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artes&letras castilla-la mancha

Lugar para el reencuentro (23): Ser hijo predilecto

«La fuerza de su verso me acompaña al pronunciar mis palabras de gratitud...Juan Antonio Villacañas por fin es reconocido en su tierra»

Lugar para el reencuentro (23): Ser hijo predilecto abc

por beatriz villacañas

El 23 de enero, día de San Ildefonso, patrón de la ciudad, emprendo mi viaje hacia Toledo. No es un viaje largo, pues voy desde Madrid, pero es, sin duda alguna, un viaje intenso. Intenso en emoción: esa tarde va a tener lugar el Acto de Entrega de Honores y Distinciones en el hermosísimo lugar que fue convento medieval y es ahora el Centro Cultural San Marcos. Van a nombrar, a título póstumo, a Juan Antonio Villacañas, mi padre, Hijo Predilecto de Toledo. Presidido por el alcalde y autoridades, el acto consigue ser a la vez solemne y entrañable. Se honra y distingue a instituciones y personas, a los que desde aquí felicito de nuevo. La emoción alcanza su cota más alta en el nombramiento de Ciudadano de Honor al joven montañero Eduardo del Blanco Adán, fallecido heroicamente, y cuyo padre, Carlos, llega directamente al corazón del auditorio con sus palabras y sus lágrimas. Belleza y llanto unidos, y mi recuerdo ahora, y ya siempre, para él y para sus padres.

Llega el momento del nombramiento de Juan Antonio Villacañas y tengo el honor de recoger el bello pergamino que lo acredita. La fuerza de su verso me acompaña al pronunciar mis palabras de gratitud. Allí mismo recuerdo a mis familiares y amigos presentes y a todos aquellos, tan numerosos y, que desde tan importantes ámbitos literarios y académicos, desde España y fuera de España, algunos desde el otro lado del Atlántico, secundaron con entusiasmo e incondicionalmente este nombramiento: Sí, Juan Antonio Villacañas, tan reconocido y admirado en tantos e incluso tan lejanos lugares, cuya palabra esencial llegó tan hondo y tan lejos, por fin es reconocido en su tierra, lo que ya empezó con la dedicatoria de la Feria del Libro de Toledo en 2010, cuyo Pregón Inaugural tuve la satisfacción profunda de pronunciar, y con la colocación de una placa en la casa donde nació. Sí, a Juan Antonio Villacañas Toledo le ha hecho su Hijo Predilecto. Ahora ya no podemos verle pasear por sus calles, o ir hacia el Ayuntamiento a ganarse el pan de cada día, pero su palabra de poeta auténtico sigue con nosotros, nos acompaña y nos arropa. En cualquier lugar y, desde luego en Toledo, tan cerca de nosotros.

Amor cantando, amor entre la gente./ Gigante oculto. Amor en miniatura. / Alegre amor. Amor de la amargura. / Pena que ríe milagrosamente.

(JUAN ANTONIO VILLACAÑAS)

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