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ABC Cultural

Una rosa y un archivo por Sant Jordi

Caldera y Puigcercós, en su último encuentro en los pasillos del Congreso. DANIEL G. LÓPEZ

BARCELONA. El próximo día 22 el Consejo de Ministros debería aprobar el Anteproyecto de ley de retorno de los documentos del Archivo de Salamanca. Al menos, así lo anunció esta semana la ministra de Cultura, Carmen Calvo, ante la consejera de la Generalitat, Caterina Mieras, que fue la responsable de hacer público el proyecto, pese a que se trata de una iniciativa del Gobierno. Y lo que es más importante, ante el secretario general de ERC, Joan Puigcercós.

El responsable del «socio prioritario» del Gobierno del PSOE llevaba días presionando para desbloquear una de las cuestiones clave para su formación con la vista puesta en la celebración de Sant Jordi, y dos días antes había pedido la comparecencia de la vicepresidenta del Gobierno, Maria Teresa Fernández de la Vega, para explicar precisamente en qué punto se encuentra el proceso.

Tras recibir el anteproyecto de ley, que ahora estudian los juristas de Esquerra, Puigcercós confía en que «el proceso será rápido». En declaraciones a ABC, el número dos de Esquerra explicó que según el calendario propuesto por el propio Ministerio de Cultura «si la ley es aprobada rápidamente por el Consejo de Ministros, pasará al Congreso y al Senado. En unos meses la ley debe estar aprobada y el Gobierno tendrá que aplicarla. Creo que estamos sobre los plazos pactados para que el proceso se concluya este año».

Cobertura legal

Fue el Gobierno quien convenció a ERC y a la Generalitat de la oportunidad de aprobar una ley sobre el retorno para dar cobertura legal a la devolución. La parte catalana aceptó la condición, pero no que ésta se convirtiera en el argumento para eternizar los plazos, convencidos desde Barcelona de que la prolongación del proceso sólo servirá para aumentar la tensión. «Estamos de acuerdo en aprobar una ley que sirva para blindar la devolución», argumentan desde Esquerra, pero siempre dentro de un calendario que permita completar la devolución durante esta legislatura.

El retorno de la documentación de la Generalitat republicana es uno de los objetivos simbólicos más importantes para Esquerra, que se reclama heredera de esa Generalitat presidida por los republicanos Francesc Macià y Lluís Companys. Y para el Gobierno del PSOE avanzar en este terreno no deja de ser la vía para contentar a un socio del que depende su estabilidad parlamentaria y con el que tiene entre manos negociaciones mucho más peliagudas, como al financiación autonómica o la reforma del Estatuto catalán.

En este contexto, Esquerra ha acogido con satisfación el avance que supone la presentación del anteproyecto de ley de Calvo, pero advierten que se trata de «una propuesta del Ministerio», sobre la que se reservan la potestad de hacer enmiendas una vez que hayan estudiado el proyecto de ley en profundidad.

Esta desconfianza de la que parte la formación republicana no tiene, sin embargo, a la ministra Calvo como principal destinataria. Esquerra ha experimentado en su propia piel el escozor de las promesas constantemente pospuestas del Gobierno Zapatero y sin duda esa experiencia ha pesado en la prudencia con la que Puigcercós acogió el jueves los avances anunciados por la ministra de Cultura. Pero más allá de las declaraciones oficiales, los republicanos reconocen extraoficialmente su falta de confianza en la forma en la que la consejera Caterina Mieras (PSC) está gestionando el proceso.

De hecho, Mieras se ha convertido en el primer año de gestión del tripartito en uno de los miembros más contestados dentro del Gobierno de Pasqual Maragall, incluso desde las filas socialistas. A esta situación se suma el temor republicano a una «excesiva complacencia» hacia los requisitos del Gobierno, de ahí que ERC no deje de señalar que el anteproyecto de ley es un texto surgido casi exclusivamente del Ministerio, mientras desde la Consejería de Cultura recuerdan las reuniones mantenidas entre responsables de ambos gobiernos para llegar a esa conclusión. A nadie escapa, por otro lado, que el hecho de que la devolución de los papeles se produzca bajo mandato de una consejera socialista no es precisamente el mejor de los escenarios para ERC.

Herencia del franquismo

Al margen de las polémicas internas del tripartito, el retorno de los «papeles de Salamanca» supone además, tanto para Esquerra como para la Comisión de la dignidad -que durante los últimos años ha impulsado la reivindicación de la devolución de la documentación incautada- y el resto de los partidos políticos catalanes, desde CiU al PP, un paso fundamental para la restitución de la memoria histórica que desde la izquierda catalana se reclama al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. En este sentido, Puigcercós advertía que «la Junta de Castilla y León tiene que entender que durante el debate no pueden darle tantos problemas al señor Rajoy, porque en el debate del Congreso veremos quién es quién. Esto es un legado del franquismo que no tiene nada que ver con Salamanca».

«Es asumir un derecho de conquista y creo que la parte más civilizada y democrática del PP tendrá claro que esto es una rémora que se tiene que superar. No tenemos nada contra Salamanca, pero se ha utilizado de forma partidista una cuestión en la que se trata de superar una de las partes más negras de nuestra historia», concluye el secretario general de ERC para explicar el empeño de su formación en esta polémica.

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