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La Generalitat, a la desesperada, eleva sus críticas contra el TC

El Pleno se reunió sólo dos horas y no empezó a debatir la sentencia

N.C.

Por todos los frentes. El Gobierno de la Generalitat de Cataluña está quemando sus últimos cartuchos y ha desplegado todas las armas a su alcance para tratar de evitar, por la vía de los recursos dilatorios o por la de la presión verbal, que el Tribunal Constitucional cierre por fin la interminable tramitación del recurso del Partido Popular contra el Estatuto, que lleva coleando desde julio de 2006. Tras hacerse público que el Pleno rechazará las últimas pretensiones del Gobierno que preside el socialista José Montilla y del Parlamento autonómico —reintegrar al magistrado recusado Pablo Pérez Tremps y renunciar a la competencia— algunos de sus miembros han vuelto al ataque y centran sus críticas en la fórmula de votación por bloques o artículo por artículo, la última opción que le queda al TC para sacar adelante su sentencia.

Temor del tripartito

En contra de ese sistema se pronunciaron ayer tanto el consejero de Política Territorial y Obras Públicas del Gobierno catalán, Joaquim Nadal, como el vicepresidente de la Generalitat, el republicano Josep Lluís Carod-Rovira. De sus palabras emerge el temor del tripartito a que una votación artículo por artículo arroje como resultado una sentencia mucho más dura con el Estatut de lo que podían serlo las ponencias que se han debatido y de lo que lo es la redactada por la presidenta, María Emilia Casas. Un revolcón así, en puertas de las elecciones autonómicas, es inasumible para los miembros del Ejecutivo autonómico.

En esta línea, Nadal aseguró ayer que la votación parcelada de los artículos del Estatuto es «un paso atrás». «Cualquier novedad en la forma de votar es un paso atrás en la capacidad de este Tribunal para dictar sentencia», dijo textualmente el consejero, quien tampoco dudó en descalificar al TC al asegurar que «no está completo», pues un magistrado ha fallecido, otro está recusado y cuatro más (la presidenta, Guillermo Jiménez, Vicente Conde y Jorge Rodríguez Zapata) debieron ser sustituidos por vencimiento del mandato en diciembre de 2007, informa Ep.

Pese a todo, el consejero de Política Territorial aseguró que si el Constitucional dicta su sentencia, la Generalitat la acatará, aunque lo más probable es que «no la comparta».

Nadal cerró sus declaraciones poniendo de manifiesto cierto escepticismo ante la posibilidad de que, de verdad, el Pleno del TC consiga aprobar la sentencia esta semana, tal y como se han propuesto Casas y el resto de los magistrados. «No sabemos si esta vez va de verdad», aseguró Nadal, quien quiso recordar de esta forma que no es la primera vez que se da por sentada la inminencia de la sentencia y después se produce una nueva situación de bloqueo en el seno del Tribunal.

El vicepresidente y dirigente de ERC, Carod-Rovira, utilizó su blog para atacar al TC y lo hizo comparando el método de votación que empleará el Pleno (y que está previsto por la ley) con el «tetris». El republicano acusó a los magistrados de «jugar al tetris» con la sentencia. Como en este juego, señala en su comentario, los artículos de la norma catalana «irán cayendo en el recipiente de la Constitución, y los magistrados las irán haciendo girar hasta que, por agotamiento, decidirán si encajan o no». Según Carod, como en todas las partidas del tetris, algunas piezas desaparecerán y además, «al final lo que no encaja es la figura entera». De ahí concluyó que lo que en este caso no encaja es Cataluña en la Constitución.

La presidenta del Partido Popular en Cataluña, Alicia Sánchez Camacho, denunció ayer las «maniobras» de Montilla y del tripartito y aseguró que «parece» que les da «miedo» que el Tribunal pueda dar a los catalanes un Estatuto que «no es anticonstitucional».

Breve reunión

Entre tanto, los magistrados que integran el Pleno reanudaron ayer los trabajos a las diez y media de la mañana. De momento, parecen haber comenzado con cierta tranquilidad. Tras dos horas de reunión en las que también estuvo presente Pascual Sala —el lunes estaba indispuesto—, el Pleno acordó rechazar directamente y sin tramitarlo el recurso de súplica con el que la Generalitat y el Parlamento catalanes pretendían que el recusado Pérez Tremps interviniera en parte de la votación si ésta se hace finalmente por artículos. Al igual que el lunes, ayer tampoco se adentraron en el debate sobre la ponencia de la presidenta.

El TC descarta de forma rotunda la posibilidad de que Pérez Tremps participe a ratos en las deliberaciones y votaciones. Y lo hará en un auto que, previsiblemente, se notificará en las próximas horas. En esta ocasión, el Tribunal no ha necesitado solicitar su opinión a las partes personadas (los recurrentes y el abogado del Estado).

Sí lo hizo con el anterior recurso de súplica, presentado también por la Cámara autonómica y por el Gobierno de Montilla. Con él pretendían que el TC declarara ahora, cuatro años después, su incompetencia ante su «falta de legitimidad». Tras recibir todos los escritos de alegaciones, contrarios a las tesis del recurso, el Pleno ha decidido rechazarlo. Fuentes del Tribunal indicaron que este texto tampoco pudo quedar terminado al término del plenario de ayer. Los magistrados volverán a reunirse esta mañana.

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