ENERGÍA NUCLEAR
Un año de vaciado atómico en Zorita
En verano comenzará la fase más delicada del desmantelamiento de la central al atacar las zonas contaminadas con radiactividad

Se cumple un año del desmantelamiento en la nuclear de Zorita , un proceso que finalizará en 2016 , año en el que el terreno volverá a las manos de su propietario, Unión Fenosa-Gas Natural, para el desarrollo de nuevos usos. Enresa debe dejar el emplazamiento tal y como estaba en los años 60, antes del inicio de la construcción de la central, que arrancó en 1968 y se desconectó de la red en 2006.
Durante este último año se han acometido y continuarán ejecutando la base principal de los trabajos, en los que se han generado unas 3.000 toneladas de residuos. En la actualidad, se está finalizando el vaciado del edificio de turbinas y ya se ha instalado el medidor de bajo fondo para iniciar el desmontaje de las zonas radiológicas. En la planta están trabajando 261 personas y no se ha registrado ningún incidente.
No será hasta el próximo verano cuando comenzará la fase más delicada, con el inicio del desmantelamiento de las zonas contaminadas por radiactividad. El material más peligroso, el combustible gastado, ya se encuentra fuera de la planta en el anejo Almacén Temporal Individualizado, y a la espera de que el Gobierno decida el emplazamiento y construya el definitivo ATC, el cementerio nuclear donde serán trasladados.
En total, el desmantelamiento de Zorita generará 104.000 toneladas de material, 4.000 de ellas radiactivas, en un proceso que supondrá un costo de unos 135 millones de euros.
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