Dos de cada tres españoles creen que en 2011 tampoco habrá brotes verdes
El 77 por ciento califica de mala o muy mala la situación económica actual

El optimismo antropológico del que presumía José Luis Rodríguez Zapatero al poco de llegar al poder en 2004 se ha quedado recluido en el Palacio de la Moncloa, donde hace sólo un año ya veían brotes verdes en la economía, porque en la calle cunde el pesimismo ante la inminente recuperación prometida por el presidente del Gobierno y su vicepresidenta económica, Elena Salgado. Así se desprende del último barómetro de DYM, realizado para ABC entre el 3 y el 10 de junio, en el que casi ocho de cada diez españoles (el 77 por ciento) califican de mala o muy mala la situación económica actual. La gran mayoría, un 65 por ciento, cree además que dentro de un año estaremos igual o todavía peor.
La valoración de la situación económica de España en estos momentos es la peor de la serie histórica desde 1995. Hace un año, justo cuando Zapatero anunció una Ley de Economía Sostenible para apuntalar la recuperación y la creación de empleo y anunciaba que ya había indicios claros de crecimiento, los que veían mal o muy mal la situación económica eran el 67 por ciento, diez puntos menos que ahora. Las medidas que ha adoptado el Gobierno socialista desde entonces han servido para reforzar la inquietud de los ciudadanos, que han comprobado lo poco efectivas que han sido. De hecho, el presidente Zapatero fue quien afirmó en el Congreso al comienzo de la legislatura que la efectividad de sus medidas se evaluaría si servían para crear empleo. Desde entonces el paro no ha dejado de subir y ha llegado al 20 por ciento.
Optimismo residual
La percepción negativa de la situación económica se acentúa entre los votantes del PP: el 88 por ciento ve las cosas mal o muy mal, frente al 70 por ciento de los simpatizantes socialistas. Nadie, ni de un partido ni de otro, se atreve a decir que España está «muy bien», y sólo un 2 por ciento mantiene su optimismo, seguramente antropológico, y asegura que la situación es «buena».
Si el panorama actual es así de negro para la mayoría de los españoles entrevistados, la confianza en el futuro no es mucho mejor. Mientras que dos de cada tres creen dentro de un año la economía estará igual (de mal, según dice la gran mayoría) o todavía peor, sólo uno de cada tres encuestados (el 33 por ciento) opinan que mejorará algo. Este porcentaje de optimistas sobre el futuro es menor que el registrado a finales del año pasado, cuando llegaba al 36 por ciento. Entre medias se ha producido el rescate financiero de Grecia, que ha hecho tambalear a la economía europea, y el «tijeretazo» social aprobado por el Gobierno. Entre los votantes del PSOE, más de la mitad (52 por ciento) son pesimistas si miran a 2011.
Pero, además, los ciudadanos no han percibido que la recuperación haya empezado por ningún lado ni que sea cierto aquello que dijo Zapatero el pasado 10 de febrero en el Pleno del Congreso, al comienzo de la Presidencia española de la UE, cuando hacía uno de esos diagnósticos con los que ha trufado toda l
a legislatura, la mayoría de las veces equivocados: «La economía no está peor hoy que hace seis meses». Lo peor, sin embargo, no había llegado todavía.
Los ciudadanos, realistas
Los ciudadanos han demostrado que tenían una percepción mucho más realista y acertada que el Gobierno sobre la situación económica desde que estalló la crisis y Zapatero se empeñó en negarla. Así, en noviembre de 2008, cuando el Ejecutivo lanzaba ya anuncios de inminente creación de empleo y recuperación para el año siguiente, tres de cada cuatro españoles (el 74 por ciento) advertía que el rumbo no era el adecuado y la situación no mejoraría al año siguiente.
La percepción personal de la crisis es aún más desfavorable. Más del 90 por ciento afirma que está igual o peor que hace un año, mientras que sólo el 7 por ciento dice que vive mejor. Además, ocho de cada 10 creen que su situación económica personal estará igual o peor que en estos momentos en 2011, una percepción que comparten con datos muy similares los votantes del PP y los del PSOE.
Un Ejecutivo débil
La situación política está igual de mal que la económica, según lo ven los ciudadanos entrevistados. Siete de cada diez consideran que está mal o muy mal, y sólo el 3 por ciento la describe como «buena» (el porcentaje más bajo de la serie histórica). En este caso tampoco hay nadie (cero por ciento) que califique de «muy buena» la situación política. Esta percepción se produce en el momento de mayor debilidad del Gobierno, sin socios ni alianzas que le permitan tener cierta seguridad para los próximos retos que se avecinan, sobre todo los Presupuestos de 2011. Un fracaso de ese proyecto de ley dejaría al Gobierno abocado a un adelanto electoral.
El optimismo sobre el futuro político también es minoritario: ocho de cada 10 creen que la situación seguirá igual o peor en junio de 2011. Los votantes populares son ligeramente más pesimistas que los del PSOE, ya que sólo el 15 por ciento cree que la política mejorara en un año, frente a un 19 por ciento de los socialistas.
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