entrevista a joaquim gay de montellà
«Una mejor financiación reconduciría la situación en Cataluña»
Al frente de la histórica patronal catalana, Gay de Montellà aboga de nuevo por no romper el marco legal y pide al Gobierno y a la Generalitat diálogo
El proceso soberanista ha provocado una sacudida en Cataluña en todos los ámbitos, también en sus organizaciones empresariales. Es el caso de Fomento del Trabajo, que condena cualquier aventura que quebrante el marco legal. En un juego de equilibrios muy catalán, Fomento, con Joaquim Gay de Montellà al frente, suscribió un documento a favor del derecho a decidir, pero se negó a incorporarse al Pacto que impulsa la Generalitat.
-¿Cómo ve el momento político en Cataluña? ¿Ve posible el diálogo?
-Creo que hay diálogo, y el hecho de que haya posicionamientos públicos, declaraciones, no impide que siga habiendo diálogo.
-La patronal que preside asume el documento pero no se suma al Pacto por el Derecho a Decidir.
-A la demanda natural en favor del derecho a decidir no le vemos de por sí ningún aspecto negativo. Es distinto si éste se encardina en la dinámica que emana del Pacto Nacional. Aquí ya se da un contexto muy político, que no es nuestro espacio natural.
-¿El empresario está inquieto por la situación política?
-El empresario está ocupado, no preocupado, en la transición y el camino marcado por la Generalitat y el Parlamento catalán.
-¿Hay inversiones frenadas por culpa del proceso?
-Puede darse algún caso. Yo, la verdad, no lo conozco. No es el caso de la situación que se dio en el Quebec, donde sí hubo fuga de empresas.
-Sostiene que no hay fuga de empresas en Cataluña.
-Sí es cierto que hay cada año una reclasificación de empresas y sociedades, aunque habría que ver exactamente de qué estamos hablando, ya que puede darse el caso de que se trate de realidades individuales más que empresariales.
-Sí ha habido manifestaciones de empresarios muy preocupados.
-Ha habido tomas de posición, pero mínimas, no generales. Repito, en general hay ocupación, no preocupación.
-Usted se ha mostrado partidario de recuperar el pacto fiscal frente a la opción soberanista.
-Hay que hacer un esfuerzo y avanzar en este camino. Es cierto que el momento económico dificulta la solución, pero hay que intentarlo. Un pacto en este campo no colmará las aspiraciones de una parte de los catalanes, y a la vez puede provocar un sentimiento negativo en otra comunidades, que entiendan que a través de la protesta los catalanes consiguen un mejor trato. Pero si somos honestos tenemos que reconocer que hay un desequilibrio financiero en Cataluña, que su aportación debe ser concretada.
-¿Entiende que si el Gobierno abre una negociación en el campo de la financiación la situación en Cataluña se puede reconducir?
-Sí. Esto, junto a una mayor presencia internacional y una auténtica cesión de la defensa de la lengua y la cultura catalana. Economía, lengua y representación exterior serían tres elementos que para muchos catalanes, y para sus empresarios, conformarían un escenario cómodo.
-Artur Mas llega al gobierno con un discurso de defensa del empresario, aunque la prioridad de su acción de gobierno ha sido otra.
-Es posible que haya pasado. Con el grado de compromiso político de este gobierno, en el último año ha primado más la política, sí.
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