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Medio siglo sin ver a sus hijos

Hacía más de medio siglo que Kim Ki-sung, de 82 años, no veía a dos de sus hijos. Mucho tiempo para un padre y sus vástagos, pero es que Kim Ki-sung y sus hijos forman parte de las diez millones de familias que permanecen separadas en Corea desde el final de la guerra (1950-53).

Después de tantos años, los tres han podido reencontrarse hoy al reanudarse las reuniones de familias del Norte y Sur de Corea divididas por aquel conflicto bélico. “Siento no haberos llevado conmigo cuando huí”, les dijo a sus hijos Kim, quien escapó al Sur cuando los soldados de Estados Unidos se retiraron del Norte en 1951.

De esta forma tan emotiva informaban los medios locales, ya que n o se permitió la presencia de periodistas extranjeros en esta continuación de las reuniones familiares, interrumpidas desde octubre de 2007. Dichos encuentros comenzaron tras la histórica reunión que mantuvieron en el año 2000 el caudillo norcoreano, Kim Jong-il, y el presidente de Corea del Sur, el recientemente fallecido Kim Dae-jung, dentro de la distensión abierta entre estos dos países.

Pero las reuniones quedaron suspendidas por el endurecimiento de la postura del Gobierno conservador surcoreano, cuyo presidente, Lee Myung-bak, renunció a la política de apaciguamiento (“sunshine policy”) mantenida por su predecesor, Roh Moo-hyun, tras subir al cargo a principios del año pasado.

Después de la tensión vivida durante los últimos meses, en los que Corea del Norte ha hecho detonar su segunda bomba atómica , ha lanzado varios misiles y se ha retirado de las conversaciones a seis bandas sobre su desarme nuclear, se ha vuelto a producir un nuevo acercamiento tras la histórica visita del ex presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, a Pyongyang para liberar a dos periodistas americanas detenidas por entrar ilegalmente en el país más hermético y aislado del mundo.

Dentro de este deshielo, decenas de familias han podido volver a encontrarse en el complejo turístico del Monte Kumgang, ubicado en la costa oriental de Corea del Norte. Un segundo grupo de coreanos separados se reunirán el martes, pero todavía no se ha decidido cuándo continuarán estos reencuentros.

Hasta el momento, 16.200 coreanos se han visto cara a cara después de más de medio siglo sin mantener ningún tipo de contacto e incluso desconociendo el destino de sus seres queridos, mientras que otros 3.740 lo han hecho a través de vídeoconferencia. Sin embargo, unos 40.000 han muerto desde que solicitaron a la Cruz Roja participar en dichas reuniones en 1988, ya que la mayoría son ancianos que huyeron de Corea del Norte a principios de los 50 y han temido toda la vida por la suerte de sus familiares.

En total, 127.400 surcoreanos han pedido reencontrarse con sus parientes, pero muchos otros contratan a “rescatadores” privados que entran de manera clandestina en Corea del Norte, localizan a sus familiares pagando sobornos y luego conciertan citas en la porosa frontera con China.

Ahora, con el acercamiento entre las dos Coreas, no sólo es posible que vuelvan a reunirse numerosas familias divididas por la última frontera de la Guerra Fría, sino que hasta Pyongyang regrese a las negociaciones a seis bandas de Pekín, que también incluyen a EE.UU., Rusia, China y Japón.

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