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Jaque mate al crédito

El plan de recapitalización de Bruselas para la banca amenaza con estrangular aún más el flujo de préstamos a empresas y familias del país y compromete la recuperación

Jaque mate al crédito EFE

MONCHO VELOSO

La crisis se puede explicar en números o en estados de ánimo. Cuando el festín de dinero fácil terminó, los banqueros se volvieron desconfiados y dejaron de prestarse dinero entre sí. Los mercados empezaron a dudar —de forma más o menos irracional— de la solvencia de Europa y su sistema financiero y cortaron la financiación a los bancos . Estos, a su vez, cerraron el grifo del crédito a empresas y familias. Bruselas tiene fe en que su plan de recapitalización aplaque todos esos miedos y, en último término, la banca pueda volver a conceder préstamos. Bancos, cajas y empresarios temen en cambio que las nuevas exigencias conviertan el crédito en un bien todavía más escaso en nuestro país.

«El crecimiento del crédito es cada vez más débil», dijo el presidente de Bankia, Rodrigo Rato, tras conocerse las nuevas normas de la Autoridad Bancaria Europea (EBA) para la banca. «Esas medidas pueden incidir en la misma dirección» , avisó. La concesión de préstamos a empresas y familias ha acelerado su caída en los últimos meses y retrocede ya a un ritmo del 1,5%, según los últimos datos del Banco de España, correspondientes al pasado mes de agosto.

Los resultados de los bancos a 30 de septiembre confirman esa evolución. Santander y BBVA, las dos principales entidades el país, redujeron la financiación a sus clientes un 7,2% y un 2,2%. «Dejémonos de historias, la banca todavía no da créditos porque no hay una demanda seria y solvente», dijo hace un año el consejero delegado de Santander, Alfredo Sáenz. Si la banca española no da más créditos es porque no existe una demanda «razonablemente solvente», afirmó el pasado jueves. El consejero delegado de BBVA, Ángel Cano, pronosticó un día antes que el flujo del crédito seguirá en 2012 la misma tónica que este año . Al igual que Sáenz, Cano explicó que «seguiremos viendo el desapalancamiento de empresas y familias en España, sobre todo en algún sector».

Más aún cuando las cuentas del sector empiezan a desvelar que la morosidad, lejos de aminorar, se ha vuelto a disparar. La cantidad de créditos morosos sobre el total de préstamos concedidos supera ya la barrera psicológica del 7%. Los banqueros se atrevían meses atrás a hacer pronósticos sobre cuándo tocará techo; hoy ya no. Pero avisan de que seguirá creciendo en 2012.

Capital más caro

Santander, BBVA, Bankia, CaixaBank y Popular tienen que buscar en el plazo de nueve meses 26.161 millones de euros para cumplir con las exigencias del supervisor, que incluyen valorar la deuda pública española a precio de mercado, devaluándola más de un 2%.

«Es muy negativo a medio plazo reducir el valor de la deuda española», aseguró el viernes el presidente de Popular, Ángel Ron. «Podría dañar la credibilidad de las cuentas públicas y generar tensiones en la prima de riesgo», explica la CECA. Si se lastra la imagen de solvencia de España, su coste de financiación aumenta, y por lo tanto también el de los bancos, cuyo acceso al mercado está ahora prácticamente cerrado. «La imposición de mayores exigencias de capital se acabará traduciendo en una restricción del flujo de crédito, especialmente para familias y pequeñas y medianas empresas, y puede retrasar la recuperación de la economía española», dice la patronal de las cajas.

Las empresas del país, a través de las patronales CEOE y Cepyme, manifestaron su desacuerdo con unas normas que «suponen una amenaza importante al flujo de crédito desde el sistema financiero a las empresas, siendo en estos momentos la falta de liquidez el principal factor de estrangulamiento para el tejido productivo español».

«El sector financiero reducirá el crédito», avisó Ron. Las cinco entidades más grandes de España, consideradas por la EBA de riesgo sistémico, explicaron esta semana cómo pretender conseguir el capital extra que Bruselas le exige para alcanzar un nivel mínimo de capital de máxima calidad del 9%. Sin concretar, todas hablaron de retener beneficios, realizar desinversiones y reducir sus activos ponderador por riesgo. E insistieron en que no necesitan reducir el crédito. «No es el camino», aseguraron desde Santander y BBVA. «Ahora el tema en España no es el crédito porque la demanda es pequeñísima», dijo Sáenz.

Como resumen de la situación valga de ejemplo lo que ya dijo en abril el director general de Ibercaja, José Luis Aguirre, durante el foro financiero de ABC : «El crédito será un bien escaso y más costoso».

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