Goya se prepara para el centenario de su iglesia neogótica

El templo de la Concepción de Nuestra Señora está dedicado a honrar el dogma de la Inmaculada. Sin embargo, pocos se refieren a ella con el nombre de su advocación. Para el barrio de Salamanca es simplemente «su iglesia». A pesar de estar en uno de los barrios más prósperos de la capital , nunca ha negado su vocación de servicio a los pobres . De hecho, desde su fundación —junto al templo se construyó un colegio para niñas pobres del barrio—, esta parroquia se ha volcado siempre con los más necesitados.

Calidad artística y cultural

Junto a su valor humano se encuentra su singularidad como edificio. Su calidad artística y cultural es única. El 26 de diciembre de 1902 se colocó la primera piedra este templo. El encargado de diseñarlo fue el arquitecto Eugenio Jiménez Correa que levantó sus pilares hasta que falleció en 1910. Tras su muerte, remató la iglesia del barrio de Salamanca el también arquitecto Jesús Carrasco .

Pero, sin duda, el día más especial de su existencia fue el 11 de mayo de 1914 . Es la fecha de su inauguración. A ella asistieron el rey Alfonso XIII y su esposa la reina Victoria Eugenia . Asimismo, acompañaron a los monarcas otros miembros de la realeza española, según recogió ABC en sus páginas: Isabel de Borbón, Paz de Borbón, Pilar de Borbón y Fernando de Borbón-Dos Sicilias. Desde su creación, esta parroquia siempre ha tenido entre sus feligreses a buena parte de la clase política y cultural de la capital. Forman parte de su patronato —presidido por el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela —, políticos, empresarios, arquitectos, escritores y abogados, entre otros.

Proyección de futuro

El templo de la Concepción de Nuestra Señora ha vivido varias restauraciones a lo largo del siglo pasado. Además de la primera, a mediados de los años 50, la más importante tuvo lugar en 1985. En un estado ruinoso, el templo tuvo que ser remozado casi en su totalidad, incluida su cúpula metálica coronada por la Inmaculada Concepción de más de 5.000 kilos .

Ahora, con la vista puesta en este centenario, esta parroquia madrileña quiere «retomar todo este pasado y proyectarlo hacia el futuro, manteniendo los mismos pilares que han sustentado esta iglesia durante toda su historia: atender al mismo tiempo el culto a Dios y el servicio a los pobres , como pedía San Juan Crisóstomo».

De hecho, además de la restauración de su templo neogótico, entre los objetivos del centenario se encuentra realizar una gran acción misionera en el barrio de Salamanca. «Tenemos que hacer llegar a sus habitantes la alegría y la belleza de la fe », aseguran desde la parroquia. Una fe que quieren que sirva de testimonio en todos los ámbitos de la vida madrileña: «la cultural, la familiar y social, especialmente en aquellos lugares donde hay más pobreza y necesidad».