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el oasis catalán

Dirigismo

Reconozcamos la eficacia dirigista de un nacionalismo catalán que moviliza a los suyos en un santiamén

miquel porta perales

HAY mucho dirigismo en el proceso soberanista catalán. Ese afán de señalar el correcto camino que seguir. De vigilar y controlar a la ciudad y al ciudadano bajo amenaza de excomunión política e ideológica. Vocación que ya se percibe en un Estatut que todo -la lengua, la Justicia, la organización territorial, la financiación, la política migratoria, el medio ambiente o el proceso de consultas- quiere controlarlo. Vocación que se observa hoy en el Consejo Asesor para la Transición Nacional que encarga una serie de informes en los que debe inspirarse el futuro Estado catalán. Nada -de las finanzas a las telecomunicaciones pasando por la energía y los recursos hidráulicos- se le escapa.

Aún no se ha celebrado la consulta -probablemente no se celebrará y, si se oficia, será lo más parecido a una fiesta de amigos a la que acuden quienes están en la lista de invitados- y ya diseña, la Cataluña independiente. Reconozcamos la eficacia dirigista de un nacionalismo catalán que moviliza a los suyos en un santiamén. Ahí está la reacción automática contra la Lomce. Los partidos nacionalistas de derecha e izquierda, la prensa amiga, los sindicatos de clase, la llamada comunidad educativa, así como la autodenominada sociedad civil, todos, se han puesto en pie de protesta contra el ministro Wert y su ley. Da igual que el actual modelo educativo sea un desastre que lleva al fracaso a una cuarta parte de escolares, da igual que muchas de las medidas propuestas en la Lomce -la cultura del esfuerzo, la reválida, los itinerarios o la supresión de la selectividad- fueran hasta ayer compartidas por buena parte de los interesados en la educación, da igual que el catalán continúe siendo la lengua vehicular mayoritaria; todo eso da igual, porque el guión establece que se debe arremeter contra la ley y el ministro. Y como está escrito, se hace. A toque de corneta.

Pregunta: ¿adónde conduce el dirigismo? Al precipicio político y al abismo educativo. ¿Se detendrán antes del despeñamiento final?

Dirigismo

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