El Parlamento catalán aprueba una ley que prohíbe a los menores de 14 años acudir a corridas de toros
El artículo que impide el acceso de los niños a las plazas se aprobó con los votos de CiU y el PSC, mientras que PPC, ERC e ICV se opusieron por motivos diferentes

BARCELONA. El Parlamento catalán aprobó ayer una nueva ley de protección de los animales, en sustitución de la de 1988, que prohíbe el acceso de los menores de 14 años a las corridas de toros, iniciativa que se ha intentado implantar desde hace seis años. En 1997, la Comisión de Justicia de esta Cámara aprobó una resolución que emplazaba a la Generalitat a impedir la entrada de los niños a las plazas de toros y a los combates de boxeo. En abril de 1999, el Gobierno catalán aprobó un decreto en ese sentido, pero el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña lo anuló en octubre del año siguiente.
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Una posterior proposición no de ley, que la normativa aprobada ayer deja sin efecto, recogía las peticiones de las entidades taurinas y permitía el acceso de los menores a ambos espectáculos, siempre y cuando fueran acompañados de un adulto.
Decisión de los padres
Aunque la Ley sobre la Protección de los Animales ha contado con el consenso de todos los partidos, que consideran que Cataluña será «un referente» en Europa en este campo, el artículo centrado en los menores volvió a resucitar la polémica en el Pleno de ayer. CiU y PSC lo aprobaron, mientras que PPC, ERC e ICV se opusieron. Los populares pretendían que fueran los padres quienes decidiesen sobre la conveniencia de que sus hijos presencien los espectáculos taurinos, y ERC e ICV votaron en contra de este artículo al oponerse a la celebración de corridas de toros. Por otro lado, todos los grupos, excepto ICV, dieron el visto bueno «a las fiestas con toros sin muerte del animal (los tradicionales «correbous») en las fechas y localidades donde tradicionalmente se celebran». «En estos casos, se prohíbe inferir daños a los animales», indica el texto.
Seres vivos con sensibilidad
La ley, que reconoce que los animales «son seres vivos dotados de sensibilidad física y psíquica», recoge otros muchos aspectos. Así, prohíbe el sacrificio de perros y gatos abandonados, salvo «por motivos humanitarios y sanitarios que se establezcan por vía reglamentaria», y fija sanciones de hasta 20.000 euros en caso de infracciones graves. Entre éstas, se contemplan las mutilaciones o sacrificios de animales sin control veterinario o fuera de las condiciones descritas en el texto legislativo, el abandono «si se ha hecho en circunstancias que les puedan comportar graves daños» o la organización de peleas ilegales. También se sancionará, aunque con multas más leves, matar o maltratar a animales en producciones cinematográficas.
La normativa catalana prohíbe la venta de animales a menores de 16 años, las granjas para la cría de primates, las atracciones feriales de ponis, el tiro al pichón, la exhibición de animales de forma ambulante como reclamo o la mutilación con fines estéticos. Además, las tiendas que venden animales no podrán mostrarlos en los escaparates y las personas que trabajen en estos establecimientos deberán hacer un curso de cuidador.
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