Ruiz Zafón: «Corremos el riesgo de entrar en un proceso de deforestación cultural»
El autor de «El prisionero del cielo» visita la Biblioteca Nacional dentro del ciclo «El libro como universo»
Como no podía ser de otro modo, Carlos Ruiz Zafón ha aterrizado en Madrid en la semana cumbre de la Feria del Libro . El autor de «El prisionero del cielo» dará esta tarde una conferencia en la Biblioteca Nacional titulada «Una visita al Cementerio de los Libros Olvidados», dentro del ciclo «El libro como universo», pero antes ha mantenido un encuentro con la prensa en el que ha charlado de lo humano y, sobre todo, lo divino del mundo libresco.
El autor de best seller por excelencia del panorama literario español acumula ya casi 700.000 ejemplares vendidos de «El prisionero del cielo», tercera entrega de la tetralogía de «El Cementerio de los Libros Olvidados» que dio comienzo con «La sombra del viento» hace ya más de diez años y que, espera, según ha confesado, terminar dentro de año y medio con el libro definitivo, que será «el más dramático y grande de todos».
Pero para que llegue ese momento, aún a Ruiz Zafón le quedan muchas citas con sus lectores , como la que mantendrá este fin de semana en la feria , y con los libros, como la que le ofrece ese «santuario» que, según el escritor, es la Biblioteca Nacional, «un sitio magnífico» al que acude «un poco como visitante , como turista, porque es un placer tener la gran fortuna de que me den un paseo por sus tripas». Y es que, además de ser un gran escritor, Ruiz Zafón se confiesa un voraz lector , hasta el punto de que sería incapaz de decantarse por unas obras determinadas de acabar en una isla desierta , aunque si tuviera «intentaría ser práctico y apostaría por las obras completas de grandes autores como Dickens, Tolstoi o Dostoievski , buena compañía».
El lector completa el proceso
La misma placentera sensación que experimenta de la mano de sus lectores , pues ellos «son quienes completan el proceso, quienes hacen realidad y dan sentido a la narrativa». Sin ellos «el proceso se queda cojo, no acaba de cuajar», por eso «cuando uno escribe espera llegar a alguien, aunque sea a un solo lector». Eso sí, el autor de «La sombra del viento» reconoce que las opiniones de sus lectores no le influyen «conscientemente, corres el riesgo de tomarlas como brújula y eso anula el proceso», por lo que no sigue «los dictados sobre las opiniones de lo que hago».
«No podemos esperar que sea el consumidor el que salve a la industria cultural»
Como tampoco sigue ni predica los discursos apocalípticos de quienes ven en el libro electrónico como la piedra de toque del libro en formato tradicional. Él, que tiene «pilas, montañas de libros» y al que le «encanta el objeto en sí, en papel, bien editado» está convencido de que «el libro en papel siempre va a tener una presencia, especialmente determinado tipo de obras». Según Ruiz Zafón, «pensamos en el libro electrónico como el futuro, pero es solo un soporte que acaba de aparecer y que es probable que termine desapareciendo y siendo sustituido por un soporte mejor». Por tanto, ve «los soportes como soportes, ni los idealizo ni los demonizo, lo importante es que la obra es el contenido y a mí lo que me gusta es leer ».
Piratería
Con respecto al daño que la piratería está provocando a la industria cultural en general, no solo editorial, el autor la considera «un factor de la picaresca» y cree que «las grandes compañías tecnológicas tienen una guerra silenciosa para apropiarse de las industrias que generan el contenido». Dado que « creemos en Google igual que en los 80 creíamos que Goldman Sachs nos haría ricos, corremos el riesgo de entrar en un proceso de deforestación cultural».
El problema, según él, es que «en el momento en que los contenidos no puedan ser creados y distribuidos, tendremos que alimentarnos del pasado» y, por eso, «la industria cultural tiene que entender que se enfrenta a enemigos muy hábiles y peligrosos, debe espabilarse y salir del agujero por sus propios pies , porque nadie va a ayudarla a salir del agujero, no podemos esperar que sea el consumidor el que salve a la industria cultural».
Pese al cierto pesimismo con respecto a la actual situación, Ruiz Zafón no cree , como sostiene Vargas Llosa , que la proliferación de obras en formato electrónico vaya a alterar el proceso de creación literari a que, según él, «no ha cambiado en los últimos 15 años». «El lenguaje literario sigue su propio camino y simplemente se enriquecerá con otros formatos, Twitter tiene los días contados, igual que Facebook ... son formatos comerciales que aparecen, desaparecen y son superados ».
¿Y qué queda de aquel autor que un día, a finales de la década de los 90, imaginó «El Cementerio de los Libros Olvidados» ? Según el protagonista, todo. «A veces pienso que ese lugar me debe más a mí que yo a él». Una historia que comenzó, como todas las de su facturación, a través de una imagen concreta de la destrucción de la memoria y la identidad en Los Ángeles (ciudad en la que sigue viviendo, aunque Barcelona sea la gran protagonista de buena parte de su obra) y que espera mantener viva en su memoria siempre, pues «somos lo que recordamos».
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