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«Leer la Biblia no ha acabado con el instinto asesino de Pacquiao»

El entrenador del filipino confía en su pupilo ante la inminente pelea ante Timothy Bradley por el título mundial del peso welter

«Leer la Biblia no ha acabado con el instinto asesino de Pacquiao»

afp

Manny Pacquiao quiere ofrecer a sus seguidores algo especial en su pelea del 9 de junio contra el estadounidense Timothy Bradley, con el título mundial del peso welter en juego. El astro filipino quiere borrar el mal sabor de su estrecha victoria sobre el mexicano Juan Manuel Márquez el pasado mes de noviembre. "Es muy importante porque, por supuesto, todo el mundo sabe que mi última pelea fue muy cerrada", dijo Pacquiao este miércoles, durante un entrenamiento ante los medios en su gimnasio Wild Card de Hollywood, Los Ángeles.

Pacquiao superó por decisión mayoritaria a Márquez el 12 de noviembre, extendiendo a 15 su racha de victorias, pero dejando a su rival inconforme con la decisión y reclamando le habían robado la pelea.

Si Pacquiao tuvo en Márquez a un rival conocido, al que había derrotado en 2004 y 2008, ante Timothy Bradley tendrá a un oponente más joven, y "hambriento de triunfos", según Pacquiao.

AFP

El norteamericano ha dicho que esta pelea contra el filipino "es el comienzo de una nueva etapa" en su carrera. "Es como mi primera pelea de nuevo", dijo Bradley, campeón de la WBO, que cuenta con un registro de 28-0 con 12 KO's.

"Para vencer al campeón tienes que tomar esto como un campeón. Nos estamos preparando para ganar esta pelea", dijo Bradley la semana pasada, en otro entrenamiento ante la prensa.

Freddie Roach , entrenador de Pacquiao, aseguró que esta actitud agresiva de Bradley podría ser justo lo que se necesita para sacar lo mejor de Pacquiao. "Creo que Bradley va a ir de frente y forzar una pelea, ahí vamos a ver a un gran Pacquiao", dijo Roach. "Bradley es un tipo duro, muy resistente. Pero el ser un tipo duro no te hace ganar peleas".

Pacquiao, por su parte, aseguró no estar subestimando a Bradley: "Es un luchador con hambre", dijo Pacquiao,que restó importancia a la diferencia de edad, diciendo que después de haber construido un récord de 54-3-2 con 38 KO's a sus 33 años de edad, se siente mucho más joven. "Todavía pienso que soy un chico de 25 años", bromeó el filipino.

«La Biblia no ha cambiado a Manny»

Pacquiao se encuentra en Los Ángeles acompañado de su esposa e hijos, una señal más de que los problemas familiares que le distrajeron antes de su última pelea ya quedaron atrás. "Manny está feliz de tener aquí a su familia", dijo Roach. "Es muy bueno para él".

Roach admitió que se preocupó cuando supo del interés de Pacquiao de estudiar la Biblia por si esa nueva faceta del filipino le impedía ser agresivo en el ring. Según el entrenador, su recién descubierta "compasión" de alguna manera podría afectar su instinto combativo.

"Estaba un poco preocupado por eso al principio, pero por la forma en que ha entrenado, nada ha cambiado. Él entiende que el boxeo es un deporte, el deporte que eligió", indicó Roach, quien ha guiado a Pacquiao a lo largo de toda su carrera.

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