Batasuna hostiga a Aralar para llevar a Navarra su pacto con EA
La coalición ilegal intenta desprestigiar a Patxi Zabaleta para enfrentarlo con su militancia
J. PAGOLA / G. MORENO
MADRID / PAMPLONA
Batasuna ha emprendido una campaña de acoso y derribo contra Patxi Zabaleta con el objetivo de reventar Aralar y allanar el camino para extender a Navarra la alianza que ha firmado en el País Vasco con Eusko Alkartasuna. Al mismo tiempo, la coalición ilegal presiona a los militantes navarros de EA para que rompan sus compromisos con Nafarroa Bai y se embarquen en la aventura del «polo soberanista» que han iniciado sus «hermanos vascos».
Fuentes conocedoras del proceso estratégico iniciado en la «izquierda abertzale» aseguran que, lograda en el ámbito vasco la absorción de EA, el siguiente objetivo de Batasuna será la «reconquista» de las posiciones que tuvo en Navarra durante los «años de plomo». Resulta que en el Viejo Reino, el partido de Peio Urízar, en un alarde de «fulaneo» político, mantiene con Aralar un acuerdo básico para concurrir juntos a las elecciones municipales y forales de 2011, a
través de una reedición de la coalición Nafarroa Bai. Algo incompatible con la ambición tradicional de los «batasundikes» de dirigir y controlar cuantas iniciativas se puedan llevar a cabo en defensa de la autodeterminación.
Así es; en el escrito «coyuntura electoral» distribuido recientemente en las asambleas de «herrialdes», Batasuna desvela sus intenciones de liderar a las «fuerzas independentistas vascas» para convertirse en la primera fuerza política de Navarra. Por ello, «se dispone a articular todo el espacio de izquierdas y abertzale de Navarra. Esa es la garantía para el cambio político y social». Es más, añade, «si existe voluntad por parte de otros agentes y los acuerdos lo permiten, el espacio abertzale y de izquierda podría ser la primera fuerza política del herrialde (Navarra) por primera vez en la historia reciente» (sic).
«Falso abertzale»
Así que, a corto plazo, el gran obstáculo para las ansias expansionistas de Batasuna
en Navarra se llama Patxi Zabaleta. Y contra el líder de Aralar y su entorno más próximo ha emprendido una campaña de acoso y derribo. El objetivo es desprestigiarle como «falso abertzale» y airear supuestas contradicciones con las bases de su partido, a las que quiere captar. Todo ello con la complicidad, si no auxilio, de los dirigentes de EA.
En otro documento interno, divulgado también en las asambleas locales, Batasuna denuncia «la cerrazón en la defensa de posiciones meramente personalistas y ligadas al mantenimiento de ciertas cuotas de poder» de Patxi Zabaleta y demás dirigentes de la partido. A partir de ahí incluye una suerte de supuestas contradicciones entre los intereses «particulares»de Zabaleta y los de la base social de Aralar. Así, por ejemplo, asegura que mientras la dirección considera «insuficiente» el debate interno llevado a cabo en Batasuna, «cientos de votantes» de Aralar han participado con «valiosas aportaciones».
Además, intriga Batasuna, mientras
Zabaleta arremete contra el «polo soberanista» y exige como condición previa el fin de ETA, sus bases «se ilusionan y lo respaldan». Denuncia también a los dirigentes de Aralar, a los que tacha de «mitxelines acomodados», por preferir pactos con el PNV. Asimismo, les acusa de boicotear la unión de los independentistas y de arrinconar a quienes apuestan por un acercamiento a Batasuna, todo ello, a espaldas de los militantes.
En otro boletín interno que difunde Batasuna en Navarra, se arremete contra Patxi Zabaleta por «defender los mismos postulados del PSOE». En este sentido, se le atribuye al líder de Aralar haber sostenido que Rodríguez Zapatero «no puede meterse en un proceso de solución al conflicto sin saber cuál va a ser el final», en referencia a que antes de emprender cualquier negociación deben exigirse garantías de que ETA no la reventará con atentados al estilo de la salvajada de la T-4.
Candidaturas trampa
Los dirigentes de Batasuna
consideran máxima prioridad recuperar su presencia institucional en el Parlamento de Navarra, del que quedaron apeados en los comicios forales de 2007 tras ser ilegalizadas las dos candidaturas trampa que habían presentado. Y son conscientes, además, de que, en el remoto caso de que pudieran presentarse a las próximas elecciones de 2011, su adversario a batir sería Nafarroa Bai, cuyo epicentro es Aralar, una vez que EA está en vías de extinción. El partido de Zabaleta irrumpió con fuerza en 2007 hasta el punto de convertirse en la segunda fuerza en la Cámara foral empatada con el PSE con doce escaños.
Dentro de esta misma estrategia, Batasuna está presionando ahora al «compañero de viaje» Peio Urízar para que a su vez «convenza» a los militantes navarros de EA para que se adhieran sin reservas a la alianza soberanista. En Aralar existe la convicción de que la reciente alianza soberanista firmada entre Batasuna y EA no tenía como objetivo «partir en dos» la estrategia del Estado,
como se ufanan los «batasunkides», sino «partir en dos» Nafarroa Bai.
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