Juan Magán: «Los Latin Grammy son una experiencia maravillosa y recomendable para todo el mundo»
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Con más de 7,5 millones de oyentes mensuales en Spotify, Juan Magán se ha consolidado como uno de los grandes artistas de la industria musical de la actualidad. Su éxito no entiende de edades, y esta noche, a las 21 horas, se subirá al escenario de la Santalucía Universal Music Week para deleitar al público sevillano con los grandes éxitos de su trayectoria musical. El evento forma parte de la antesala de los Latin Grammy, que tendrán lugar este jueves en la capital hispalense.
-¿Tiene ganas?
-Yo siempre tengo ganas de ir a Sevilla, pero cuando es la Plaza de España, durante la semana de los Latin Grammy, y encima algo organizado por Santalucía y Universal, se multiplican las ganas. Estoy loco por que llegue el momento.
Va a ser muy chulo porque van a sonar mis canciones de todos los tiempos, los grandes éxitos que forman parte de la adolescencia de muchísima gente de habla hispana. Además, lo vamos a combinar con un show de Malinche, de Nacho Cano, que va a ser algo nuevo. Ellos van a estar haciendo su performance, y además, vamos a cantar la canción que hicimos, 'Hijo de la guerra'. El show va a ser una combinación de varios artes a la vez: la danza y la música.
-Además, actúa en Sevilla el día de antes de los Latin Grammy. ¿Qué importancia tiene?
-Es un honor que se celebren los Grammy Latinos en España por primera vez de la historia. Es una maravilla. Que se celebren en Sevilla es algo increíble. Una ciudad con una historia como Sevilla, creo que es algo maravilloso que debemos celebrar todas las personas que nos dedicamos a la música, y no solo los músicos, también la gente de la industria, y agradecer a las personas que han hecho posible el acercamiento.
-Ha sido galardonado con un Latin Grammy en varias ocasiones. ¿Qué se siente al ganar el premio más importante de la industria?
-Participar en ello o que te nominen a un Grammy es algo maravilloso porque te están dando una palmadita a la espalda que te recuerda que lo estás haciendo bien, que estás sumando a la cultura, y eso te da alegría.
Por otro lado, el ganarlo o no ganarlo va a depender mucho de los miembros votantes, de tu lobby, de tu forma de hacer contactos, de relacionarte, de lo introvertido, extrovertido o de lo negociante que seas. Es algo más difícil de comprender por el inmenso público, pero si alguien está dentro de la industria lo va a entender fácil.
Ganarlo o no ganarlo tampoco es algo que vaya para cambiar tu vida, pero el que te tengan presente, te nominen y formes parte de su ciclo anual, porque ellos hacen un montón de cosas chulísimas con la fundación, sí que te lleva a otro nivel, te lleva a tu estadio y te lleva a sentirte parte de este arte que al final es una industria que es la música.
-¿Destacaría algún momento de los Grammy Latino?
-El ambiente de toda la semana de los Latin Grammy es maravilloso. Puedes acudir al 'Person of the Year', que es algo chulísimo. Puedes asistir a charlas de gente muy preparada, de profesionales, de leyendas, puedes conocer gente, puedes hacer un montón de contactos e interaccionar con todo el mundo… Es que son mil anécdotas, desde tomarte una copa de forma distendida con cualquier artista que tú admiras hasta estar en la gala y hacer la alfombra o estar sentado mientras están premiando. Los Latin Grammy es una experiencia maravillosa y recomendable para todo el mundo, incluso para el que no se dedique a la música, para el propio amante de la música asistir como público es algo súper bonito.
-'Bailando por ahí' y 'Ella no sigue modas' son canciones que le llevaron a ganar el premio, ¿cómo cambiaron su vida?
-Todo formó parte de un proceso y todas las canciones que he hecho suman a mi personalidad y a mi forma de hacer música. Yo hacía mucha música electrónica, pero mi pasión o lo que yo escuchaba en la intimidad era música latina y también urbana. Al final, el proceso hizo que ambas pasiones se unieran, se mezclaran y surgieran todas esas canciones. Es una función a la que le pusimos de nombre 'Electrolatino'. La gente lo acogió muy bien, lo abanderó y empezó a surgir un movimiento que no existía en Europa y tampoco en Latinoamérica. Era algo muy novedoso también a nivel de electrónico, y tuvo un apoyo masivo que hasta el día de hoy me ha dado alegrías maravillosas.
Al final las canciones son como los hijos, no puedes decir que quieres más a una que a otra. Yo tengo la suerte de haber trabajado con gente a la que admiro muchísimo y otra gente a la que no conocía, que desde el momento en que la conocí, despertaron mi admiración. Eso es lo más bonito. Las canciones me han dado alegrías increíbles y no podría escoger una, pero sí es verdad que el punto de inflexión fue 'Bailando por ahí', porque fue número uno de Billboard en los Estados Unidos, y tanto Estados Unidos como México son un escaparate gigante. Saqué esa canción, o esas canciones, porque fueron muchas, y me pusieron en un escaparate ante el mundo entero.
-Lleva cerca de 20 años en la música, ¿cuál es el secreto para seguir manteniendo a la gente bailando?
-Creo que es estando pendiente de ellos, de qué es lo que requieren, qué es lo que demandan, cómo se lo pasan bien, y seguir ofreciéndoles los mismos ingredientes para que ellos disfruten. Yo soy un artista que muchas veces no muestra todo lo que quisiera lo que hay en su mente y lo que hay en su corazón. Prefiero seguir dándoles bailes y alegrías, sé que me debo a ellos.
Cuando yo empecé a hacer ese tipo de música, nadie más lo hacía. La gente entendió que yo fui uno de los que estaban ahí primero, y me tienen una adoración que agradezco infinitamente. Me tienen ahí como 'el papá' de todo eso, y yo lo agradezco un montón. A todo el mundo le apetece de vez en cuando pegarse una fiesta con 'el papá', y vienen, y disfrutan, y se lo gozan, y eso para mí es un honor y una bendición.
-¿Le ha costado mantener los pies en la tierra durante todo este tiempo?
-No, jamás, nunca, de verdad que no. Gracias a Dios, tengo unos valores increíbles que me dieron mis padres. Y no, nunca despegué los pies de la tierra. Yo siempre traté a las personas por igual, y me trataron a mí con naturalidad, porque no fue de un día para otro. Fue algo progresivo, y dio tiempo a que todos lo interiorizáramos de la misma forma. Mi familia y mis amigos no me ven como a Juan Magán, sino como 'Juanito', y yo no los veo a ellos como nada diferente.
Escucho a muchos artistas referirse a sus seguidores como fanáticos. A mí fanático me parece una palabra fea. Yo siempre me refiero a ellos como las personas que siguen mi música, que consumen mi música o que bailan mi música. Creo que en el momento en el que empiezas a llamarlos fanáticos despegas los pies de la tierra un poco.
-Seguro que su familia está muy orgullosa. ¿Son sus hijos fans de Juan Magán? ¿En qué momento conocieron su fama?
-(Risas) Desde muy pequeñitos. ¿Sabes qué pasa? Que el ser humano, cuando hay un exceso de amor, para bien y para mal, puede llegar a ser un poco traumático. Los niños desde chiquitos recibieron mucho amor bonito por parte de mis seguidores, pero también mucho amor malo, por no llamarlo odio, que no me gusta esa palabra, por parte de mis detractores.
Ellos desde bien chiquitos sabían que eran hijo de un artista, de una persona pública, porque se encontraban con gente que los adoraba, pero también gente que, por algún motivo o algún problema que debían tener en su cabeza y en su corazón, trataban de hacerles daño. Desde pequeños supieron bloquear ciertos sentimientos y también abrirse a la gente adecuada. Ellos son conscientes, y lo interiorizaron desde bien pequeñitos y de una forma muy natural.
«Pasan los años y mis canciones se siguen escuchando las mismas millones de veces, y voy a los shows y siguen sucediendo cosas mágicas»
Juan Magán
-No todo habrá sido un camino de rosas. ¿En algún momento se ha planteado una posible retirada?
-Al final siempre tienes que valorar qué es lo que te hace feliz. A mí me hace feliz lo que hago, y claro que muchas veces piensas que ya está, que ya hiciste todo lo que tenías que hacer en algunas metas que te pusiste, o que hay otras que te quedan por cumplir pero quizá no sean necesarias.
Otras veces, te planteas eso también por la tranquilidad de tu familia, por no viajar tanto y estar más con ellos, pero al final te das cuenta de que lo que te hace feliz es hacer lo que haces, al igual que las personas que contribuyen a que tú puedas seguir haciéndolo, el público, la gente que escucha mis canciones o que va a los conciertos. Es que gracias a ellos yo puedo vivir. En el momento en el que ellos no demanden ver a Juan Magán en directo, o no demanden escuchar a Juan Magán, pues ya está. Pero es que pasan los años y mis canciones se siguen escuchando las mismas millones de veces, y voy a los shows y siguen sucediendo cosas mágicas. Entonces no, no puedo, aunque uno a veces se lo plantee por la estabilidad de la familia, al final decides que tienes que continuar un poquito más.
-¿Qué es lo que le ayuda a seguir adelante?
-La alegría de compartir. A mí me encanta compartir con las personas. Soy una persona que todo el tiempo está tramando una juntada de amigos o una juntada de familia. Compartir, compartir, compartir. Yo todo lo que tengo lo comparto, y creo que eso la gente lo nota y lo detecta y cuando va a los shows y comparten la energía. Todo el mundo se va contento y feliz. Yo creo que la gente ha entendido perfectamente el concepto y entienden mi vibra, la comparto, y es para todos. Hay gente que dice que nace con un don, yo nací con el don de compartir alegría. Creo que esa es mi característica.
-De todo lo que ha logrado, ¿cuál ha sido su mayor triunfo?
-El formar una familia maravillosa. La familia que tengo es increíble. Es de lo que más orgulloso me siento, incluso más que de mi carrera profesional. Mi carrera musical creo que ha sido un fruto de una vida personal plena, maravillosa, con mi familia, con mis hijos, con mi mujer, con mi mamá o mis hermanos, de mi vida personal. Mi familia es increíble, y para mí es lo primero siempre.
-¿Le queda algún sueño aún por cumplir?
-No soy muy soñador, la verdad. Prefiero currar que soñar. Yo quiero seguir trabajando. Quiero seguir dándole un porvenir maravilloso a mi familia, cuidar de todos. El día a día. Seguir viviendo. Hay que agradecer cada uno de los días que vivimos. Ese es mi mayor anhelo, y no creo que sea un sueño, yo creo que es algo que todo el mundo debería hacer. De verdad, recomiendo a todo el mundo que disfrute cada día, uno a uno, siempre siendo precavidos y previsores.
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