El 70% de usuarios de tabletas navegan mientras ven la tele
Los espectadores comparten la vieja y las nuevas pantallas: smarthpones, iPads y libros electrónicos
La televisión y la sala de estar han tenido una relación estable y sin traiciones durante más de medio siglo. Las familias se sentaban al anochecer, a la hora de la cena, y «consumían» imágenes: un programa o muchos, según la afición al «zapping» de cada cual, pero siempre con la pantalla como único y poderoso imán. Ya no es así. Un amplísimo estudio realizado por Nielsen en Estados Unidos (12.000 entrevistas con usuarios de smartphones y tabletas) demuestra que los nuevos dispositivos le han robado una parte notable de nuestra atención a los programas de las cadenas.
Una amplia mayoría de los encuestados —el 70 por ciento— confiesa que ve la televisión mientras navega, juega o consulta las redes sociales en las nuevas pantallas conectadas a internet. Los «tecnoadictos» han descubierto que es interesante y divertido trastear con sus recién adquiridos juguetes mientras Aída Nízar se va de «Supervivientes» o un grupo de tertulianos hila y deshila teorías sobre la #spanishrevolution. Es más, en muchos casos tabletas y móviles sirven para «comentar la jugada» en tiempo real con los amigos, en Twitter o en Facebook, o en el ya casi antiguo messenger. Los usuarios de Twitter son especialmente propensos a teclear continuamente mensajes sobre lo que están viendo, según otro estudio publicado estos días por TV Guide.
Ver la televisión es el complemento perfecto de las tabletas, según Nielsen. El 30 por ciento del tiempo total que los usuarios tienen encendido su iPad o similar, también funciona la televisión, lo que prueba al menos dos cosas: la buena conexión entre ambas pantallas y cómo las tabletas han triunfado especialmente en nuestro tiempo de ocio, al final del día.
El 21% del tiempo que le dedicamos a las tabletas estamos recostados en la cama. Y este dato revela otro giro sociológico: muchos de los encuestados han cambiado el tradicional libro por el «bit bit» digital antes de apagar la luz. Más de la mitad de los preguntados dicen que acostumbran a utilizar móviles y tabletas tumbados en la cama, mientras que un cuarto admite que incluso se lleva sus gadgets al cuarto de baño, como antes se hacía con el periódico o una revista.
Nielsen también ha preguntado a los propietarios de libros electrónicos. En este caso, «solo» un 35% tiene encendida la televisión cuando lee, mientras que el 61 por ciento se lleva el ingenio a la cama, en sustitución del tradicional libro encuadernado.
El estudio concluye que los nuevos dispositivos electrónicos invitan a sus usuarios a hacer varias cosas a la vez. Influyen claramente en la fragmentación de las audiencias, en otra forma de producir contenidos y publicidad y, según los críticos, en una atención cada vez más superficial.
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