Cuatro de cada diez nuevos ocupados son autónomos

Los autónomos empleadores han crecido en 20.300 personas, un 2,34% más que a cierre de junio, mientras que los empresarios sin asalariados (o trabajadores independientes) también han aumentado en 4.500 personas (un 0,22% más que en el trimestre anterior). El único colectivo que ha vista reducir su número es el de la ayuda familiar: 14.700 empleos menos, con un descenso del 11,63%.

Según la federación ATA, esta bajada se explica por la puesta en marcha de la tarifa plana para los jóvenes que entró en vigor con la Estrategia de Emprendimiento y Empleo Joven, que ha originado que muchas personas se hayan incorporado al negocio familiar cotizando como autónomos. Por último, los trabajadores por cuenta propia miembros de cooperativa aumentaron un 25,56% (5.200 más).

“Que haya más gente trabajando y que se reduzca en 13.400 el número de hogares que tienen a todos sus miembros en paro son síntomas de que algo está empezando a cambiar”, valora Lorenzo Amor, presidente de ATA. En su opinión, los autónomos han sido los grandes protagonistas en la generación de empleo, por lo que “hay que seguir apostando por ellos como uno de los principales sectores capaces de generar empleo y riqueza”.

Más autónomos extranjeros

Por otro lado, según informa la Unión de Asociaciones de Trabajadores Autónomos y Emprendedores (Uatae), el número de autónomos extranjeros afiliados al RETA ascendía en septiembre a 223.886. Cifras que reflejan un crecimiento de este colectivo del 3,75% en los nueve primeros meses del año, con un total de 8.073 altas. En cuanto a las actividades elegidas por estos emprendedores, las relacionadas con el sector inmobiliario aumentaron un 9,8% respecto al mismo mes de 2012, seguido por ‘otros servicios’ (+8,6%) y ‘Transporte y Agricultura’ (+7,6%).

En opinión de la secretaria general de Uatae, María José Landaburu, el aumento de autónomos “es sin duda motivo de celebración”, pero al mismo tiempo ha remarcado su preocupación por “la desprotección de un colectivo que se lanza al emprendimiento como única alternativa en un momento de grave crisis económica y que encuentra absolutamente cerradas las puertas del mercado de trabajo por cuenta ajena, por lo que en algunos casos sus proyectos pueden no estar suficientemente maduros para conseguir el éxito”.