Oro para Lino Martínez en salto de longitud

Joan Lino Martínez ejecutó el mejor salto del mundo este año, de 8,37 metros, y puso con su título de longitud un colofón de oro a una jornada gloriosa para el equipo español, que batió, con 12, su récord de medallas en unos campeonatos de Europa en pista cubierta.
España, que tenía como récord cinco medallas antes de los Europeos de Viena en 2002, batió junto al Danubio todos sus registros anteriores al conseguir diez, y tres años después ha elevado hasta 12 la cosecha aunque el número de títulos haya sido inferior: uno solo frente a los cuatro de la capital austríaca.
El Palacio de Deportes madrileño, una de las joyas de la candidatura olímpica Madrid 2012, se estremeció con cada salto de Joan Lino, un atleta nacido en La Habana que adquirió el año pasado la nacionalidad española y ya ha dado dos medallas a su país de adopción: el bronce olímpico en Atenas y el oro de Madrid.
Martínez, un atleta de rango universal, discípulo de Juan Carlos Alvarez, carece, sin embargo, de patrocinador. La medalla de oro puede ayudarle a encontrarlo.
La final de 1.500 metros, que clausuraba el programa de carreras, anunció su desenlace ya en la segunda vuelta, cuando el ucraniano Ivan Heshko, el favorito, imitó al irlandés Alistair Cragg, campeón de 3.000 el sábado, y se fue solo por delante pese a ser uno de los mejores rematadores del mundo. Sin ninguna ayuda, ganó con la mejor marca en la historia de los campeonatos (3:36.70)
Juan Carlos Higuero, campeón de España, fue el único que recogió el guante y le persiguió a un par de metros, mientras que Reyes Estévez, en su afán por ahorrar energías -quedó muy castigado en la final de 3.000-, fue de atrás hacia adelante con el tiempo justo de arrebatar la medalla de bronce a otro español, el joven madrileño Arturo Casado.
Higuero repitió subcampeonato europeo en sala con 3:37.90 y Estévez, que asumió el ambicioso reto de doblar en 1.500 y 3.000, se convirtió en Madrid en el primer español que logra dos medallas individuales (dos bronces) en alta competición. Maite Martínez se quedó en Viena 2002 a las puertas del podio -luego fue subcampeona europea al aire libre en Múnich-, pero en Madrid se encaramó al cajón con una valiente carrera de 800 que le dio la medalla de plata. Sólo la rusa Larisa Chzhao, líder continental del año con 1:57.53, pudo con la vallisoletana, que salió en su persecución en la última vuelta y terminó en 2:00.52.
Las rusas controlaron tres cuartas partes de la carrera. Cubrieron los 400 en 59.72 y acto seguido Martínez tomó posiciones para responder al previsible ataque de Chzhao. Dos metros separaron a la española de la vencedora en la meta. La vallisoletana dedicó su medalla a las víctimas del 11-M, a cinco días del primer aniversario de los atentados terroristas de Madrid.
Era la primera medalla de la tarde para España y la quinta en total. Sólo unos segundos después, Carlota Castrejana batió de largo su récord nacional de triple y se puso cuarta en la final con 14,42, cinco centímetros por encima de su plusmarca nacional. En el quinto salto mejoró otros dos y en el sexto logró su tercer récord (14,45). Los metales empezaban a caer como fruta madura para España, aunque el oro se mostraba esquivo. El sevillano Antonio Reina, en una carrera accidentada, ganó plata en 800 y el jiennense Juan de Dios Jurado le secundó con un bronce conquistado a pulso en los últimos metros. Simultáneamente Castrejana se aseguraba el bronce en triple después de haber batido tres veces su récord de España.
El ruso Dmitriy Bogdanov tomó la cuerda al toque de campana en la final de 800 y no la dejó hasta el final. Venció con 1:48.61, seguido de Reina (1:48.76), que bailó al son de los demás, y de Jurado (1:49.11), que sacó a relucir su poderoso final.
En triple la victoria también se fue para Rusia. Viktoriya Gurova se impuso con 14,74, la mejor marca mundial del año. La italiana de origen cubano Magdelín Martínez fue segunda con 14,54 y Castrejana tercera con 14,45.
El ibicenco Felipe Vivancos dio a España la novena medalla al clasificarse segundo en 60 metros vallas con una marca de 7.61, a una centésima del récord más viejo de España (21 años), que comparte con Javier Moracho desde el 24 de febrero pasado. La victoria fue para el francés Ladji Doucoure con 7.50 en una final que dejó fuera, por salidas falsas, a dos favoritos, el letonio Stanislav Olijar y el austríaco Elmar Lichtenegger. El bronce fue para el sueco Robert Kronberg con 7.65.
Tres años después de ser desposeída en Viena de su medalla de oro en 60 metros vallas, los europeos de Madrid tampoco fueron propicios para Glory Alozie. La ex nigeriana, lastrada por su pésima salida (tardó 209 milésimas en dejar los tacos), progresó hasta terminar en 8.00, idéntico registro que Kirsten Bolm. Por milésimas, la foto de llegada dio el bronce a la germana. Suecia hizo doblete con las gemelas Kallur, Susanna y Jenny (7.80 y 7.99).
España perdió una medalla en el relevo masculino 4x400 cuando Luis Flores, en la tercera posta, fue derribado por el polaco Piotr Klimczak cuando el burgalés se disponía a entregar el testigo a Alberto Montero en primera posición. Francia sacó provecho del incidente y se alzó con el título en 3:07.90, Polonia fue descalificada y Gran Bretaña y Rusia subieron al podio. España cayó al último puesto.
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