Despertar de un mal sueño nunca es fácil, así que intentar salir indemne de una 'pesadilla en la cocina' siendo visto por millones de personas es, cuanto menos, arriesgado. Los restaurantes por los que pasa el chef Chicote caminan por una fina cuerda que puede hacer que caigan a un lado u otro: Aprovechar el impulso, la renovación y los consejos del programa para salir relanzados hacia el éxito o, por contra, hundirse más de lo que estaban tras mostrar a toda España las miserias que esconden los muros de su cocina. [Fotogalería:Los mejores estilismos y las frases más 'directas' de Chicote en 'Pesadilla en la cocina]
Los siete restaurantes por los que ha pasado Chicote hasta el momento han vivido suertes dispares. Dos de ellos, El Castro de Lugo en Madrid y El Nuevo Da Vinci en Alicante, tuvieron que cerrar tras la visita del chef. Por contra otros encontraron la llave del éxito.
Cierres pese a los consejos de Chicote
El Castro de Lugo, el restaurante donde Chicote vomitó, se convirtió en el «Pesadilla en la cocina» más visto de los emitidos hasta la fecha, sin embargosu reconversión no fue suficiente para paliar las pérdidas que arrastraba y tuvo que cerrar. Tras su clausura, un cartel aparecía colgado en la puerta anunciando la próxima apertura de una nueva cervecería-restaurante llamada Gallo Azul, aunque de momento no se sabe si el dueño estará relacionado con el Castro de Lugo.
Los capítulos que ahora se están emitiendo fueron grabados antes del verano, como el caso del 'Da Vinci', en Alicante. Tras la reforma este restaurante estuvo funcionando muy bien durante los meses estivales, según reconoció su hijo, pero ahora ha tenido que cerrar por los problemas que el padre ya mostró durante la visita de Chicote. Pese a las dificultades, el joven chef Rafa Soler, hijo del propietario del Nuevo Da Vinci, ha sabido enfocar su talento culinario –ha ganado varios premios por su cocina– y se ha embarcado en un nuevo proyecto gastronómico denominado Aticcook.
Una de las quejas de estos dos restaurantes fueron los cambios en la carta y las reformas, algunas de las cuales tuvieron que «rehacer» tras la marcha de las cámaras del programa. Este es el caso también de La Reina del Arenal, cuya polémica por tratar de frenar la emisión de su programa hizo que tuviera aún más éxito. Sus propietarios reconocieron que «todos los cambios en la decoraciónfueron una chapuza que ha habido que arreglar».
Pese a esto, los propietarios reconocieron en una entrevista hace pocos días en ElCorreo.com que «ahora mismo tenemos el local a tope», aunque matizaban: «Salir en el programa ni nos quita ni nos da clientes». Por este motivo comentaron que «queremos zanjar el asunto, que no se le dé más publicidad; nuestros problemas son con la productora, no con Chicote. Él hace un papel», zanjaron.
Levantarse tras la 'pesadilla'
En el lado contrario están 'La Tana' y 'El gusto es nuestro', y 'El Último Ágave' que supieron aprovechar mejor que nadie el impulso que les dio Alberto Chicote. En el caso de La Tana, restaurante ubicado en Pinto, el chef les recomendó «crear una identidad propia»; y eso es precisamente lo que han hecho. Ahora se refieren al restaurante como «La Nueva Tana 100% identidad» y el propio Chicote reconoció que «ahora le va mucho mejor».
«El gusto es nuestro» sufrió una reconversión similar. Los propietarios aceptaron las directrices de Chicote y aumentaron su clientela. Antes de la llegada de Chicote el restaurante solo daba pérdidas y tras el paso del programa los beneficios llegaron por fin.
La primera visita de Chicote a la cocina de 'El Último Agave' acabó con el descubrimiento de un ratón. A partir de ahí nada podía ir a peor. Tras los primero enfrentamientos 'programados', la relación del chef y los propietarios mejoró con el paso de los días. Los socios responsables del restaurante, Roberto y Sergio, han reconocido a ABC.es que «el paso de la producción de 'Pesadilla en la cocina' fue muy positivo» ya que han visto incrementado su público, «tanto fidelizados como curiosos». A Alberto Chicote le recuerdan con cariño ya que «entre bambalinas es una persona muy tranquila, sería y correcta» y reconocen que hay «unos toques de euforia y propios de una producción de televisión la cual contempla situaciones, algunas reales y otras no ficticias», pero siempre buscando «un resultado positivo» para el restaurante. Por este motivo están dando continuidad a los consejos de Chicote que les ha devuelto el éxito.
Homenaje en el Dómine Cabra
Su propietario ya estaba luchando contra el cáncer durante la grabación
Habrá que esperar hasta el 3 de enero para que las cámaras vuelvan a entrar en las cocinas «rehabilitadas», ya que ese día la cadena emitirá un programa especial con el después del paso del «huracán Chicote» por los restaurantes. Ese día veremos realmente si las mesas están tan llenas como aseguran sus propietarios o si mantienen los consejos que el equipo de 'Pesadilla en la cocina', con Alberto Chicote, al frente les dieron.





















