Ferrari no espera más

Obligado a la reacción e inmerso en un proceso de estrés total. La pujanza de Red Bull ha desplazado a Ferrari hacia esa coyuntura . Con sólo dos carreras en la mochila y treinta puntos de desventaja, la escudería italiana ha acelerado todos los plazos y anuncia avances técnicos inminentes para el Gran Premio de China de este fin de semana. Un nuevo alerón delantero, pieza aerodinámica de diseño contrarreloj que pretende el propósito último: pegar el Ferrari al suelo.

Tres ejecutivos de Ferrari subieron el pasado domingo por la noche a un avión en el aeropuerto KLIA de Malasia con destino a Roma. Stefano Domenicali, director del equipo, Aldo Costa, jefe de diseño, y Pat Fry, responsable de estrategia, cenaron 9.960 kilómetros en una noche de viaje exprés que perseguía un objetivo: apremiar a los trabajadores de la fábrica en Maranello para que la pieza en cuestión estuviese lista para este mismo viernes.

Las prisas se han convertido en urgencias. En la guarida del «cavallino» se temía un proceso involutivo, similar al del curso pasado. Ferrari empezó ganando, pero reaccionó tarde con evoluciones en su monoplaza. Red Bull se escapó a más de un segundo por vuelta y ya se habían tachado siete grandes premios del calendario. En 2011, Ferrari no espera más.

No esperó el presidente Luca di Montezemolo, que cogió el teléfono para hablar con Alonso tras la carrera del pasado domingo y que el martes se reunió con Domenicali y los ejecutivos senior. «Estoy seguro de que sabemos cómo reaccionar para volver a ser competitivos», aseguró Montezemolo, especialmente atento con Massa: «Me gusta cómo está conduciendo, con bravura y agresividad».

Según ha trascendido de la conversación entre Alonso y Montezemolo, el problema del Ferrari son los neumáticos Pirelli. No consiguen calentarse a tiempo antes de desgastarse y eso merma el rendimiento del coche. Y cuando esto pasa, el Ferrari F150 suelta virutas de goma de 10 gramos. La rueda pierde un par de centímetros de diámetro.

Siempre con los pies en la tierra, lejos de extraños cálculos o venta de humo, Alonso se coloca en su lugar. «No creo que haya ningún milagro en China», dijo en Shanghai. Y no cree por varios motivos. Y el principal consiste en que los fórmulas no vuelan por una pieza más o menos: «No hay secretos en la Fórmula 1 actual . La aerodinámica es hoy lo principal. Si estamos por detrás de los líderes, es porque no hemos desarrollado el coche lo suficiente a nivel aerodinámico».