«Voy a pedir una refinanciación de la deuda de la Complutense»

MARIA ISABEL SERRANO

17/03/2011
Actualizado 21/03/2011 a las 13:13h.

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Como vicerrector no suelta prenda de cómo va la restauración de la antorcha que, hace un mes, los vándalos arrancaron a la estatua el caballo. Como candidato al Rectorado de la Complutense sospechamos que Carlos Andradas tiene algo en mente.

—¿No querrá hacerse la foto electoral devolviendo su emblema a «Los portadores de la antorcha»?

—[Carcajada] ¡Oiga, no me de usted ideas!

—¿Cómo se lleva lo de ser el candidato oficialista, la continuidad del «berzosismo» en la Complutense?

— Tengo mi propia identidad. El lema de mi campaña lo dice: «Un nuevo impulso». La palabra «nuevo» no es accidental. El proyecto, partiendo de lo que hay, va a ser nuevo. Va a haber una nueva persona al frente del Rectorado, y espero ser yo. Un nuevo equipo para situar a la UCM en niveles internacionales

—¿De excelencia o «exelencia»?

—[Más risas] Le confieso que fui yo quien se dio cuenta de aquella errata.

— Seleccione los tres pilares de su «nuevo impulso».

—Primero, el talento. Captación y estímulo del talento. Para estudiantes (postgrado y doctorado), profesorado y, también, personal de administración y servicios (PAS). Segundo: abrirse a otras universidades. Un dato, solo el 3 por ciento de nuestros docentes no son españoles. Tercero: ir a un funcionamiento y un actuar por objetivos.

—¿Es difícil ser candidato cuando todos le apuntan a usted, que es vicerrector, como el que se aprovecha del aparato de propaganda de la Universidad? De hecho, el secretario general de la UCM ha pedido, vía «e-mail», adhesiones a su candidatura y, además, su jefe de campaña es el jefe de Gabinete del rector Berzosa.

—Es la imagen que se quiere dar. Hemos actuado con exquisita delicadeza para deslindar ambas cosas. Todos los actos que hago los convoco como Carlos Andradas y desde mi casa. No hemos utilizado el aparato de la Universidad. Evidentemente, tengo que compaginar mi candidatura con el trabajo ordinario.

— ¿Y las 94 cátedras que están saliendo ahora?

—Eso está aprobado por el Consejo de Gobierno en diciembre de 2010, que, incluso, lo adelantamos para que no se mezclara con el periodo electoral. Mire usted, hay muchos candidatos que lo que están proponiendo es la promoción automática.

— ¿La deuda de la UCM revela una pésima gestión?

—La deuda está ahora en 124 millones de euros. A veces, deber dinero es síntoma de buena gestión. Haces cosas que pagas como puedes. No me preocupa en exceso. La cuestión es a qué velocidad podemos saldarla. Eso depende de la inyección que recibamos de la Comunidad de Madrid y de si nos dejan pedir un crédito. Queremos refinanciar. Lo vamos a pedir para pagar en cómodos plazos.

— ¿Se ve de Rector?

—Sí claro. Con 6 candidatos el voto se reparte, pero confío en la sensatez de la comunidad universitaria.

—¡Vaya la que ha liado con la amenaza de cerrar colegios mayores!

—No voy a cerrar ninguno. Alguno, como el Nebrija, puede tener una parte de residencia, es decir, una oferta diferenciada, por 300 euros al mes. La reconversión del Cisneros, que redacté yo, está aparcada.

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