Roger Federer es un tenista infinito, una máquina repleta de recursos que brilla como nadie en la hierba. Verle jugar en el verde es una maravilla y estos días está en el torneo de Halle, en donde se enfrentaba en primera ronda ante el alemán ... Philipp Kohlschreiber, al que derrotó en tres disputados sets. Y ahí ha dejado un punto marca de la casa.
El suizo, especialista en esta superficie y campeón siete veces en Wimbledon, se ha resbalado durante un intercambio, algo que suele suceder en césped. Sin embargo, desde el suelo ha sido capaz de levantarse, devolver la bola y reincorporarse para seguir con el punto. Un recurso magnífico, aunque el punto acabó del lado del germano.
Ya en el tercer set, regaló otra obra maestra. Esta vez tuvo que recurrir a un golpe inverosímil por detrás de la espalda para sorprender a Kohlschreiber.
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