Vecinos de Pepino siguen su lucha contra una planta de biomasa
No comparten el emplazamiento elegido por la empresa por su cercanía con las viviendas
Vecinos del municipio toledano de Pepino que han formado una plataforma contra la instalación de una planta de biomasa junto a sus domicilios ofrecieron ayer una rueda de prensa en Talavera de la Reina para trasladar que siguen luchando para evitar esta instalación.
José de las Heras, portavoz de la plataforma vecinal, indicó que no se niegan a que una central de este tipo se instale en la zona, pero están rotundamente en contra del emplazamiento elegido por la empresa Talavera Biomasa, por la cercanía a viviendas de la urbanización El Chaparral y a empresas de polígonos industriales próximos.
Según trasladó la plataforma, tras entregar más de 3.200 firmas en la Dirección General de Medioambiente el pasado 21 de marzo, el día 23 de abril tienen un encuentro con la Dirección General de Industria y ese mismo día, por la tarde, habrá asamblea informativa en Pepino, en la que animan a participar a todos los vecinos.
El Gobierno de Castilla-La Mancha está estudiando el proyecto modificado presentado por la empresa tras un informe negativo previo para determinar si cumple los requisitos medioambientales pertinentes y permitir su instalación, aunque los afectados no quieren esperar a ese dictamen para dejar patente su oposición.
Preocupación
Según trasladó De las Heras, hay «preocupación vecinal» porque la parcela en la que se plantea levantar la central de biomasa está a unos 150 metros de algunas viviendas, porque en el cercano polígono Valdefuentes hay una residencia de ancianos y porque hay un colegio apenas a 800 metros del lugar.
La plataforma pidió que si la planta sigue adelante se traslade a varios kilómetros de distancia, alejada de cualquier núcleo de población, y cuestionó la capacidad de la zona para suministrar las 17 toneladas de restos forestales que, según dijo, quemará la central cada hora.
También indicaron que están preocupados por el gasto de agua que conllevará el funcionamiento de la citada planta y por el destino de las aguas residuales que genere, dada la cercanía con el embalse de La Portiña, de la Confederación Hidrográfica del Tajo.
La plataforma ha calculado que puede haber unas 4.000 personas directamente afectadas si la central sigue adelante y cuestinó los cien puestos de trabajo aproximadamente que se anuncian con el proyecto, pues considera que serán muchos menos y que incluso la planta puede influir en que se eliminen algunos de empresas que ya operan en las cercanías.
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