La financiación del PP catalán, entre el concierto vasco y el régimen común
Propone ampliar la cesta de impuestos, una solidaridad finalista y mantener la posición en el ránking de autonomías
La nueva financiación catalana propuesta por Alicia Sánchez-Camacho y que ha sublevado a otros barones del PP supone una tercera vía a mitad de camino entre el concierto económico vigente en el País Vasco y Navarra -capacidad de gestión total de los impuestos- y el régimen común autonómico. Todo ello sin salir de la Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas (LOFCA). Estos son los principales puntos de la propuesta "singular" de la líder del PP catalán:
- Incremento de impuestos cedidos y de la participación en la cesta de impuestos estatales . Actualmente, y gracias al nuevo sistema pactado en su día entre el Gobierno del PSOE y el tripartito catalán, la participación catalana en los impuestos es la siguiente: IRPF (50%), IVA (50%) e impuestos especiales (58%). Ya están cedidos totalmente a Cataluña los impuestos sobre transmisiones patrimoniales, sucesiones, electricidad, transporte, hidrocarburos y tasas de juego.
- Fórmulas de colaboración entre la Agencia Tributaria de Cataluña y la Agencia Estatal de la Administración Tributaria para la gestión, la recaudación, la liquidación y la inspección de la totalidad de los impuestos propios, cedidos y transferidos.
- Aplicación de un principio de ordinalidad que garantice el mantenimiento de la posición catalana respecto a su propia renta per cápita y no altere la posición relativa de Cataluña en el «ranking» de las comunidades tras aplicar los mecanismos de nivelación.
- Mantenimiento del principio de solidaridad, pero "finalista " -determinar a qué se destinan las partidas- para no perjudicar la capacidad de crecer y competir de la economía catalana".
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