Urkullu exige derogar la ley de Partidos, gestos con los etarras y adelanto electoral
El lendakari defiende el acercamiento de los presos y la legalización de Sortu, pero prefiere aparcarlo hasta el 20-N
Instalado en la que ya ha bautizado como etapa del «posterrorismo», el lendakari, Patxi López, abrió ayer su ronda de entrevistas con los partidos vascos —incluido Bildu— para estudiar los pasos a dar tras el anuncio, el pasado jueves, del «cese definitivo» de la violencia de ETA. El primero en desfilar por Ajuria Enea fue el presidente del PNV, Íñigo Urkullu, quien concretó sus exigencias en la legalización de Sortu y la revisión de la «doctrina Parot» —ambas pendientes de lo que diga el Tribunal Constitucional—, así como la «flexibilización» de la política penitenciaria actual, que acabe con la dispersión de los presos etarras y dé salida a los enfermos. Sobre la posibilidad de conceder indultos, se limitó a decir que su partido no caerá en el «error de la desmemoria». De hecho, instó a profundizar en el reconocimiento de las víctimas y emplazó a Batasuna a que dé pasos en ese camino.
Urkullu también dejó caer la conveniencia de que el Gobierno Vasco convoque un adelanto electoral —las autonómicas vascas deberían celebrarse en 2013— para avanzar en la «normalización política», esto es, rehacer un Parlamento en el que esté representada la «izquierda abertzale» hoy ilegalizada. No obstante, este último punto fue más una sugerencia que una reclamación «formal», según explicó tras la reunión el líder de los peneuvistas, cuya fortaleza electoral se ve gravemente amenazada ante el avance de Bildu/Amaiur.
El lendakari, que mañana recibe a su socio parlamentario, el «popular» Antonio Basagoiti, se comprometió ayer a través de un comunicado a colaborar con el próximo Gobierno central para «resocializar» a los presos de ETA que se arrepientan de la violencia y expresen su «voluntad de integrarse» en la legalidad vigente. Un compromiso adquirido por López en el pleno de política general del pasado mes de septiembre, en el que ya apostó por acercar a los presos y legalizar a Sortu.
Despedida de Zapatero
Según admitieron desde ambas partes, la principal diferencia entre Patxi López y el PNV en estos dos puntos es más bien de «ritmos» que de contenidos. Mientras Urkullu exige que se haga cuanto antes, en el Gobierno Vasco y el PSE prefieren esperar al nuevo Ejecutivo que surja del 20-N «para resolver los problemas que el terrorismo ha generado». Mientras tanto, y antes de que llegue la cita electoral, el equipo del lendakari trabaja ya en la organización de una «fiesta por la libertad» que celebre el comunicado de ETA.
Tras su reunión con López, el íder del PNV será recibido mañana en La Moncloa por el presidente del Gobierno, en la que será la primera foto oficial con Rodríguez Zapatero. En ella, Urkullu insistirá en la derogación de la Ley de Partidos y la «doctrina Parot» y el acercaminento de los presos.
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