Descabezan la célula española de Anonymous

La Brigada de Investigación Tecnológica (BIT) de la Comisaría General de Policía Judicial ha descabezado la célula española de Anonymous, un grupo capaz de poner en jaque a grandes empresas y gobiernos lanzando ataques masivos contra sus páginas web. En la operación han sido detenidas tres personas en Almería, Arenys de Mar (Barcelona) y Sant Vicente del Raspeig (Alicante) que, según los investigadores, eran los encargados de tomar decisiones y dirigir los ataques. Uno de ellos, Rodrigo Tuero, tenía en su piso de Gijón un servidor desde el que se coordinaron y ejecutaron acciones contra los sitios webs de la tienda PlayStation de Sony, del BBVA, Bankia, ENEL y de los gobiernos de Egipto, Argelia, Libia, Irán, Chile, Colombia y Nueva Zelanda. El 18 de mayo, pocos días antes de las elecciones, los arrestados lanzaron una ofensiva contra la página de la Junta Electoral Central (JEC).

El modus operandi de Anonymous se basa en una estructura de células independientes que se ponen de acuerdo para lanzar de forma coordinada miles de ataques de denegación de servicios (DDoS) con el objetivo de colapsar la web del objetivo elegido. Para ello, en ocasiones se valen también de ordenadores «zombies» infectados en todo el mundo. En su día, esta red logró paralizar la administración de Letonia y su persecución es muy complicada por los conocimientos informáticos de los principales implicados, que les permiten operar desde el anonimato. De hecho, hasta ahora sólo en Estados Unidos y Gran Bretaña se han hecho operaciones similares.

Las investigaciones, que han obligado a rastrear dos millones de líneas de registro de chats y páginas web, comenzaron en octubre de 2010 tras una denuncia del Ministerio de Cultura. Su web había sufrido un ataque de Denegación de Servicio (sistema que bloquea un servidor incapaz de absorber la cantidad de usuarios que acuden guiados por los programas-robot de los piratas). El motivo, protestar por la «Ley Sinde». Sin embargo, por entonces no existía un tipo penal aplicable, aunque sí se hizo un trabajo de inteligencia muy útil para las posteriores pesquisas. En diciembre se repitió la agresión, esta vez también con la SGAE.

El punto de inflexión se produjo con el ataque, el 18 de mayo pasado, a la JEC. En ese momento se obtuvieron las pruebas que llevaron, el 21, a la detención en Almería de la persona que desde Gijón daba infraestructura a la célula. La intervención policial impidió que de nuevo la JEC, y también el PP y el PSOE, sufrieran nuevas agresiones, previstas para ese día.Tras el 22-M se perpetraron más ataques, esta vez contra el Congreso, la UGT y los Mossos. La BIT identificó en Barcelona y Alicante a los otros dos administradores de la red de «hackers».

Los implicados tenían un profundo conocimiento en seguridad lógica, vulnerabilidades e intrusiones y uno de ellos disponía de numerosos programas informáticos para infectar ordenadores. Empleaban además sofisticadas técnicas de cifrado de sus comunicaciones y dos de ellos ni siquiera tenían conexión propia de internet y vulneraban la seguridad de redes wifi ajenas. Están acusados de daños, descubrimiento y revelación de secretos, asociación ilícita y delito electoral. Se investiga si han obtenido información sensible.

La asamblea de parlamentarios de la OTAN equipara la peligrosidad de Anonymous con Al Qaeda. Ayer la red respondió: «No cometan el error de desafiar a Anonymous. No cometan el error de creer que pueden cortarle la cabeza a una serpiente sin cabeza. Si le cortan una cabeza a una hidra, 10 más van a salir en su lugar».