ACTO PRESIDIDO POR EL REY
La Armada recibe el «Juan Carlos I», el mayor barco de su historia
La Armada recibe hoy de la industria naval española (Navantia) el mayor barco de guerra de su historia y recupera al tiempo una de sus tradiciones: tener en la flota un navío con el nombre propio del Monarca reinante. Con la entrega del «Juan Carlos I»,«buque de acción estratégica» (portaaviones y, al tiempo, buque de asalto anfibio), la Armada da un salto adelante en su modernización y Su Majestad el Rey verá su nombre escrito en el futuro buque insignia de la Armada. Será el séptimo navío con denominación ligada a la Corona desde que en 1732 fue construido el «Real Felipe». El último fue el «Alfonso XIII».
Don Juan Carlos presidirá en Ferrol el acto de entrega a la Armada del nuevo buque, que es también un logro y un éxito comercial de la industria nacional. Navantia construye ya otros dos navíos de proyección estratégica para la Marina australiana y negocia ahora con Suráfrica la posible venta de otro más.
El «Juan Carlos I» tiene 231 metros de eslora y un desplazamiento máximo de 26.000 toneladas. Llevaba cinco años en construcción, fue botado en marzo de 2008 en un acto que también fue presidido por el Rey y en el que Doña Sofía fue la madrina.
Pertrechado mínimo
La entrega a la Armada se ha retrasado más de un año sobre el cálculo inicial. La crisis económica y los drásticos recortes en Defensa aplicados por el Gobierno en los dos últimos ejercicios han alargado el proceso al final. El «Juan Carlos I» terminó las pruebas de mar antes del verano, pero el alto coste de pertrechar un buque con una dotación de 243 personas, capaz de transportar una fuerza embarcada de 883 hombres y de alojar, en total, a 1.435 personas ha dado problemas añadidos de última hora.
Según reconocen en fuentes de la Armada, el «Juan Carlos I» sale con un pertrechado «mínimo» —había que gastar alrededor de 9 millones de euros— y con la confianza de que en el periodo de un año de garantía que tiene todavía el buque hasta que se integre plenamente en la flota se pueda completar su equipamiento. El «Juan Carlos I» supone para las Fuerzas Armadas un enorme salto cualitativo en sus capacidades.
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