Eguiguren recula y niega que quiera legalizar a Batasuna
Advierte que la izquierda abertzale «no sabe aún si tendrá que enfrentarse a los terroristas»
El presidente del PSE-EE, Jesús Eguiguren, insistió hoy que la izquierda abertzale experimenta "un ciclo nuevo", en el que, ya sea por "cansancio" o por "espíritu de supervivencia", llega a la conclusión de que la política es incompatible con la defensa del terrorismo.
Asimismo, enfatizó que después del verano este debate "será distinto" y añadió que, en ocasiones, parece que uno ha "dicho una barbaridad" pero, pasado el tiempo, se demuestra que lleva razón.
Eguiguren se afanó, no obstante, en declaraciones a Onda Cero, en zanjar la polémica sobre sus declaraciones de los últimos días afirmando que "ETA se tiene que disolver sin que se negocie con ellos y Batasuna se tiene que legalizar sin que se cambie la Ley de Partidos". Con estas declaraciones, Eguiguren quiso aclarar las dudas que se hubieran podido suscitar por su afirmación de que podría ser "contraproducente" mantener a Batasuna fuera de las instituciones ahora que parece abrirse un nuevo ciclo debido a la situación terminal de la banda terrorista ETA. El diagnóstico que Eguiguren hace con respecto a los abertzales es que “han llegado a la conclusión de que necesitan salir de ese círculo, y necesitan salir consiguiendo que ETA definitivamente lo deje y, si hace falta, condenando al terrorismo si ETA continúa". Para él, esto "es una realidad importantísima" y no tiene sentido "negar las evidencias, negar los hechos".
«ETA se tiene que disolver sin que se negocie con ellos y Batasuna se tiene que legalizar sin que cambie la Ley de Partidos»
Es consciente de que han llegado a esta conclusión "no por idealismo, ni porque ahora hayan hecho penitencia o se les haya aparecido la virgen", sino "obligados por los hechos" (desde la derrota policial de ETA hasta la rivalidad de Aralar), y porque "les gustaría volver a las instituciones y saben que de esta forma no pueden. Por lo tanto, por cansancio y por espíritu de supervivencia han hecho un análisis consistente en que es incompatible practicar o defender el terrorismo y hacer política”. El presidente del PSE justificó la falta de claridad de los abertzales señalando que “ellos tienen su lenguaje particular y les cuesta mucho salir de ahí, casi hay que interpretarlo". Y, además, porque “esta gente todavía con ETA tiene una ligazón y una historia común”. En este sentido, añadió que “les gustaría que esa evolución no fuera conflictiva" pero "todavía no saben si tendrán que enfrentarse a ETA o no". Después de tanto tiempo, le parece "normal que la evolución sea contradictoria, con dificultades”.
Ley de Partidos
En cualquier caso, desmintió que él defienda ni la negociación con ETA ni la derogación de la Ley de Partidos. Respecto a la primera, aclaró que defiende que "ETA pare y desaparezca", porque “sería una barbaridad que el Gobierno estuviera negociando" cuando la debilidad actual de la banda "se ha producido por la eficacia del Estado". "Si estamos obteniendo resultados, con una serie de mecanismos, sería absurdo que el Gobierno pretendiera negociar", sentenció. En relación con la Ley de Partidos, aseguró que fue él quien la defendió en el PSE y que no propugna que se legalice a Batasuna.
"Defiendo que, si lo que dicen es verdad, vayan al registro y se apunten como partido, respetando las exigencias legales. No hay una pista de aterrizaje. Son ellos los que lo tienen que hacer", precisó. “Lo único que he dicho es que si estamos ante un ciclo nuevo, el Partido Socialista y el Partido Popular se pongan de acuerdo para liderar este nuevo escenario el día que se produzca, el día que se confirme que son hechos lo que todavía son palabras. Y que busquen también la colaboración del PNV para afrontar ese nuevo ciclo", explicó. Desde un punto de vista subjetivo, Eguiguren apeló a que “uno ve que gente que hace treinta años le dejó de saludar empieza otra vez a saludarle, sin saber por qué; gente de Batasuna que dice: "Se acabó, no aguanto, éstos de ETA se tienen que ir a casa". Uno tiene mil percepciones que yo no le puedo explicar. Y todo eso se está produciendo en el País Vasco”.
Después de ser contestado por el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, y otros líderes del PSE, Eguiguren expresó que no pensaba que estuviera "metiendo la pata" o diciendo alguna "barbaridad" cuando hablaba de "un cambio radical" en la izquierda abertzale y apuntaba que no bastaba "con acabar con la banda, sino hacerlo irreversible". "Ha sido una contrariedad para mí", apostilló. Puso de relieve que durante 30 años ha estado protegido por escolta por decir lo que le "da la gana" y, en consecuencia, aseguró que por haber "tenido un contratiempo o porque a determinados líderes o partidos no les haya gustado" tampoco dejará de "decirlo".
"Posiblemente hablaré con usted cuando pase el verano y la discusión será distinta porque, a veces, al principio parece que uno ha dicho una barbaridad y ha metido la pata y pasa un poco de tiempo y resulta que tiene razón, osea que yo soy de esos", indicó.
En declaraciones a Onda Cero, Eguiguren dijo no sentirse una "especie en extinción" en su partido.
Respecto al documento suscrito ayer entre Eusko Alkartasuna y la izquierda abertzale para trabajar a favor de la creación de un Estado vasco, consideró que "no fue un gran avance" aunque para Batasuna tiene "algo de importancia" al fortalecerse con la compañía de otro partido. Remarcó que tampoco se le puede "pedir que hagan maravillas" en el campo de la "terminología y el léxico" porque tienen "su lenguaje particular y les cuesta mucho salir" de él.
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