tomado en el momento en que Minxia comenzó su carrera como deportista olímpica.
Los ejemplos de cómo se llevó a cabo este engaño muestran hasta que nivel se puede ansiar una victoria. «Wu nos llamó cuando su abuela acababa de morir. Apreté los dientes y le dije: 'todo va bien, no hay ningún problema' », declaraba Jueming al diario. El padre de la nadadora lo tenía claro, era esencial «esencial» mentir a su hija para salvaguardar la posibilidad de obtener el oro . Su madre lo veía también de la misma forma y, de hecho, prefirió mantener su lucha contra el cáncer de mama apartada de su hija para no desconcentrarla.
La decisión de la familia puede parecer fácil si se considera la situación que se vive en China según han declarado alguno de sus comentaristas deportivos. Uno de ellos, Liu Hongbo , del « Oriental Morning Post», no se ha mordido la lengua y ha explicado como los atletas son apartados de sus familias y de la realidad desde muy jóvenes para basar su vida en un único objetivo: obtener el oro en los JJ.OO..
«Ganar una plata (en China) es descrito como 'un fracaso para obtener el oro'»
«Perder una competición se vuelve 'humillante'. Ganar una medalla de plata es comúnmente descrito como 'un fracaso para obtener el oro'» afirmaba a su vez el comentarista, que incluso llegó a determinar que la familia del atleta deja de ser bien vista si éste no vence en su prueba.
La veda ha sido abierta y ahora las críticas se ciernen sobre China, cuyas prioridades han convertido la victoria deportiva de Minxia en una desilusión en sólo unos pocos días. Si las cosas cambiarán o no, sólo el tiempo nos lo dirá.
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