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Los últimos dinosaurios de Europa refuerzan la teoría de su extinción súbita

Un estudio asegura que la diversidad de especies de saurópodos en la zona de los Pirineos «se mantuvo hasta el final»

instituto catalan de paleontología

borja robert

Los que probablemente fueron los últimos dinosaurios de Europa se extinguieron de sopetón. Las distintas especies de saurópodos cretácicos de la región se mantuvieron hasta el final, lo que descarta una extinción progresiva . Es la conclusión de un estudio publicado en la revista Palaeo 3 , tras el análisis de un buen número de restos fósiles de la zona de los Pirineos .

Hace 65 millones de años, lo que hoy son el norte de España y el sur de Francia formaban una isla: Ibero-Armórica . En ella habitaban, entre otras, al menos cuatro especies de saurópodos; dinosaurios de gran tamaño, cuello largo y patas gruesas. Según el grupo de investigadores responsable de este trabajo, se extinguieron prácticamente a la vez. «Si miras diez millones de años antes del límite de la extinción había cuatro especies de saurópodos. Al final del periodo seguía habiendo cuatro», asegura Bernat Vila , investigador de la Universidad de Zaragoza y asociado al Instituto Catalán de Paleontología . La diversidad, por tanto, se mantuvo.

Su investigación refuerza la hipótesis de que la extinción de los dinosaurios fue un acontecimiento abrupto —«finalista, catastrofista», indica Vila— y no gradual. «Los modelos gradualistas no niegan que cayera un asteroide, sino que sostienen que el declive de los dinosaurios empezó varios millones antes», apunta. El asteroide fue, en cualquier caso, la gota que colmó el vaso.

Extinción repentina

La hipótesis «catastrofista» está basada, apunta el investigador, sobre todo en los fósiles encontrados en Estados Unidos . Al parecer, ésta no tiene un respaldo tan sólido en otros lugares del planeta. «Lo interesante de nuestro trabajo es ver qué pasa en otras zonas», afirma, «al menos con los saurópodos». Sus resultados refuerzan los obtenidos al otro lado del Atlántico. Aunque no por eso ha de deducirse que puedan extrapolarse a todo el globo. «Sea como sea hay que mirar el registro fósil y ver qué indica», sentencia Vila.

icp

Para llegar a esta conclusión, los investigadores han estudiado de manera pormenorizada los huesos de fémur encontrados en toda la zona del norte de España y el sur de Francia. «Ampliamos a toda la zona geográfica de la Isla Ibero-Armórica y analizamos todo no sólo con criterios geográficos sino también temporales . No todos los restos son estudiados son coetáneos», cuenta Vila. Esta región era un archipiélago durante el Cretácico, y hospedó a algunos de los últimos dinosaurios que vivieron en Europa.

Entre los saurópodos estudiados hay varias especies conocidas y otras por identificar. Todos eran titanosaurios (el clado que agrupa a muchos de los dinosauros más grandes que han existido nunca), aunque no todos eran enormes. «Tenemos un fémur de un metro sesenta, pero también uno de apenas cincuenta centímetros, que es bastante poco para un saurópodo», explica Vila.

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