El cigarro electrónico se vende un 70% más

El impacto ha sido colosal: desde la entrada en vigor de la nueva ley del tabaco —el pasado 2 de enero—, las ventas de cigarrillos electrónicos han aumentado hasta en un 70 por ciento, según han asegurado a ABC en diversas farmacias y parafarmacias madrileñas. En concreto, si uno de estos establecimientos despachaba dos o tres a la semana en los meses previos a nueva legislación, a partir de enero se llegan a vender entre 8 y 10 al día.

El cigarro electrónico se ha convertido así en el producto estrella aunque también se ha notado un aumento significativo de otros tipo de productos para dejar de fumar como parches y chicles de nicotina. Los menos demandados son los medicamentos que necesitan prescripción médica si bien esta medida es la más eficaz para dejar el tabaquismo, siempre bajo la tutela de un facultativo.

«Se siente y sabe a cigarro», comentaba un fumador en la cola de una farmacia, a punto de comprar su cigarrillo electrónico. Este producto proporciona nicotina pero no lleva, según los expertos, ni alquitrán ni monóxido de carbono. Proporciona la «sensación de fumar» pero un pequeño porcentaje de quienes lo utilizan dejan el hábito definitivamente.

El cigarrillo electrónico da sabor, aroma y «humo» (que es vapor de agua). Como en todo, hay gustos y, por ello, se venden tanto los desechables como los recargables. Los primeros oscilan entre los 9 y los 15 euros. Los segundos —hay, incluso, modelos «de luxe» con pitilleta incluida—, cuestan entre 60 y 100 euros. Los recargables van provistos de boquillas; cada boquilla equivale a dos paquetes de cigarros normales.

Son muchos los fumadores que, desde el pasado 2 de enero, se han planteado dejar de fumar. «Nos lo están poniendo cada vez más difícil. Si quieren reducir de verdad el vicio, que pongan la cajetilla a 50 euros», decía otro fumador empedernido.