ENTREVISTA a Ángel Currás, Alcalde de Santiago
«Santiago ha demostrado su capacidad de entrega en un momento desgarrador»
El regidor compostelano ha vivido, como toda la ciudad, el momento «más duro» de su vida. Alaba a emergencias, sanitarios y la respuesta ciudadana
A. COCO/C. PICHEL
—¿Qué fue lo primero que pensó cuando le avisaron de la tragedia?
—Me avisó el jefe de la Policía Municipal, a las 20.50, cuando me desplazaba hacia el Ayuntamiento. Aunque me advirtieron de la noticia, no me avisaron de la gravedad, pero ... al cabo de quince minutos ya me dijeron que podría haber fallecidos. Y entonces me desplacé inmediatamente y, efectivamente, percibí un panorama dantesco, un cuadro realmente dramático y ya me di cuenta de que la tragedia podría ser enorme: había cadáveres mutilados, se veían vagones ardiendo. Desgarradora esa imagen, nunca esperé haber vivido una escena de estas.
—¿Qué sintió al llegar?
—Impotencia, una enorme tristeza y pensé en ese momento en las familias. Además, había un vagón ardiendo. El panorama era trágico y pensé en las familias de los fallecidos que ya se veían sobre la vía del tren, en lo que iban a sufrir, en lo que se iba a vivir en las próximas horas. Eso fue terrible, fue sin duda el momento más duro de mi vida.
—¿Conocía a alguien en el tren?
—Estaba un gran amigo mío, Enrique Beotas. Venía a verme porque lo había invitado a los fuegos del Apóstol y a la ofrenda en la Catedral. Se quedaba los días 24 y 25. Al principio me había dicho que venía con el pintor Lamazares, pero Lamazares no pudo venir. Cuando me lo dijeron sentí una enorme consternación porque Enrique Beotas era un gran periodista, un amigo y desde luego una persona con una generosidad sin límites. Me sorprendió porque Enrique solía venir en su coche, pero después ya me lo confirmaron hablando con un amigo suyo y la verdad es que lo he sentido mucho. Además, era un gallego de Ávila, que tenía un gran proyecto en los últimos tiempos: «Galicia, la sexta provincia».
—Entiendo que no debe ser nada fácil separar las labores propias como alcalde de los sentimientos.
—Evidentemente. Pero eso no es óbice para que uno no tenga que hacerse cargo. Y desde el Ayuntamiento creemos que se ha hecho un trabajo coordinado con otras entidades e instituciones. Hemos puesto a disposición un edificio que considerábamos el más adecuado para recibir a las familias y darles el apoyo necesario (Cersia) y luego el pabellón de Sar, donde estuve ahora [por ayer por la mañana] con el ministro del Interior, que actuaba de morgue realmente. Ha funcionado bien. Y también el papel escrupuloso que ha jugado la Policía con su rapidez.
—Y los equipos de emergencia.
—Sin duda, los voluntarios, la Cruz Roja, el servicio de Protección Civil... Les agradecía el viernes sus trabajos porque, además, no había descanso. Cuando le preguntabas a alguien si había podido dormir te decía que no importaba, que era su trabajo. Una generosidad inmensa en momentos que Santiago no había vivido nunca, pero se ha demostrado cómo toda la ciudad ha depositado una capacidad de entrega y de solidaridad.
Elogios a los vecinos
—Todo el mundo alaba la heroicidad de los vecinos de Angrois.
—Cuando yo llegué al lugar del accidente, los vecinos estaban ocupándose de llevar mantas, agua, de bajar a las vías del tren para sacar a los heridos con diferentes instrumentos para liberarlos cuanto antes. El trabajo desarrollado por los vecinos de Angrois, que es un barrio sencillo y trabajador, los hacen también encomiables. El barrio aceptó con una enorme serenidad la tragedia, con un esfuerzo ímprobo y repito: fueron los primeros que se pusieron a trabajar en la escena del accidente.
—Ya ha anunciado que se va a dedicar un parque a las víctimas. ¿Se sabe ya que será el de Fontiñas?
—Está previsto ya, con independencia de las actuaciones que se puedan hacer. El Parque de Fontiñas, que yo pensaba para él un nombre más vinculado a la historia de Compostela —pensaba incluso en un nombre como «El Bosque de Libredón» u otro similar—, pero me ha quedado claro que ese parque tendría que ser un homenaje a las víctimas y un homenaje también a esa solidaridad de la ciudad. Y eso ya lo he hablado con la oposición. Entienden también que es muy oportuno y yo creo que pronto, pues ya prácticamente está terminado, podremos inaugurarlo. También se prevé realizar una escultura que conmemore este momento trágico de la ciudad.
—¿Ha podido dormir estos días?
—No, no. He dormido muy poco, quizás un poco más esta noche, pero bueno, eso es lo de menos. Porque evidentemente, cuando ves el panorama desgarrador de las familias y, desde luego, esas víctimas que estaban todavía sobre la vía, eso importa poco. Espero este fin de semana dormir o intentarlo. Con la familia no he estado nada.
—¿Cómo recordará este 24 de julio de 2013 el año que viene? ¿Con qué palabra lo definiría?
—Pues no lo sé, pero evidentemente el 24 de julio queda marcado por una tragedia y ya no es el inicio de las fiestas, sino la conmemoración de ese enorme golpe. Desde luego, cualquier nombre que uno elija estará claramente rodeado del dramatismo del momento y de la tristeza de esas horas vividas.
Habló con el maquinista
—¿Ha hablado con el maquinista?
—Al poco tiempo de llegar a Angrois, vi a una persona y me di cuenta que era el maquinista. Me acerqué a él y le pregunté cómo estaba. Me dijo que solamente tenía unas heridas en la cara. Estaba sentado allí en un banco y ahora le identifico, pero nada más. Al poco tiempo se lo llevó una ambulancia y no he vuelto a hablar con él.
—¿Esto se podría haber evitado?
—Lo primero es esclarecer las causas, si bien se está barajando la hipótesis de un exceso de velocidad. La investigación que se está llevando a cabo será la que dictamine cuáles han sido los motivos, no tanto para buscar culpables, sino para que tragedias como esta no se vuelvan a producir nunca.
«Santiago ha demostrado su capacidad de entrega en un momento desgarrador»
Noticias relacionadas
- Renfe se persona como parte afectada para asistir a la declaración del maquinista
- La Policía Científica concluye la identificación de los 78 fallecidos
- Detenido al simular ser la pareja de una víctima del accidente de Santiago para cobrar una indemnización
- Las familias acuden rotas a por los restos mortales de sus seres queridos
- Las incógnitas del atroz accidente de tren en Santiago
- La oscura leyenda de la curva de la muerte
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete