Los dueños ven clave que los sucesores conozcan cada día mejor las entrañas del negocio

Sobre estos factores coincidieron y debatieron tres representantes de otras tantas empresas familiares de importancia en España, como son el presidente de la empresa de seguros Catalana Occidente, José María Serra; el presidente de Comsa Emte, dedicada a la construcción, Jorge Miarnau, y el vicepresidente de Camper (calzado y viajes), Miguel Fluxá. Los tres participaron en la mesa redonda 'Sucesión y talento en la empresa familiar', moderada por el profesor de IESE Business School, en el marco del XIV Congreso Nacional de la Empresa Familiar que culmina hoy en el Centro Cultural Miguel Delibes de Valladolid.

Así, José María Serra añadió que los hombres de negocios “quieren crear hombres indispensables en una empresa”. Por ello, dijo que a nivel familiar, “más que el tema de talento”, en su grupo se procura que los sucesores “se desarrollen y conozcan cada día mejor el negocio en el que están, y por ello hay más transparencia, con el fin de buscar que se ilusionen”.

El máximo responsable de Catalana Occidente, quien ironizó con que la palabra sucesión “ha excitado” a toda la gente de su familia y por ello casi toda ella se acercó a escucharlo hasta Valladolid, remarcó que en la empresa el control lo lleva la propia familia, aunque cotiza en Bolsa y tiene acciones internacionales.

Serra insistió en que el conocimiento de la empresa por parte de los sucesores “no solo se hace leyendo, sino asistiendo a consejos y reuniones para ilusionarse”. “No puede ser que la familia vaya por un lado y la empresa por otro. Trabajamos en tener más relación entre la empresa y los hijos, hablar con ellos”, espetó Serra, quien no obstante, aseguró que prefiere que su sustituto “no perteneciera” a su familia.

En Catalana Occidente existe incluso un denominado consejo de familia “en el que se da bastante información a los sucesores”. Igualmente, Serra recordó un dicho de su abuelo, fundado de la compañía, que decía “que la experiencia no es la madre de la ciencia sino la hija de los disparates”, y destacó que los errores “enseñan mucho”. “En la familia no haces cosas muy distintas a las de la empresa familiar: colaboración, transparencia, no imponer muchos criterios por encima de los demás y respeto en cada nivel. Igual que en las nuevas generaciones no piensan lo mismo”, manifestó el dirigente catalán, quien concluyó que “perpetuarse en el cargo de ejecutivo es peligrosísimo y él mismo se debe poner un tope”.

Por su parte, Jorge Miarnau comentó que todos los miembros de la familia intentan dar a sus hijos la “mayor formación y más, como los idiomas, pero no solo pensando en el futuro de la empresa, sino para que ellos se formen y luego hagan lo que quieran, y si es dentro de la empresa, pues genial”. “Si alguno sale con mucho talento pues que gestione la empresa, pero si no, que decidan ellos lo que quieren hacer”, sostuvo.

Miarnau descartó que su empresa ya tuviera pensado cómo desarrollar la sucesión, porque su hijo mayor tiene 22 años. “Lo tengo que reflexionar, porque no es como nuestros antepasados, y más después de la fusión entre Comsa y Emte”, espetó.

Por último, Miguel Fluxá, quien informó de que su empresa se encuentra representada en más de 60 países en los que es “referente”, recordó que él es la cuarta generación y que fue su bisabuelo, en 1987, el que creó la compañía de calzado, y posteriormente también una agencia de viaje. Fluxá destacó que su firma también dispone de comités y consejos para tratar la sucesión, “aunque no se reúnen demasiado”. “Pero los valores son lo más importante. Hay que mantener la familia unida, como nosotros siempre lo hemos estado, y así no hemos tenido nunca ningún problema”, finalizó.