CatalunyaBanc recortará sueldos y jornada laboral para frenar despidos

Las entidades nacionalizadas o con alguna ayuda pública , obligadas por Bruselas como condición «sine qua non» tras recibir apoyo monetario -pero abocadas a igual futuro dado el sobredimensionamiento del sistema financiero español-, siguen haciendo sus deberes. Ahora bien, falta por poner en marcha la reestructuración en CatalunyaBanc, la nacionalizada con mayores problemas. Según ha podido saber ABC, el Gobierno quiere aplicar a la caja catalana el modelo de ajuste realizado en Liberbank: reducción de jornada laboral y de salarios y supresión de beneficios sociales.

Así, CatalunyaBanc, que cerró el primer trimestre de este año con unas pérdidas de 18,45 millones de euros, sigue siendo la única de las tres nacionalizadas en pérdidas. Cuenta aún con una plantilla de unas 7.000 personas y una red de 1.260 oficinas. Las mismas fuentes recuerdan que el ajuste pactado con Bruselas habla de un excedente de plantilla para recortar costes de unos 3.000 trabajadores y el cierre de unas 150 oficinas.

Fuentes conocedoras del plan laboral de Liberbank -fruto de la unión de Cajastur (que engloba CCM) con las cajas de Cantabria y Extremadura- explican que esta entidad, que había firmado con Bruselas evitar los despidos a cambio de un plan de austeridad muy importante , realizará fuertes recortes en salarios, de entre un 10 y un 50% (en proporción con la reducción de la jornada laboral, y en proporción según cuantía, de entre un 0% para los salarios por debajo de los 30.000 euros al año y de hasta el 20% en los más altos); y la supresión de beneficios sociales (de hecho, quedan suspendidas durante cuatro años las aportaciones a los planes de pensiones de los empleados).

Con este ajuste, fuentes conocedoras del acuerdo entre dirección y trabajadores aseguran que el ahorro de costes de un 30% de masa salarial dará como resultado un ahorro de unos cien millones de euros cada año durante cuatro.

Liberbank también acordó vender participaciones «no estratégicas» y cerrar 80 de sus 1.200 oficinas, aunque permanecerá en 13 de las 14 comunidades autónomas en las que opera (abandonará Canarias, donde tiene tres oficinas). Europa impone también que el banco se concentre en el negocio minorista y minimice en extremo el crédito promotor e inmobiliario.

En definitiva, el Gobierno confía en que CatalunyaBanc, si bien no podrá evitar despidos, siguiendo este modelo de ajuste, sí los minimizará. De hecho, la dirección de la entidad, que ahora preside José Carlos Pla, ha comunicado ya a sus representantes sindicales que el proceso de negociación del plan de ajuste se desarrollará este verano.