conservación
Rewilding, solución climática
Proteger o restaurar especies animales facilita la captura adicional de 6.410 millones de toneladas de dióxido de carbono al año, según un novedoso estudio de la Universidad de Yale

La protección de la fauna salvaje en todo el mundo podría aumentar considerablemente la captura y el almacenamiento naturales de carbono al potenciar los sumideros de carbono de los ecosistemas. Así lo señala un nuevo estudio dirigido por Oswald Schmitz, catedrático de Ecología Poblacional y Comunitaria de la Facultad de Medio Ambiente de la Universidad de Yale,
El estudio, publicado en Nature Climate Change y del que son coautores 15 científicos de ocho países, examina nueve especies silvestres: peces marinos, ballenas, tiburones, lobos grises, ñus, nutrias marinas, bueyes almizcleros, elefantes africanos y bisontes americanos. Los datos muestran que la protección o restauración de sus poblaciones podría facilitar colectivamente la captura adicional de 6.410 millones de toneladas de dióxido de carbono al año. Esto supone el 95% de la cantidad necesaria cada año para cumplir el objetivo del Acuerdo de París de eliminar suficiente carbono de la atmósfera para mantener el calentamiento global por debajo del umbral de 1,5 grados centígrados.
«Las especies silvestres, a través de su interacción con el medio ambiente, son el eslabón perdido entre la biodiversidad y el clima», afirma Schmitz. «Esta interacción significa que el rewilding puede estar entre las mejores soluciones climáticas basadas en la naturaleza a disposición de la humanidad».
Los animales salvajes desempeñan un papel fundamental en el control del ciclo del carbono en ecosistemas terrestres, marinos y de agua dulce a través de una amplia gama de procesos, como la búsqueda de alimento, la deposición de nutrientes, las perturbaciones, la deposición de carbono orgánico y la dispersión de semillas, según ha demostrado la investigación de Schmitz. La dinámica de absorción y almacenamiento de carbono cambia fundamentalmente con la presencia o ausencia de animales.
Animación del ciclo del carbono
Según la investigación, poner en peligro las poblaciones animales hasta el punto de extinguirlas podría hacer que los ecosistemas que habitan pasaran de ser sumideros de carbono a fuentes de carbono. Las poblaciones de animales salvajes del mundo han disminuido casi un 70% en los últimos 50 años. El estudio demuestra que resolver la crisis climática y la de la biodiversidad no son cuestiones separadas y que la recuperación de las poblaciones animales debe incluirse en el ámbito de las soluciones climáticas basadas en la naturaleza, afirman los autores. La recuperación de las poblaciones animales para mejorar la captura y el almacenamiento naturales de carbono se conoce como animación del ciclo del carbono.
Otras especies con gran potencial en todo el mundo son el búfalo africano, el rinoceronte blanco, el puma, el dingo, los primates del Viejo y Nuevo Mundo, los cálaos, los murciélagos frugívoros, las focas grises o las tortugas boba y verde, señalan los autores.
«Las soluciones climáticas naturales se están convirtiendo en fundamentales para alcanzar los objetivos del Acuerdo Climático de París, al tiempo que crean una oportunidad añadida para mejorar la conservación de la biodiversidad», afirma el estudio. «Ampliar las soluciones climáticas para incluir a los animales puede ayudar a acortar el horizonte temporal en el que se extraen 500GtCO2 de la atmósfera, especialmente si se aprovechan las oportunidades actuales para proteger y recuperar rápidamente las poblaciones de especies y la integridad funcional de los paisajes terrestres y marinos. Ignorar a los animales equivale a perder oportunidades de mejorar el alcance, la extensión espacial y la gama de ecosistemas que pueden alistarse para ayudar a mantener el calentamiento climático dentro de 1,5 grados».
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