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¡Qué llueva, qué llueva!

Tras uno de los veranos más secos y calurosos que se recuerdan, municipios de La Jara o la Sierra de San Vicente han tenido que ser abastecidos con camiones cisternas; y en el caso del Torcón han sufrido restricciones de agua

¡Qué llueva, qué llueva! ANA PÉREZ HERRERA

M. C.

Curiosamente ayer llovió, y mucho, en algunas zonas de la provincia. Pero la realidad es que debido a la situación provocada por «la sequía larga y duradera que estamos padeciendo», tal y como reconoce el diputado provincial y delegado de Protección Civil en Toledo, Pablo Barroso, desde finales de julio y agosto pequeños municipios de la provincia están teniendo problemas, algunos en la cantidad y otros en la calidad de agua para el consumo humano. Por eso, desde el área de Protección Civil de la Diputación se está ofreciendo abastecimiento de agua potable a todos los pueblos de la comarca de La Jara y de la Sierra de San Vicente.

En concreto, en algunos municipios de la comarca jareña, como Sevilleja de la Jara, Campillo de la Jara o Aldeanueva de San Bartolomé, y en otros de la comarca de la Sierra de San Vicente, La Iglesuela, Sartajada o Sotillo de las Palomas próximamente, se está dando este problema porque tienen agua corriente pero no es potable, ya que los pantanos y las pequeñas presas de estas localidades están bajo mínimos y la calidad del agua hace que no sea apta para el consumo humano.

Aunque este es el primer año con «verdaderos problemas», como señala el diputado provincial, el pasado año también los hubo en La Iglesuela y Sartajada debido a una situación de mala calidad del agua, lo cual se solucionó «con unos productos». Lo que se hace en estos casos, explicó Pablo Barroso, es llevar un camión cisterna que tiene la Diputación de Toledo, homologada y autorizada por Sanidad, dos días a la semana para que los vecinos de los municipios afectados puedan abastecerse con garrafas de agua.

Además, durante el verano, hay otros pueblos que debido a cuestiones puntuales y accidentales, como roturas de depuradoras o de motores, han tenido que utilizar también este servicio, como es el caso de La Rinconada o Almorox. «Esta situación va a permanecer a la espera de que se produzcan lluvias y la Diputación está haciendo un gran esfuerzo porque es un gasto que no se contaba con él, pero no podemos dejar abandonados a nuestros municipios con este problema tan serio que tienen», manifestaba Pablo Barroso.

Para ahondar más en el asunto, el diputado indicó que «si no tenemos un otoño lluvioso, cada vez tendremos más municipios con demanda de agua», puesto que en la comarca de la Sierra de San Vicente la presa del Piélago está bajo mínimos y en un mes o dos habrá 6 ó 7 pueblos más que se sumarán a esa lista maldita.

Según Pablo Barroso, el contacto con los alcaldes de estos municipios es continuo y se están atendiendo sus demandas en función de sus necesidades y del número de habitantes, ya que normalmente son dos días a la semana, pero en algunos casos y ocasiones se llega a los tres días. En definitiva, «esperamos y deseamos que la climatología solvente esta situación, porque el problema empieza a ser serio y preocupante y el otoño nos traiga las lluvias para que los pantanos puedan volver a coger agua», concluyó. Y un primer paso fue ayer tarde, ya que en Toledo jarreó.

Restricciones en el Torcón

Un problema parecido, aunque no tan extremo, es el que están viviendo en la Mancomunidad del Torcón, donde sufren desde los primeros días de mayo restricciones en el suministro de agua los 10 pueblos que la componen, que son: Casasbuenas, Cuerva, Gálvez, Menasalbas, Noez, Pulgar, San Pablo de los Montes, Totanés, Las Ventas con Peña Aguilera y San Martín de Montalbán, cuya población llega en total a los cerca de 17.000 habitantes.

Así, tal y como explicó el presidente de la Mancomunidad del Torcón y alcalde de Menasalbas, José María García Crespo, a mediados de abril el pleno de esta asociación acordó una restricción de 200 litros por persona y día y, según el número de habitantes de cada municipio. En concreto, en el caso de Menasalbas informó de que les corresponden 633 metros cúbicos al tener más de 3.000 vecinos.

Además, cada pueblo ha ido haciendo restricciones a su modo pero de manera parecida y común, indicó García Crespo, que volvió a poner como ejemplo a Menasalbas, pueblo donde gobierna y donde el agua de la red principal está dedicada únicamente a los hogares, con horarios que van desde las 20.00 horas a las 9.00 del día siguiente, mientras que la agricultura y la ganadería -sustento de la economía local con más de 30.000 cabezas de ganado vacuno- tienen que buscarse la vida mediante pozos públicos o privados.

A su juicio, «la situación se ha salvado de momento porque nosotros hemos empezado a abastecernos del agua que Toledo dejó en el Torcón 1». De este modo, el presidente de la Mancomunidad explicó que estos pueblos se abastecen normalmente del Torcón 2, un pantano pequeño que cuando está al máximo de su capacidad se sitúa en torno a los 1,8 hectómetros cúbicos escasos. Sin embargo, desde mayo, y debido a «la sequía tan larga y prolongada», empezaron las restricciones y los municipios de esta asociación empezaron a abastecerse del Torcón 1.

Polémica con Page

Esta situación estuvo rodeada de polémica con el Ayuntamiento de Toledo, por lo que tras una reunión entre José María García Crespo y el presidente de la Confederación Hidrográfica del Tajo, Miguel Antolín Martínez, se resolvió el asunto de momento y se permitió que el agua de reserva de este pantano pudiese ser utilizada por los 17.000 habitantes de la Mancomunidad, que en los meses de verano se ven incrementados por las vacaciones.

La polémica venía porque el alcalde de Toledo, Emiliano García-Page, respondió con rotundidad a las acusaciones realizadas desde la Mancomunidad del Torcón acusando a la capital de «dejar seco» el embalse y sin reservas de agua para los municipios de esta comarca. El regidor toledano subrayaba que «el agua del Torcón es de Toledo», puesto que es su sistema de abastecimiento, aunque desde hace años y en función de un acuerdo, se mantenga una reserva de agua para garantizar el suministro a las localidades de esta Mancomunidad.

No obstante, lo que plantea el presidente de la Mancomunidad del Torcón es que del embalse Torcón 1 -que tiene unos 8 hectómetros cúbicos de capacidad- se permita a sus pueblos el uso de la mitad -4 hectómetros cúbicos- «para que cuando llegan casos de necesidad como éste no tengamos que estar mendigando y llegar a situaciones críticas, porque el agua no es de nadie».

José María García Crespo destacó además que «los vecinos están concienciados en la necesidad de ahorrar agua» y, de hecho, lo están consiguiendo, a pesar del miedo que existía a que aumentara el consumo de agua con la llegada de visitantes en los meses de verano. De nuevo, volvía a citar como ejemplo al municipio del que es alcalde, Menasalbas, donde se ha conseguido que el consumo del agua quede en torno a los 500 metros cúbicos diarios, un 21% por debajo de los 633 que le tocaban tras las medidas de racionamiento que se tomaron.

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