Casi 28.000 personas sin casa por orden judicial, sólo en el primer trimestre

La crisis económica también ha llegado a la Justicia y en algunos casos sus efectos han marcado máximos históricos. Es el caso de las ejecuciones hipotecarias solicitadas por los juzgados de primera instancia y de primera instancia e instrucción que en los tres primeros meses del año batieron un récord nunca visto: 27.561 casos o lo que es lo mismo casi 28.000 familias que han perdido su casa. Ese dato terrible con sus miles de historias detrás ya se venía fraguando tras varios meses de fuerte crecimiento de ejecuciones ante la falta de pago de los créditos.

Con todo, según las estadísticas presentadas por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), algunos indicadores apuntan a que ha llegado un momento de estancamiento después de que el año pasado se dispararan todos los números en la jurisdicción Social. Sirvan como ejemplo los 31.192 procedimientos por despido registrados en estos tres primeros meses del año, que representan, no obstante, un 19 por ciento menos que los que hubo en el mismo periodo de 2009. Claro que en aquellas fechas los despidos ya habían alcanzado otro récord histórico al crecer entonces más de un 31 por ciento ese tipo de procedimientos que acabaron en los tribunales.

Una forma de interpretar los datos es que hayamos empezado a superar la dramática crisis y otra que los afectados opten por no gastar su dinero en pleitos, lo que explicaría que las reclamaciones de cantidades por despido hayan disminuido un 4,5 por ciento con respecto al mismo periodo del año pasado y se hayan quedado en 49.437.

Los vocales del CGPJ, responsables de las estadísticas, no se quitaron de la boca la coletilla récord histórico al hablar de los perversos efectos de la crisis. Los procesos monitorios, es decir, las reclamaciones de deudas también han crecido de forma continua y también han consolidado “marca”: hasta 255.398 han llegado en el primer trimestre; lo más preocupante es que sólo el 8 por ciento de esas personas lograron cobrar las deudas pendientes; algo parecido en cuanto a récord ha ocurrido con las notificaciones y embargos.

Pero es que la desastrosa situación económica parece haberse colado también en las familias y las parejas; de otra forma no se explica que después de muchos trimestres, desde finales de 2006 en concreto, por primera vez se haya producido un repunte tanto en el número de separaciones como en el de divorcios, consensuados y no consensuados hasta llegar a los 33.187. Por ahora es solo un cambio aislado. Como dicen los jueces hay que esperar para valorar si también en esto del matrimonio hemos entrado en un cambio de tendencia.