Las autonomías cuestan ahora 5.000 millones menos que hace dos años
Castilla-La Mancha, la que más ha reducido sus gastos ordinarios de funcionamiento

El gasto público de las autonomías se ha reducido en algo más de 5.000 millones de euros en apenas dos años. Sin contar la parte relativa a las operaciones de deuda pública, los gastos generales de funcionamiento de las comunidades se han rebajado un 3,38 por ciento en solo dos años. Y hubiera sido bastante más si no fuera porque los intereses que se pagan por la deuda acumulada han mordido parte del ahorro conseguido. Sus costes básicos de funcionamiento, las partidas de personal y gasto corriente, se han adelgazado en casi 4.000 millones de euros en comparación con 2011. Más de 6.000 millones si se cuenta desde 2010.
La llegada de Rajoy al Ejecutivo central, en diciembre de 2011, hizo que las autonomías tuvieran que pisar el acelerador de los ajustes. Desde aquel momento, el mensaje de la austeridad que ya había marcado antes como directriz a sus «barones» pasó a ser una obligación fijada desde el Gobierno central. Europa vigilaba de cerca.
Algunos llegaron a especular con la intervención de las comunidades económicamente más ahogadas. Rajoy, sin embargo, optó por otras medidas que en cierto modo han supuesto una intervención de facto, pero con menos «efectos secundarios» políticos.
Tablas de salvación
Establecer el techo de déficit fue una parte esencial de esa receta. Otras han sido el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) y el Plan de Pago a Proveedores, auténticas tablas de salvación financiera lanzadas por el Estado a las autonomías, pero con obligaciones como contrapartida: fondos estatales a cambio de que se sanearan más. Y, a la par, aún a costa de que repuntara algo más la deuda financiera, se ha conseguido dar salida al cúmulo de facturas que las administraciones autonómicas acumulaban en los cajones, miles de millones de euros que empresas y profesionales tenían pendiente de cobro desde hacía meses e incluso años.
Los ajustes han sido generalizados, pero no en todas las autonomías está teniendo lugar con la misma intensidad ni al mismo ritmo. En parte, porque no todas estaban tan necesitadas de reconducir sus cuentas. Es el caso de La Rioja, que se mantiene desde hace años en la senda de la estabilidad, con presupuestos ajustados, y destacando por su cumplimiento del déficit. Ahora ha decidido eliminar su Defensor del Pueblo regional, y no es el primer órgano del que prescinde.
Pero a veces el menor vigor a la hora de reducir gastos es por falta de voluntad política. Por ejemplo: los casos económicamente más delicados eran los de Cataluña y la Comunidad Valenciana; pero las respuestas de uno y otro gobierno han sido dispares. De septiembre de 2011 a septiembre de este año, la Comunidad Valenciana ha reducido sus costes estructurales básicos (personal y gasto corriente) un 8,5 por ciento. Y ya venía aplicando ajustes con anterioridad. Por contra, la díscola Generalitat catalana, apuntalada financieramente por el Estado, ha bajado sus gastos en un escaso 1,8 por ciento.
Castilla-La Mancha destaca
En el conjunto de las autonomías, la suma de gastos de personal y gasto corriente se ha reducido, de media, un 7,4 por ciento desde septiembre de 2011. Con mucha diferencia, la que más se ha apretado el cinturón ha sido Castilla-La Mancha. El Gobierno presidido por María Dolores de Cospedal ha recortado sus gastos de personal un 18,2 por ciento. Y un 35,5 por ciento el gasto corriente. Cuando llegó al Gobierno de Castilla-La Mancha se encontró con una Administración a la que se le iban cada mes 271,5 millones de euros en pagar nóminas; ahora, la media mensual ronda los 222 millones, casi 50 millones menos cada mes.
El meollo del reto autonómico ha sido –y aún sigue siendo– aligerar su gasto estructural. Primero y fundamental, para que no siguiera la sangría de un déficit desbocado que se ha traducido en deuda pública al galope. Las autonomías acabarán este año debiendo 200.000 millones, sin contar los casi 10.000 millones que suman sus empresas públicas en préstamos.
En 2014 continuarán los ajustes. Se profundizará más en ellos, porque el techo de déficit permitido a las autonomías será más estrecho que el que se les fijó para el presente año.
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