infraestructuras
El vial de Toledo que unirá los barrios de Azucaica y el Polígono absorberá entre 11.934 y 20.217 vehículos al día en 2026
La horquilla depende del porcentaje de tráfico que la nueva conexión reste a la saturada TO-23. El estudio técnico considera ideal un desvío a la vía alternativa del 20% aunque podría alcanzar el 34%
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El nuevo vial que conectará los barrios toledanos de Azucaica y Santa María de Benquerencia absorberá en 2026, su primer año de funcionamiento, una intensidad media diaria de entre 11.934 y 20.217 vehículos, en función del porcentaje de tráfico que se desvíe desde la saturada carretera TO-23. Así lo recoge el Estudio de Tráfico y Capacidad incluido en el Plan Especial de Infraestructuras (PEI), que llega el próximo martes a la Comisión de Planeamiento antes de que se abra el plazo para presentar alegaciones durante el período de información pública.
Esta infraestructura, considerada estratégica para la movilidad del este de la ciudad, contempla un trazado de 2.410 metros de longitud e incluye un viaducto de 492 metros sobre el río Tajo, así como un carril segregado para peatones y ciclistas. Conectará la calle Río Jarama, en el Polígono, con una nueva glorieta sobre la CM-4001, junto al núcleo urbano del barrio de Azucaica.
El estudio identifica dos escenarios principales de reparto del tráfico en el año 2026. En el primero de ellos, con un desvío del 20% del tráfico actual de la TO-23, el nuevo vial absorbería 11.934 vehículos diarios. Este supuesto es considerado el más realista y equilibrado desde el punto de vista técnico y funcional. Su aplicación permitiría descongestionar notablemente la TO-23, que actualmente soporta una intensidad media de 58.327 vehículos diarios y que pasaría a soportar por debajo de los 47.400.
El segundo escenario, definido como de máxima carga, el nuevo vial asumiría un desvío del 34% del tráfico de la TO-23, alcanzando así una intensidad de 20.217 vehículos diarios. En ese caso, la TO-23 vería reducida su carga a 38.496 vehículos diarios, lo que supondría una mejora significativa de los niveles de servicio en los accesos al Polígono, al Hospital Universitario y a las zonas industriales del entorno.
El estudio califica ambos supuestos como viables, pero advierte que el de mayor intensidad implicaría que el nuevo vial funcione en un nivel de servicio E, caracterizado por circulación inestable, reducciones de velocidad y tiempos de espera variables. El escenario del 20%, en cambio, se mantendría en un nivel de servicio D, con tráfico denso pero fluido y dentro de los márgenes aceptables para una vía urbana.
Ambos escenarios se proyectan también a largo plazo. En el caso del desvío del 20%, se estima que el vial alcanzará los 12.818 vehículos diarios en 2031 y los 15.884 en 2046. Por su parte, el escenario del 34 % de desvío alcanzaría una intensidad de 21.715 vehículos diarios en 2031 y 26.909 en 2046, manteniéndose en nivel E. Estos valores permiten planificar el dimensionamiento y la capacidad de la infraestructura a lo largo de su vida útil.
Nueva glorieta en la CM-4001
El proyecto incluye también la ejecución de una glorieta de dos carriles en la CM-4001, con tres ramales de acceso: uno desde Mocejón, otro desde el casco urbano de Azucaica y el tercero como entrada y salida al nuevo vial. El estudio confirma que esta intersección mantendrá niveles de servicio adecuados incluso en el escenario de máxima carga.
En el lado del Polígono, donde el nuevo vial conectará con la calle Río Jarama, el documento descarta la construcción de glorietas urbanas por falta de espacio y propone en su lugar un sistema semafórico coordinado que regule el paso en tres intersecciones próximas. El plan contempla la instalación de cuatro semáforos, distribuidos en los cruces con las calles Río Jarama, Río Estenilla y Gravera, y gestionados mediante tres fases de 90, 45 y 45 segundos. Se prevé que el sistema funcione en modo coordinado con posibilidad de adaptación en tiempo real a los niveles de tráfico, mediante sensores o cámaras.
La inversión total estimada para la ejecución del proyecto asciende a 12.129.736 euros, incluyendo la construcción del viaducto, movimientos de tierras, drenaje, reposición de servicios afectados, urbanización, medidas correctoras ambientales y la expropiación de más de 60.000 metros cuadrados de suelo rústico.
Evaluación ambiental positiva
Desde el punto de vista ambiental, el PEI ha superado la Evaluación Ambiental Estratégica Simplificada. La Dirección General de Calidad Ambiental ha emitido un informe favorable al considerar que el proyecto, con la aplicación de las medidas previstas, no tendrá efectos significativos sobre el medio ambiente, por lo que no será necesario someterlo a una Declaración Ambiental Estratégica ordinaria.
El documento técnico establece una serie de condicionantes específicos para garantizar la compatibilidad del trazado con el entorno natural del valle del Tajo. Entre ellos, que el viaducto deberá ejecutarse sin apoyos en el cauce del río, a fin de no interferir con el paso de avenidas extraordinarias; y que se deberá proteger la conducción del sistema Picadas-Almoguera mediante una galería transitable que garantice su integridad estructural. Asimismo, se contemplan actuaciones como la revegetación de taludes con especies autóctonas, la instalación de pantallas acústicas en las zonas más próximas a Azucaica y la compatibilidad del trazado con el nuevo colector del arroyo Villagómez.
Estas medidas, según concluye el informe ambiental, son suficientes para garantizar la viabilidad ecológica del proyecto sin necesidad de un procedimiento ordinario de evaluación, lo que permitirá agilizar su tramitación una vez superada la fase de información pública.
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